La empresa de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter, presentó una demanda contra el Centro para contrarrestar el odio digital (CCDH), alegando que el grupo de investigación sin fines de lucro participó en una «campaña de miedo para alejar a los anunciantes» de la plataforma.
La denuncia (pdf), presentada el 31 de julio en el Distrito Norte de California, acusa a las operaciones estadounidenses y británicas de CCDH de «participar en una serie de actos ilícitos destinados a acceder indebidamente a datos protegidos de X Corp.».
El centro se ha pronunciado a favor de eliminar a las personas y empresas que comparten contenido que el grupo considera de odio o desinformación, incluidos sitios web conservadores como The Federalist.
X, por su parte, ha luchado en los últimos meses para atraer a los anunciantes debido a las denuncias de que el contenido perjudicial y el discurso de odio se han dejado prosperar en la plataforma bajo la dirección del propietario Elon Musk.
En su denuncia del lunes, la empresa de redes sociales afirmó que CCDH trató de reforzar esas afirmaciones mediante el acceso ilegal y el «raspado» de información selectiva de una base de datos segura que contiene datos de X.
Según la demanda, los empleados de CCDH habrían accedido y recuperado los datos de la plataforma «en múltiples ocasiones sin autorización» convenciendo a un tercero desconocido para que compartiera sus credenciales de acceso a la base de datos.
La demanda solicita una indemnización por daños y perjuicios, con intereses, por supuesto incumplimiento de contrato, violación a la Ley de Fraude y Abuso Informático, interferencia intencionada en las relaciones contractuales e inducción al incumplimiento de contrato. La empresa de redes sociales también solicita que se prohíba a CCDH seguir accediendo, utilizando o divulgando cualquier material o dato de X.
En una declaración del 1 de agosto, Imran Ahmed, director ejecutivo de CCDH, tachó la demanda de medida «autoritaria» y afirmó que Musk «no se detendría ante nada» para silenciar a sus críticos.
Afirmó: “La investigación del Centro para contrarrestar el odio digital muestra que el odio y la desinformación se están extendiendo como un reguero de pólvora en la plataforma propiedad de Musk y esta demanda es un intento directo de silenciar esos esfuerzos… Musk está tratando de ‘culpar al mensajero’ que destaca el contenido tóxico en su plataforma en lugar de lidiar con el ambiente tóxico que ha creado”.
Además de señalar que su organización “no tiene intención de detener” su investigación, el Sr. Ahmed agregó: “Musk no nos intimidará para que guardemos silencio”.
Diferencias de políticas
Desde la adquisición de Twitter por parte de Musk en 2022, ahora X, ha implementado varios cambios, incluida la eliminación de algunas de las políticas de contenido más restrictivas de la plataforma y el restablecimiento de cuentas suspendidas bajo esas reglas.
La nueva política, que la compañía promociona como «libertad de expresión, no libertad de alcance», ha sido celebrada por los conservadores como un enfoque más democrático para la moderación de contenido que preserva los derechos de la Primera Enmienda de los usuarios.
CCDH, sin embargo, ha sido un detractor vehemente de la nueva política, afirmando que, como resultado, el contenido de odio y la desinformación se han «disparado» en la plataforma.
Por ejemplo, en junio, la organización publicó un artículo que afirmaba que X no aborda el «99 por ciento del odio» publicado por cuentas de pago.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores de CCDH reportaron 100 posteos de suscriptores de Twitter Blue que consideraron que estaban “promoviendo el odio”. Cuatro días después, los investigadores verificaron el estatus de esos informes y descubrieron que 99 de los posteos reportados y las 100 cuentas aún estaban activas.
Esos resultados, en opinión de CCDH, indicaron que X permite a los usuarios pagos “romper sus reglas con impunidad”.
Pero en una carta del 11 de julio (pdf) al Sr. Ahmed, el abogado de X, Alex Spiro, compartió una perspectiva diferente.
“Las afirmaciones de CCDH en este artículo son falsas, engañosas o ambas cosas, y no están respaldadas por nada que pueda llamarse investigación de manera creíble”, escribió el abogado. “El artículo no proporciona ninguna metodología para su selección o prueba de tuits, ninguna línea de base para el marco de tiempo de aplicación [de X], y ninguna explicación de por qué los 100 tuits elegidos representan una muestra apropiada de los casi 500 millones de tuits enviados por día a partir de los cuales generalizar sobre las prácticas de moderación de contenido de la plataforma”.
Añadiendo que el artículo «no deja lugar a dudas» sobre la intención de CCDH de perjudicar a X ahuyentando a los anunciantes, el Sr. Spiro notificó al Sr. Ahmed que X estaba explorando acciones legales para evitar mayores daños a su negocio.
Otras demandas
La última demanda es la quinta que X presenta en las últimas semanas en relación con la recopilación no autorizada de datos.
En otra demanda, la compañía alegó que cuatro entidades no identificadas en Texas se involucraron en el raspado ilegal de datos de X, solicitando más de USD 1 millón por daños y perjuicios.
Según la demanda, el número de solicitudes de registro automatizadas procedentes de las direcciones IP de los cuatro demandados superó con creces lo que un individuo podría enviar a un servidor en un periodo determinado.
El raspado masivo de datos, dijo la compañía, «sobrecargó gravemente» los servidores de la plataforma y «degradó la experiencia del usuario para millones de clientes de X Corp.».
Al comentar sobre la demanda en un posteo en X, el Sr. Musk señaló que los nuevos y controvertidos límites de la compañía sobre la cantidad de posteos que los usuarios pueden ver en un día son consecuencia directa del raspado de datos mencionada.
Reuters contribuyó a este artículo.
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