Elon Musk ha prometido un apoyo inquebrantable al programa de visas H-1B, asegurando que está dispuesto a “ir a la guerra” para defenderlo. Atribuyó al programa el mérito de atraer a trabajadores extranjeros altamente calificados, esenciales para Estados Unidos, quienes, según él, han desempeñado roles fundamentales.
“La razón por la que estoy en Estados Unidos, junto con tantas personas críticas que construyeron SpaceX, Tesla y cientos de otras empresas que hicieron fuerte a este país, es gracias a la H-1B”, dijo Musk en una publicación del 27 de diciembre en la plataforma X, en respuesta a un comentario que sugería que el programa debería ser “optimizadamente” eliminado.
“Den un paso atrás y [grosería]”, continuó Musk. “Voy a ir a una guerra por este tema como no pueden imaginar.”
El programa de visas H-1B otorga estatus de trabajador no inmigrante a hasta 65,000 personas altamente calificadas cada año, ocupando roles especializados en la fuerza laboral de EE.UU. Además, proporciona 20,000 visas adicionales a trabajadores nacidos en el extranjero que hayan obtenido títulos avanzados en Estados Unidos. El propio Musk llegó al país como estudiante extranjero y posteriormente obtuvo un estatus laboral a través de una visa H-1B.
La defensa de Musk al programa H-1B llega en un momento de debates intensificados sobre la política migratoria y la competitividad laboral, con críticos que argumentan que el programa socava las oportunidades laborales nacionales, mientras que los defensores destacan su papel en impulsar la innovación y el crecimiento económico.
Durante su primer mandato, el presidente Donald Trump impuso restricciones a las visas de trabajadores extranjeros y expresó críticas al programa. Sin embargo, su campaña de 2024 señaló un posible cambio, indicando disposición a otorgar visas H-1B, o incluso tarjetas de residencia, a trabajadores nacidos en el extranjero que se gradúen de universidades estadounidenses.
En días recientes, Musk y Vivek Ramaswamy, quienes liderarán conjuntamente el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) de Trump, han intensificado su defensa de las empresas estadounidenses que utilizan visas H-1B para contratar trabajadores.
En una publicación del 25 de diciembre en X, Musk dijo que Estados Unidos necesitaba duplicar su número de ingenieros, citando una escasez de personas “súper talentosas” y “súper motivadas”. Comparando a Estados Unidos con un equipo deportivo profesional, argumentó a favor de reclutar talento global de primer nivel para mantener la competitividad. Si bien expresó preferencia por contratar estadounidenses, Musk destacó la importancia de la inmigración legal para atraer al 0.1 por ciento superior del talento en ingeniería.
Ramaswamy apoyó la postura de Musk, criticando la cultura estadounidense por, supuestamente, priorizar la mediocridad sobre la excelencia y defendiendo a las empresas que contratan talento extranjero para seguir siendo competitivas.
“La elección de Trump marca, con suerte, el comienzo de una nueva era dorada en Estados Unidos, pero solo si nuestra cultura despierta por completo”, escribió Ramaswamy en X. “Una cultura que una vez más priorice el logro sobre la normalidad; la excelencia sobre la mediocridad; la nerdidad sobre el conformismo; el trabajo duro sobre la pereza”.
Mientras Musk y Ramaswamy argumentan que las políticas migratorias de Estados Unidos deben priorizar la atracción y retención del mejor talento mundial, los críticos sostienen que el programa a menudo desplaza a trabajadores nacionales y reduce los salarios.
Las opiniones de Musk y Ramaswamy han generado resistencia tanto de sectores dentro de la base política de Trump como de conservadores en general.
“Dimos la bienvenida a los genios tecnológicos cuando corrieron hacia nosotros para evitar que la maestra de tercer grado eligiera el género de sus hijos—y el evidente declive económico de Biden/Harris,” escribió el exrepresentante Matt Gaetz (R-Fla.) en una publicación del 26 de diciembre en X. “No les pedimos que diseñaran una política migratoria”.
La exembajadora de la ONU y candidata presidencial Nikki Haley también opinó, criticando los comentarios de Ramaswamy y pidiendo a Trump que priorice a los trabajadores estadounidenses sobre el talento extranjero.
“No hay nada malo con los trabajadores estadounidenses o con la cultura estadounidense,” escribió Haley en una publicación del 26 de diciembre. “Solo tienen que mirar la frontera para ver cuántos quieren lo que tenemos. Deberíamos invertir y priorizar a los estadounidenses, no a los trabajadores extranjeros”.
Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios de Inmigración, sugirió que existe un punto en común entre los líderes de la industria tecnológica y los restrictivistas migratorios en cuanto al programa de visas H-1B.
En un reciente artículo de opinión, Krikorian propuso reformar las visas H-1B priorizando a los trabajadores altamente calificados con mayores salarios para atraer el mejor talento, mientras se limitan los números de visas para reducir la inmigración general, lo cual, señaló, es una demanda clave de los votantes de Trump.
“Aumentar la proporción de nuevos inmigrantes seleccionados en función de sus habilidades—descrito como un sistema basado en méritos—ha sido durante mucho tiempo un objetivo del presidente Trump,” escribió Krikorian, añadiendo que una “solución obvia” sería eliminar la lotería de visas y las categorías de “migración en cadena,” y reasignar aproximadamente la mitad de esas visas a categorías de habilidades calificadas.
“Esto resultaría tanto en un aumento del número y proporción de nuevos inmigrantes elegidos por sus habilidades como en una reducción del nivel general de inmigración,” argumentó.
Un proyecto de ley copatrocinado por el senador Tom Cotton (R-Ark.) en 2017 y respaldado por Trump, conocido como la Ley RAISE (Reformando la Inmigración Americana para un Empleo Fuerte, por sus siglas en inglés), buscaba lograr objetivos en línea con las sugerencias de Krikorian.
El proyecto de ley, que no fue sometido a votación en el Senado, pretendía reducir los niveles de inmigración legal a Estados Unidos en un 50 por ciento, eliminando el modelo actual basado en la demanda y adoptando un sistema de puntos basado en méritos que otorga puntos por factores como el nivel educativo, una oferta laboral existente o logros extraordinarios como un Premio Nobel. Canadá y Australia utilizan sistemas similares basados en méritos.
Otras iniciativas legislativas similares a la Ley RAISE tampoco han avanzado.
Con información de Jacob Burg
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