Según reportajes, Twitter está considerando una táctica llamada «píldora venenosa» para frustrar el esfuerzo de Elon Musk por comprar la plataforma de redes sociales.
Cameron Winklevoss, fundador del intercambio de criptomonedas Gemini, dijo en un tuit que «Twitter está considerando una píldora venenosa para frustrar la oferta de @elonmusk», mientras que dos fuentes anónimas le dijeron a The New York Times que la junta de Twitter está considerando la táctica, la cual se utiliza para bloquear adquisiciones hostiles.
El método de la píldora venenosa otorga a los accionistas existentes el derecho a comprar acciones adicionales con un descuento, diluyendo las acciones en circulación y haciendo que una adquisición hostil sea más desafiante financieramente para el comprador.
The Epoch Times se comunicó con Twitter para recibir comentarios, pero la compañía no brindó ninguna respuesta.
‘Control orwelliano de las narrativas’
Winklevoss alegó en su tuit que, al adoptar la táctica de la píldora venenosa, Twitter estaba demostrando su compromiso de preservar el statu quo incluso si tiene un impacto negativo en los accionistas existentes.
“Prefieren autoinmolarse que renunciar a sus programas de censura. Esto muestra cuán profundamente comprometidos están con el control orwelliano de las narrativas y el discurso global. Es aterrador”, escribió.
Twitter ha sido acusado de suprimir algunos puntos de vista minoritarios y políticamente conservadores, acusaciones que la empresa ha negado repetidamente.
Musk respondió al tuit de Winklevoss y dijo que, si las acciones de Twitter van en contra de los intereses de los accionistas, podrían exponerse a acciones legales.
“Si la junta actual de Twitter toma medidas contrarias a los intereses de los accionistas, estaría incumpliendo su deber fiduciario”, escribió Musk. “La responsabilidad que asumirían sería de una escala titánica”.
‘Mi mejor y última oferta’
Musk, que tiene una participación del 9.2 por ciento en Twitter, fue noticia el jueves al lanzar una oferta para comprar todas las acciones en circulación de Twitter en efectivo a una prima significativa sobre el precio de mercado.
Dijo: Ofrezco comprar “el 100 por ciento de Twitter por USD 54,20 por acción en efectivo, una prima del 54 [por ciento] sobre el día antes de que comenzara a invertir en Twitter y una prima del 38 [por ciento] sobre el día antes de que se anunciara públicamente mi inversión”.
“Mi oferta es mi mejor y última oferta y, si no se acepta, tendría que reconsiderar mi posición como accionista”, agregó.
Adam Candeub, profesor de derecho en la Universidad Estatal de Michigan, le dijo a The Epoch Times que la junta directiva de Twitter podría enfrentar consecuencias legales si rechaza una oferta que es financieramente lucrativa para los accionistas.
“Twitter es propiedad de los accionistas, y los directores tienen que actuar de la manera que más les convenga, no de la manera que les permita mantener el control de la corporación”, dijo Candeub a The Epoch Times.
“Si rechazan un precio muy favorable, habrá incumplimiento de su deber legal y podría haber muchas consecuencias legales”.
‘Potencial extraordinario’
La oferta de Musk se topó con un obstáculo cuando los inversores saudíes rechazaron su oferta. El príncipe de Arabia Saudita Al Waleed bin Talal Al Saud, quien en 2015 compró una participación del 5.2 por ciento en Twitter, respondió que la oferta era inaceptable.
“No creo que la oferta propuesta por @elonmusk (USD 54.20) se acerque al valor intrínseco de @Twitter dadas sus perspectivas de crecimiento”, dijo Al Waleed en un tuit. “Siendo uno de los mayores accionistas a largo plazo de Twitter @Kingdom_KHC y rechazo esta oferta”.
Musk respondió sugiriendo que el rechazo tenía motivaciones políticas.
«Interesante. Sólo dos preguntas, si se me permite», escribió Musk en respuesta. «¿Qué porcentaje de Twitter posee el Reino, directa e indirectamente? ¿Qué opina el Reino sobre la libertad de expresión periodística?»
Musk, quien ha cuestionado repetidamente el compromiso de Twitter con la libertad de expresión, dijo en su propuesta de compra que quiere transformar la empresa en una verdadera plataforma para la libertad de expresión.
“Twitter tiene un potencial extraordinario. Lo desbloquearé”, escribió Musk en una carta al presidente de Twitter, Bret Taylor, adjuntada como anexo a una presentación ante la Comisión de Valores y Bolsa (SEC) el 14 de abril (pdf).
Después de la compra anterior de Musk de una participación que lo convirtió en el mayor accionista individual de Twitter, se le ofreció un asiento en la junta directiva de la compañía, que inicialmente pareció aceptar, pero que luego rechazó.
El hecho de rechazar el puesto en el consejo alimentó las especulaciones sobre si Musk tenía planes de lanzar una adquisición hostil de Twitter.
“Invertí en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para que una democracia que funcione”, escribió Musk en la carta a Taylor.
«Desde que realicé mi inversión, me he dado cuenta de que la empresa no prosperará ni servirá a este imperativo social en su forma actual. Twitter tiene que transformarse en una empresa privada», continuó Musk, refiriéndose al «imperativo social» de la libertad de expresión.
Un espacio inclusivo para la libertad de expresión
Musk profundizó en este tema durante una entrevista en la Conferencia TED de Vancouver el jueves, afirmando que quiere privatizar Twitter y transformarlo en una plataforma de código abierto y un «escenario inclusivo para la libertad de expresión».
“Twitter se ha convertido en una especie de plaza pública de facto, por lo que es realmente importante que las personas tengan tanto la realidad como la percepción de que pueden hablar libremente dentro de los límites de la ley”, dijo Musk durante el evento.
Si bien no proporcionó detalles sobre cómo cree que Twitter restringe la libertad de expresión, sí dijo que Twitter debería estar menos ansioso por prohibir permanentemente a los usuarios problemáticos de la plataforma, sugiriendo en su lugar «tiempos de espera» temporales.
“Una buena señal de si hay libertad de expresión es si alguien que no te gusta puede decir algo que no te gusta”, dijo Musk. “Y si ese es el caso, entonces tenemos libertad de expresión”.
Emel Akan contribuyó a este artículo.
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