Elon Musk, encargado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para dirigir un grupo de trabajo que recortaría el gasto público del país, redujo el ambicioso objetivo que se había propuesto de rebajar al menos 2 billones de dólares del presupuesto federal.
En una conversación emitida el 8 de enero en X, plataforma de la que Musk es propietario, el multimillonario empresario en tecnología dijo al estratega político Mark Penn que la cifra de 2 billones de dólares representa el resultado más optimista.
«Si intentamos conseguir 2 billones de dólares, tenemos muchas posibilidades de conseguir un [billón de dólares]», dijo Musk a Penn, exasesor del presidente Bill Clinton.
«Y si podemos reducir el déficit presupuestario de 2 billones de dólares a 1 billón y liberar la economía para que tenga un crecimiento adicional, de modo que la producción de bienes y servicios siga el ritmo del aumento de la oferta monetaria, entonces no habrá inflación», dijo Musk. «Creo que sería un resultado épico».
La moderación de las expectativas de Musk llegan apenas dos semanas antes de la toma de mando de Trump para su segundo mandato. El presidente electo nombró a Musk y al exaspirante a las primarias presidenciales, Vivek Ramaswamy, para dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un organismo asesor independiente encargado de identificar formas de reducir costos, racionalizar las regulaciones y recortar la plantilla federal.
El plan es que el DOGE trabaje con la Oficina de Gestión y Presupuesto y haga recomendaciones al Presidente y posiblemente al Congreso. Musk y Ramaswamy tendrían menos de dos años para completar su trabajo, ya que el DOGE tiene como fecha de caducidad el 4 de julio de 2026, el 250 aniversario de la fundación de Estados Unidos, para evitar convertirse en otro ejemplo de ineficacia gubernamental.
Para el año fiscal 2024, el presupuesto federal asciende a 6.75 billones de dólares, de los que unos 4.65 billones proceden de la Seguridad Social, Medicare, la defensa nacional y las prestaciones a los veteranos, además de los intereses de la deuda nacional de 36 billones de dólares. Trump ya descartó recortes significativos en la Seguridad Social y Medicare, limitando las áreas en las que se pueden hacer reducciones.
Musk, que introdujo por primera vez el objetivo de los 2 billones de dólares durante un mitin preelectoral en el Madison Square Garden de Nueva York, reconoce ahora que hay desafíos sistémicos que dificultan el ahorro de costos, incluso para los funcionarios gubernamentales bien intencionados.
«Es muy, muy difícil que la gente se preocupe por gastar el dinero de otros», dijo a Penn. «En realidad, conozco a funcionarios a los que sí les importa —como un asunto de principios— gastar el dinero de forma eficaz, así que ellos tratan de hacerlo, pero no pueden. El sistema se lo impide».
Mientras tanto, en el Congreso, los esfuerzos por reducir el gasto federal han tropezado sistemáticamente con obstáculos.
En septiembre de 2024, como cada año, el senador Rand Paul (R-Ky.) propuso recortar seis céntimos de cada dólar que se prevé gastar en los próximos cinco años. Este «Plan de los Seis Centavos» recortaría 329,000 millones de dólares en el primer año, a partir de octubre de 2025, pero la medida fue derrotada en una votación de 39-56 votos.
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