Una joven de California debió asistir al médico de emergencia luego que se tragó el anillo de compromiso que le había regalado el novio. Lo hizo para “protegerlo” mientras soñaba.
“Realmente me he superado esta vez. Me tragué mi anillo de compromiso. En mi sueño. Sí. ¿Cómo? No lo sé. ¡Pero lo hice!”, escribió Jenna Evans el 11 de septiembre en un mensaje de Facebook, mientra estaba a la espera de ser sedada para que los médicos se lo extrajeran.
“Me tragué mi anillo de compromiso mientras dormía el martes por la noche. De hecho, recuerdo haberlo hecho, pero pensé que estaba soñando, así que volví a dormir. El miércoles por la mañana, me di cuenta de que mi anillo no estaba en mi mano”, dijo.
Ella contó además que en el sueño estaba con su novio, Bobby, en un tren de alta velocidad donde habían algunos “tipos malos”.
“Él me dijo que tenía que tragarme mi anillo para protegerlo así que saqué esa ventosa, me la puse en la boca y la tragué con un vaso de agua justo cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo. Supuse que esto también era un sueño, porque quién realmente traga su anillo de compromiso, así que volví a dormir”, explicó Jenna con más detalle.
Siguiendo con la historia Jenna Evans dijo que despertó al novio, Bob Howell para decirle que se tragó el anillo de compromiso. “No creo que me haya creído de inmediato. Nos reímos bastante fuerte durante aproximadamente una hora y media, llamé a mi madre, nos reímos hasta que lloramos”, añadió.
La pareja buscó en Google otros casos similares. “Los niños lo hacen todo el tiempo, pero aparentemente es menos común para los adultos”.
Más tarde, volviendo a la realidad, Jenny debió enfrentar a los médicos.“Fui a atención de urgencia donde luché para explicar por qué estaba allí, porque me reía / lloraba mucho”, explicó.
Finalmente un médico decidió ordenar una radiografía. La doctora “regresó con un segundo médico que me mostró que efectivamente, ¡mi anillo estaba justo en mi estómago!”. De inmediato llamaron para una cita con el gastroenterólogo para extraer el anillo y no dejar que la naturaleza siguiera su curso. “Gracias a Dios”, señaló.
“Antes de irme, me recomendó ver a un especialista en sueño también”, destacó la novia.
La pareja fue al gastroenterólogo donde tuvo que explicar de nuevo la historia, a otros médicos y enfermeras. “En este punto, definitivamente podía sentirlo en mis entrañas, estaba empezando a doler mucho y nos ponía nerviosos”, relató.
“Decidieron que una endoscopía superior era lo correcto y dijeron que no se preocupen, no es gran cosa, pero firmen este formulario de lanzamiento en caso de que muera. Entonces lloré mucho porque estaría muy loco si muriera”, exclamó. “Esperé mucho tiempo ese anillo de compromiso y me casaré con Bobby Howell”.
“Todo salió bien, encontraron mi anillo justo más allá de mi estómago en mis intestinos, lo recuperaron y se lo dieron a Bobby, no a mí. Aparentemente no me va muy bien con la anestesia porque salí llorando histéricamente y estaba totalmente inconsolable”.
“Pedí mi anillo, dijo que no (…) Bobby finalmente me devolvió el anillo esta mañana. Prometí no volver a tragarlo, todavía nos vamos a casar y todo está bien en el mundo”, concluyó el 12 de septiembre.
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