La NBA ha «recomendado» que los jugadores, entrenadores y árbitros reciban un refuerzo de la vacuna en un memorando de la liga que fue obtenido por The Associated Press el domingo.
El memorándum recomendaba a los que habían recibido la vacuna de Johnson & Johnson que se pusieran un refuerzo de Pfizer o Moderna. A los que recibieron las vacunas Pfizer o Moderna se les anima a recibir cualquier vacuna de refuerzo que esté disponible.
La noticia ocurre cuando se ha reportado que aproximadamente el 97% de los jugadores de la NBA ya han sido vacunados. Sin embargo, nuevos datos han demostrado que los niveles de anticuerpos descienden significativamente después de seis meses en el caso de las vacunas Pfizer y Moderna, y de dos meses en el caso de Johnson & Johnson.
Aquellos que pueden recibir una vacuna de refuerzo y se nieguen a hacerlo podrían enfrentarse a las pruebas para el día del partido a partir del 1 de diciembre. La fecha de las pruebas dependerá de cuándo se vacunó originalmente la persona y de la marca de la vacuna que se le aplicó.
El reporte se produce tras la reciente controversia en la que se ha visto envuelto el guarda de los Brooklyn Nets, Kyrie Irving. El jugador estrella ha sido expulsado del equipo hasta que se haya vacunado completamente contra el COVID-19, según un comunicado del equipo en octubre.
“Dada la naturaleza cambiante de la situación y después de una profunda deliberación, hemos decidido que Kyrie Irving no jugará ni practicará con los Nets hasta que cumpla con todos los requisitos para estar en el equipo. Kyrie ha tomado una decisión personal y respetamos su derecho individual a elegir”, dijo el gerente general de los Nets, Sean Marks, en un comunicado de los Nets el martes.
“Actualmente, su elección restringe su capacidad para ser un miembro a tiempo completo del equipo, y no permitiremos que ningún miembro de nuestro equipo participe con una disponibilidad de tiempo parcial”, agregó.
Otra controversia tuvo que ver con el delantero de los Golden States Warriors Andrew Wiggins, que aceptó la vacuna contra el COVID-19 después de que se le denegara su solicitud de exención religiosa. A Wiggins se le dijo que no podría jugar partidos locales si no se vacunaba.
Sin el pasaporte de la vacuna, Wiggins se enfrentó a la posibilidad de no poder entrar en el edificio de los Golden State en el Chase Center para los partidos, cuando el Departamento de Salud Pública de San Francisco empezó a exigir una prueba de vacunación para los grandes eventos en espacios cerrados el 13 de octubre.
El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, confirmó el estado de vacunación de Wiggins el 3 de octubre mientras hablaba con los periodistas. La estrella canadiense del baloncesto, de 26 años, es ahora elegible para jugar en todos los partidos.
Cualquier persona de 12 años o más está obligada a mostrar una prueba de vacunación para asistir a los eventos en el interior del Chase Center, y ese mensaje está en la página web de los Warriors para los aficionados.
Con información de Lorenz Duchamps.
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