El gobernador de New Hampshire, el republicano Chris Sununu, dijo el miércoles que se opone a que se vuelva a imponer el uso obligatorio de mascarilla en el estado después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dieran marcha atrás en sus orientaciones, que ahora exigen que algunas personas totalmente vacunadas lleven el rostro cubierto en interiores.
«Todo el mundo en Estados Unidos está de acuerdo en que los mensajes que salen de Washington son extremadamente confusos y este último anuncio solo refuerza que, en este momento, la mejor solución para salir de esta pandemia está en el individuo», dijo la oficina de Sununu en una declaración a Boston25News, refiriéndose al reciente cambio de política de los CDC sobre el uso de mascarillas, que se produjo varios meses después de que la agencia anunciara que las personas totalmente vacunadas no necesitaban usar mascarillas en interiores debido a la protección proporcionada por las vacunas.
El 27 de julio, los CDC revisaron sus orientaciones sobre el enmascaramiento, citando la amenaza de la variante Delta, y ahora la agencia recomienda a las personas totalmente vacunadas que lleven mascarilla en lugares públicos si se encuentran en zonas de «transmisión sustancial o alta». Según los CDC, gran parte del país entra en esa categoría.
«New Hampshire tiene una de las tasas más bajas de COVID de todo Estados Unidos, y el gobernador Sununu no apoya la reimplantación de las restricciones de COVID, incluyendo el uso obligatorio de mascarilla», dijo la oficina de Sununu en una declaración a CBS Boston.
Calificando las vacunas contra la COVID-19 como «la mayor herramienta que tienen los individuos para protegerse a sí mismos y a su familia», Sununu animó a los residentes de New Hampshire a vacunarse, según el comunicado.
Al mismo tiempo, Sununu ha subrayado que considera las vacunas como una cuestión de elección personal.
«Ahora mismo, es responsabilidad individual de la gente. Si alguien no se ha vacunado en este momento, ha tomado esa decisión consciente de no hacerlo», dijo Sununu el 22 de julio. «El trabajo del gobierno es proporcionar esa puerta abierta. Si quieren la vacuna, aquí la tienen, fácil y bonita».
«Así que tiene todas las herramientas disponibles para usted y su familia para tomar esa decisión», añadió.
Sununu sancionó esta semana una ley de «libertad médica» (pdf) que impide a las entidades gubernamentales de New Hampshire negar a las personas el acceso o los servicios en función de su estado de vacunación.
«Toda persona tiene el derecho natural, esencial e inherente a la integridad corporal, libre de cualquier amenaza o coacción por parte del gobierno para aceptar una vacunación», dice la ley.
La nueva ley deja en vigor las normas estatales que exigen la vacunación para la admisión a la escuela y permite la vacunación obligatoria en las prisiones y cárceles.
La variante Delta del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), el patógeno que causa la COVID-19, ha sido catalogada como «variante preocupante» por los CDC, que la consideran más transmisible y potencialmente más resistente a las vacunas.
Aunque las orientaciones revisadas de los CDC no son vinculantes, son seguidas de cerca por los departamentos de salud, las empresas y otras entidades de todo el país, que a menudo calibran las políticas de aplicación según las recomendaciones de la agencia.
El uso de la mascarilla durante la pandemia de la COVID-19 se ha convertido en un tema candente, ya que algunos cuestionan la eficacia de cubrirse la cara y otros se oponen al uso obligatorio por motivos de libertad personal. Los defensores tienden a adoptar un enfoque de «más vale prevenir que lamentar» ante los estudios de eficacia poco potentes sobre el uso de mascarillas, mientras que en general consideran el uso obligatorio como un inconveniente menor que ayuda a proteger a las personas que son propensas a sufrir complicaciones graves si se infectan.
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