Una maestra de secundaria fue agredida afuera de un bar y quedó con una cicatriz permanente en la cara, mientras su agresora fue sentenciada a pesar de presentar como atenuante que es madre de dos hijos.
Mientras estaba en la fila de un bar frente al mar en Porthcawl, Gales, Gran Bretaña, una mujer se encontró con la maestra de su hijo, pero lejos de tener un encuentro cordial ambas comenzaron una discusión que terminó con una en el hospital y la otra en prisión.
Un video difundido esta semana se ve a ambas mujeres enfrentándose, hasta que una de ellas, Kelly Thomas, arroja la bebida que trae consigo a la otra. Sin embargo lo peor viene después para la maestra, cuando Thomas le lanza el vaso en la cara.
Cuando los testigos intervinieron para separar a las mujeres pudieron ver que la maestra sangraba abundantemente como resultado de las heridas, según informó WalesOnline.
Thomas de 38 años fue arrestada, pero solo hasta que vio las imágenes del ataque a la maestra de su hijo dijo sentirse «horrorizada, arrepentida y avergonzada» de lo que había hecho. Luego de eso se declaró culpable.
Tras el incidente la profesora de Porthcawl Comprehensive School, quedó con múltiples heridas en la cara que resultarán en una cicatriz permanente.
En una declaración ante la corte de Corte Crown de Cardiff, citada por el mismo medio, la profesora dijo que el incidente la había afectado en su vida cotidiana, tras quedar con una cicatriz física más el daño psicológico.
«Me costó mucho asimilar lo sucedido y cómo me dejó. Puedo recordar a la gente diciendo ‘Oh Dios, mira su cara'», explicó.
«Mi cicatriz ha cambiado mi forma de verme a mí misma, yo era una persona sociable pero ahora tengo crisis mentales antes de ir a cualquier sitio», agregó la profesora, quien también relató que ahora es difícil cada que tiene verse en el espejo, pues ha perdido mucha confianza.
La docente es soltera y le preocupa que sea rechazada socialmente por su aspecto o por el estigma que conlleva una cicatriz en el rostro. Además, ahora enfrenta crisis de nervios y tiene problemas para dormir.
«Verifico las cerraduras en mi casa y me cuesta dormir la mayoría de las noches pensando en lo que se dirá y hará a continuación. Nunca había estado nerviosa, pero ahora me siento nerviosa y asustada cuando salgo por Porthcawl. Estoy confundida por el incidente y lucho con mis emociones», confesó.
Ieuan Bennett, quien llevó el caso de Thomas en la corte, dijo que su cliente era madre de dos niños y que le preocupada su bienestar si la madre era encarcelada, de acuerdo a una publicación de WalesOnline.
Alegó que la acusada tenía un buen carácter, pero que sus acciones eran «estúpidas e imprudentes».
Thomas recibió una condena de ocho meses de prisión suspendida por 18 meses, además de cumplir con una rehabilitación de 20 días, pagar 600 euros de compensación a la maestra y respetar una orden de restricción por cinco años.
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