Según nuevos datos, los neoyorquinos están abandonando la Gran Manzana en masa a medida que el aumento de inmigrantes ilegales sigue poniendo a prueba los recursos de la ciudad.
En 2023, la ciudad de Nueva York perdería 78,000 residentes, lo que reduciría su población total a 8.26 millones de personas y la situaría por debajo del récord de 8.8 millones registrado a principios de 2020, según datos recientes del censo adquiridos por The New York Times. La estimación se suma a los más de 126,000 residentes que la ciudad perdió en 2022.
El éxodo de Nueva York puede atribuirse a los años acumulados de mala formulación de políticas por parte de sus funcionarios electos, según E.J. Antoni, investigador del Centro de Análisis de Datos de The Heritage Foundation.
«La ciudad de Nueva York es víctima de las terribles decisiones de sus dirigentes, y lo que estamos viendo es que la gente que vive allí lo está comprendiendo ahora», declaró Antoni a The Epoch Times.
«De hecho, es difícil encontrar una política pública aplicada por ese estado o ciudad que pueda señalarse como ejemplo de hacerlo bien.
«Las calles están llenas de baches, la delincuencia está fuera de control y la calidad de vida en general ha llegado a un punto en el que mucha gente mira a su alrededor y dice: ‘Al diablo con esto, me voy'», añadió.
En total, el informe del NY Times estimó que desde abril de 2020 hasta julio de 2023, la ciudad perdió más del 6 por ciento de toda su población, o casi 550,000 residentes. Las autoridades habían estimado previamente que la ciudad de Nueva York alcanzaría los 9 millones en dos décadas.
Sin embargo, los funcionarios de la ciudad se opusieron a las cifras, alegando que las nuevas estimaciones del censo no tenían plenamente en cuenta el creciente número de inmigrantes ilegales, lo que habría dado lugar a una disminución significativamente menor en la población que se informa.
El censo, que se utiliza para determinar la representación política y la distribución del dinero federal, incluye a los inmigrantes ilegales.
Según el Departamento de Planificación Urbana, la agencia ajustaría la estimación para tener en cuenta a los 180,000 inmigrantes ilegales que han llegado a la ciudad desde la primavera de 2022 y a los 64,600 que aún residen en viviendas de la ciudad.
Inmigrantes ilegales
Sin embargo, según Antoni, uno de los principales factores de expulsión de los neoyorquinos es la llegada ilegal de nuevos inmigrantes. Afirma que muchos residentes nativos están abandonando el estado —y principalmente viajando hacia el sur— en respuesta al aumento de los índices de delincuencia, el incremento de los costes y la disminución del nivel de vida, ya que cada vez se destinan más recursos a la creciente población de inmigrantes ilegales.
«La calidad de vida se ha visto absolutamente mermada por la afluencia de extranjeros ilegales a la ciudad», afirma Antoni. «Cuando hay una cantidad significativa de apartamentos y habitaciones de hotel desplazando a los neoyorquinos, aumenta la escasez y es parte de la razón por la que la ciudad está viendo cómo se disparan los costes».
«Es evidente. ¿Cómo es que los políticos no lo entienden?», añadió.
La ciudad de Nueva York está gastando unos 387 dólares al día por migrante para proporcionar comida y refugio a los 64,800 migrantes que hay en la ciudad, según datos del Ayuntamiento de Nueva York, de los que informó originalmente el New York Post. Estas cifras no incluyen el coste de otros servicios como la atención médica y la educación.
Cuatro de los cinco distritos experimentaron descensos de población en 2023, según las estimaciones del censo, siendo el Bronx el que experimentó el descenso más drástico, con una reducción de 25,000 residentes y la pérdida de casi el 1.9 por ciento de su población. Brooklyn perdió más de 28,000 residentes y Queens más de 26,000, es decir, algo más del 1 por ciento de su población.
El presidente del distrito de Queens, Donovan Richards, afirmó que el aumento del coste de la vivienda está forzando a los neoyorquinos nativos a abandonar la ciudad, principalmente a los residentes de raza negra.
«Históricamente, la migración se producía del sur al norte», declaró Richards al New York Post. «Los negros están volviendo al sur porque es más barato vivir. Tengo familiares que se han trasladado».
«El reto al que nos enfrentamos es la crisis de asequibilidad. Tenemos que hacer algo con el coste y la oferta de la vivienda», añadió.
Para que Nueva York detenga la hemorragia, primero tendrá que cambiar su política por otra que dé prioridad a su propia población, según Antoni.
«Lo que le ha ocurrido a Nueva York es una herida autoinfligida», afirmó Antoni. «Si deja de hacer malas políticas, la herida se curará.
«Sin embargo, lo que me preocupa es que parece haber una proporción cada vez mayor de residentes de la ciudad que realmente apoyan estas políticas perjudiciales, y cuanto más tiempo permanezca así, peor será la situación», añadió.
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