El español Rafael Nadal seguirá como número uno del mundo al final de Wimbledon, tras dar una lección al australiano Alex de Miñaur (6-1, 6-2 y 6-4), mientras que el letón Ernest Gulbis hizo un guiño en su carrera, para muchos ya acabada, al derrotar al tres del ránking, el alemán Alexander Zverev, por 7-6 (2), 4-6, 5-7, 6-3 y 6-0.
Con 31 grados, y usando ambos jugadores toallas de hielo para refrescar los hombros y el cuello, y con el golfista español Sergio García, campeón del Masters de Augusta el pasado año, y dos figuras míticas del deporte, el inglés Bobby Charlton y Rod Laver entre los invitados en el palco, Nadal demostró su poder sobre un rival, que con 19 años, apunta maneras, pero que aún está lejos de hacer daño al zurdo español.
El partido, de dos horas y dos minutos, recordó la gran exhibición que hace un año, y en la misma pista central, Nadal proporcionó al derrotar al ruso Karen Khachanov (6-1 6-4 7-6 (3), victoria con la que afrontó luego con grandes esperanzas su duelo con el luxemburgués Gilles Muller, su verdugo en octavos.
A pesar de la evidente superioridad de Nadal, el australiano Lleyton Hewitt, capitán de Copa Davis del conjunto ‘aussie’ no perdió la esperanza en De Miñaur, finalista del torneo júnior en 2016 y a quien aconseja.
Lleyton apretó los puños cuando el jugador de padre uruguayo y madre española, entrenado por el español Adolfo Gutiérrez, perdió el primer set en 33 minutos, con dos roturas de servicio, mientras que Rafa mantuvo su saque intacto.
Pero el de Manacor jugó a placer, mandando con su derecha, sacando con efectividad y castigando al joven de Sídney con una velocidad de vértigo, que todavía De Miñaur no puede controlar. Como tampoco pudo manejar el «aussie» el espectacular «Gran Willy» (golpe entre las piernas) de Nadal que cayó del cielo y al que Alex no pudo responder.
En la última manga fue cuando De Miñaur, más libre de la presión, expuso sobre la central el juego que le ha hecho figurar como una joven promesa. Obligó a Nadal a más intercambios, le pasó en varias ocasiones por el lateral y levantó incluso una bola de partido. Pero no pudo con la segunda, en un duelo en la red que Nadal salvó ‘in extremis’ con una volea de revés. Fue entonces cuando Rafa levantó el puño en señal de victoria.
Nadal se enfrentará en octavos contra el checo Jiri Vesely, que derrotó al italiano Fabio Fognini, por 7-6 (4), 3-6, 6-3, y 6-2. Fabio llegó a la conferencia de prensa 12 minutos tarde, estuvo en ella dos minutos y contestó de mala gana cuatro preguntas.
Nadal está ya en octavos sin ceder un set en tres encuentros. El de este viernes significó su triunfo 46 en Wimbledon, donde ha perdido 10 partidos, su 64 victoria sobre hierba (18 derrotas), y su resultado 240 positivo en el Grand Slam.
Lo mejor de su juego contra De Miñaur fue su servicio, inalterable a pesar de las tres oportunidades de quiebre del «aussie». Él por su parte, lo robó cinco veces de 12 intentos. Todo eso acompañado por 30 golpes ganadores y solo 19 errores no forzados, ganando el encuentro con 91 tantos por 62 de su rival.
También está en octavos, el argentino Juan Martín del Potro, que como Nadal sigue sin ceder un set, tras superar al francés Benoit Paire por 6-4, 7-6 (4) y 6-3, y el canadiense Milos Raonic, finalista en 2016, que finalizó su partido contra el austríaco Denis Novak, suspendido el viernes por falta de luz, por 7-6 (5), 4-6, 7-5 y 6-2.
La gran sorpresa de la jornada la daría después Gulbis, de 29 años, 139 del mundo, que causó el mayor impacto hasta el momento en el cuadro masculino de Wimbledon, al derrotar al alemán Alexander Zverev, tres del mundo en cinco sets y en tres horas y 20 minutos.
El carismático jugador de Riga, que alcanzó las semifinales de Roland Garros en 2014, ganando entonces al suizo Roger Federer en octavos, y al checo Tomas Berdych en cuartos, para caer ante el serbio Novak Djokovic en la penúltima ronda, se sobrepuso al enorme desgaste de la fase previa, para superar a Zverev en el primer enfrentamiento entre ambos.
Gulbis fue enormemente superior en el tramo final, dejando ganar al germano solo tres juegos en los últimos dos sets, el de postre, en blanco, para mayor castigo de ‘Sascha’.
Zverev suma así una nueva derrota que hace mella en su historial en el Grand Slam, donde todavía no ha pasado de los cuartos de final. Esta temporada ha caído en tercera ronda del Abierto de Australia, ante el coreano Hyeon Chung, y en los cuartos de Roland Garros, contra el austríaco Dominic Thiem.
Gulbis se enfrentará en octavos contra el ganador del duelo entre el japonés Kei Nishikori y el australiano Nick Kyrgios.
El éxito de Gulbis llega acompañado del de su compatriota Jelena Ostapenko, campeona de Roland Garros en 2017, que derrotó a la rusa Vitalia Diatchenko, por 6-0 y 6-4. Es la primera vez en la historia que dos letones, hombre y mujer, alcanzan juntos los octavos de final de un Grand Slam.
Podría haber sido un gran día para Inglaterra, después de que la selección de fútbol alcanzara las semifinales de la Copa del Mundo por primera vez en 28 años al derrotar a Suecia por 2-0, si Kyle Edmund se hubiese impuesto a Novak Djokovic, pero el serbio salió airoso por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-4.
Djokovic se enfrentará contra el ruso Karen Khachanov, que superó al estadounidense Francis Tiafoe, por 4-6, 4-6, 7-6 (3), 6-2 y 6-1, para acceder por primera vez a los octavos de Wimbledon.
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