Las funerarias de Uvalde, Texas no quisieron prestar servicios funerales al acusado de la masacre en la escuela primaria Robb y su familia dividida se disputaba el cuerpo del tirador, por lo que su cadáver permaneció tres semanas y media con el forense local.
Salvador Ramos, de 18 años, quien fue abatido por la policía, fue el responsable del tiroteo en la escuela primaria Robb del 24 de mayo, donde 19 alumnos y 2 maestros perdieron la vida. Mientras el proceso de investigación sobre el tiroteo ha continuado, un hecho llamó la atención: nadie quería recibir el cuerpo de Ramos.
Por un lado, el forense de facto del condado de Uvalde, Eulalio “Lalo” Díaz Jr, dijo que las funerarias de la ciudad no querían “ocuparse de los restos del tirador”, informó el Houston Chronicle.
El médico forense del condado de Bexar realizó una autopsia al cadáver de Ramos el 27 de mayo, tres días después de que los agentes de la ley lo mataron a tiros. Pero cuando buscaron el servicio para el cuerpo de Ramos, las funerarias estaban ocupadas atendiendo a las 21 víctimas mortales de la masacre.
«Una vez que llegaron a él, las funerarias de la ciudad dijeron: ‘No queremos ocuparnos de él'», dijo Díaz Jr. según el mismo medio. «Tuve que almacenarlo durante tres semanas. Mientras se celebraban los funerales de las víctimas, yo seguía pensando qué hacer con él. Fue un momento estresante».
También les preocupaba todo lo que podría implicar su funeral y cómo podrían reaccionar las familias de las víctimas.
Asimismo la familia dividida de Ramos se disputaba su cuerpo. Situaciones que llevaron a que el servicio funerario del adolescente permaneciera sin llevarse a cabo.
«Tardaron tres, tres semanas y media en entregárselo a la familia», dijo Díaz Jr. «Estaban peleando entre ellos».
Finalmente, una funeraria de fuera de la ciudad, en Castle Ridge en Crystal City, se encargó de preparar el funeral de Ramos. Informan que su cuerpo fue incinerado en un edificio anodino de la calle South Frio, en el extremo occidental del centro de San Antonio, según el Houston Chronicle.
Ramos presuntamente disparó a su abuela de 66 años en la cara en el porche de su casa antes de robar su camioneta y conducir a la escuela primaria a la que una vez asistió y efectuar un mortal tiroteo.
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