El gestor de fondos de cobertura Bill Ackman criticó los supuestos incidentes antisemitas en la Universidad de Harvard en una carta abierta, diciendo que sus políticas de diversidad contribuyeron al problema.
«Durante las últimas cuatro semanas desde los horrores del 7 de octubre, estuve en diálogo con miembros de la junta de la corporación, otros exalumnos, así como estudiantes y profesores compartiendo y comparando nuestras preocupaciones sobre el creciente número de incidentes antisemitas en el campus, mientras esperamos que usted y la Universidad actúen», escribió el Sr. Ackman en la carta del 4 de noviembre a la presidenta de Harvard, Claudine Gay .
«Cuatro semanas después de los bárbaros actos terroristas del 7 de octubre, perdí la confianza en que usted y la Universidad harán lo necesario».
«Los estudiantes judíos están siendo acosados, intimidados físicamente, escupidos y, en varios vídeos ampliamente difundidos de uno de esos incidentes, agredidos físicamente», añadió.
Muchos estudiantes judíos tienen ahora «miedo» de expresar sus preocupaciones, escribió el Sr. Ackman. Varios estudiantes judíos sintieron la necesidad de quitarse sus símbolos religiosos como mezuzas, kipá y estrellas de David mientras están en el campus para evitar ser objeto de «discriminación, acoso o cosas peores».
«Manifestantes en el campus, en la escalinata de la Biblioteca Widener y en otros lugares, gritan ‘¡Intifada! ¡Intifada! ¡Intifada! Del río al mar, ¡Palestina será libre!» mientras llaman conscientemente a la insurrección violenta y utilizan un lenguaje eliminacionista que busca la destrucción del Estado de Israel y del pueblo judío».
Los estudiantes judíos son amenazados con violencia física, y algunos «se ven obligados a sentarse junto a compañeros de clase que publican abierta y cómodamente, con sus nombres reales, declaraciones e imágenes antisemitas en el sistema de mensajes Slack para todos los estudiantes, sin consecuencias por sus acciones», escribió el Sr. Ackman.
Dijo que varios miembros de Harvard le dijeron que la Oficina de Equidad, Diversidad, Inclusión y Pertenencia (OEDIB) de la universidad «es un importante factor que contribuye al problema».
«Me sorprendió saber por estudiantes y profesores que la OEDIB no apoya a los estudiantes judíos, asiáticos y blancos no LGBTQIA», escribió. La declaración de Harvard sobre la diversidad «deja claro» que la universidad no considera a los judíos como parte de esos esfuerzos.
Calificó esto de «serio problema» en un momento en que «el antisemitismo está muy extendido en el campus».
A pesar de los supuestos incidentes antisemitas en el campus, la primera iniciativa que tomó Harvard para proteger a los estudiantes fue crear un grupo de trabajo el 24 de octubre destinado a ayudar a los estudiantes que se enfrentaron a reacciones violentas por apoyar una declaración en la que se culpaba a Israel de ser «totalmente responsable» del conflicto entre Israel y Hamás, señaló el Sr. Ackman. La declaración se produjo después de que Hamás masacrara a más de 1400 personas en Israel el 7 de octubre.
El grupo de trabajo envió un «fuerte mensaje» de que Harvard estaba ignorando los incidentes antisemitas en el campus y «tomando partido en el conflicto al apoyar únicamente a los estudiantes que responsabilizaban a Israel de los viles actos de Hamás».
Título VI
La carta del Sr. Ackman acusaba a Harvard de violar el Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que protege a las personas de ser objeto de discriminación por motivos de raza, color u origen nacional en cualquier programa o actividad que reciba ayuda financiera del gobierno federal.
El 28 de septiembre, el gobierno de Biden emitió un «comunicado aclaratorio» en el que afirmaba que el Título VI «prohíbe ciertas formas de antisemitismo, islamofobia y discriminación relacionada como parte de su Estrategia Nacional para Contrarrestar el Antisemitismo publicada en mayo del 2023», decía la carta.
Harvard «incumplió» estas obligaciones del Título VI en las últimas semanas, afirmaba, al tiempo que advertía de que esto «amenaza una importante fuente de financiación de la Universidad».
«Cuando se une a los numerosos exalumnos judíos y no judíos que compartieron pública y privadamente estas mismas preocupaciones, importantes fuentes de ingresos de Harvard están en peligro», decía la carta.
Ackman pidió la suspensión inmediata de los estudiantes acusados de acosar y agredir físicamente a un alumno de la Harvard Business School el 18 de octubre. Los acusados en el caso son estudiantes pro palestinos. Harvard aún no toma medidas contra los presuntos autores, a la espera de que el departamento de policía revise el asunto.
El multimillonario señaló que las políticas de conducta estudiantil y antiacoso de Harvard son suficientes para imponer un periodo de prueba disciplinario a los estudiantes acusados hasta que concluya la investigación policial.
Pide que los manifestantes que coreen «Intifada y otras declaraciones eliminacionistas» sean objeto de medidas disciplinarias. El Sr. Ackman quiere que se tomen medidas contra los estudiantes que hicieron declaraciones antisemitas o compartieron imágenes antisemitas en los tablones de mensajes de Slack.
El gestor de fondos de cobertura pidió que la universidad formara un grupo de trabajo para revisar la «idoneidad de las actividades de la OEDIB y si su práctica de excluir a ciertas comunidades minoritarias en el campus, incluidos los estudiantes asiáticos y judíos, es apropiada».
The Epoch Times se puso en contacto con Harvard para recabar sus comentarios.
Acciones contra Harvard
La carta del Sr. Ackman llega después de que varios directores ejecutivos se mostraran dispuestos a incluir en una lista negra a los estudiantes de Harvard que culparan a Israel de la violencia perpetrada por Hamás contra ciudadanos israelíes.
Algunos de los financiadores de Harvard anunciaron que cortan sus lazos con la universidad. Por ejemplo, una organización sin ánimo de lucro creada por el multimillonario Leslie Wexner y su esposa Abigail rompió su relación con Harvard a raíz de las actividades antiisraelíes en el campus.
«Estamos estupefactos y asqueados por el lamentable fracaso de la dirección de Harvard a la hora de adoptar una postura clara e inequívoca contra los bárbaros asesinatos de civiles israelíes inocentes a manos de terroristas el pasado sábado», escribió la dirección de la Fundación Wexner a la junta de supervisores de Harvard en una carta fechada el 16 de octubre.
Anteriormente, el multimillonario israelí Idan Ofer y su esposa Batia renunciaron a la junta ejecutiva de Harvard como protesta por la escasa respuesta de la universidad a la masacre de Hamás del 7 de octubre.
El 2 de noviembre, la Cámara de Representantes aprobó una resolución condenando a las universidades en las que se celebraron actividades de apoyo a grupos terroristas como Hamás e Hizbulá.
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