La policía rusa detuvo hoy a dos jóvenes, miembros de un movimiento anticomunista, después de que uno de ellos arrojara claveles a la tumba del líder soviético Iósif Stalin al grito de «¡arde en el infierno, verdugo!».
Según el portal Znak.com, el incidente tuvo lugar durante un acto organizado por simpatizantes del dirigente soviético con ocasión del 66º aniversario de su muerte. «¡Arde en el infierno, verdugo del pueblo y asesino de mujeres y niños!», dijo el joven activista instantes antes de ser detenido por agentes de seguridad, según ese medio ruso.
Los activistas detenidos hoy forman parte del proyecto «Descomunización», que aboga por una «investigación pública de los crímenes cometidos por el régimen totalitario comunista y su condena» y reclama la prohibición del uso de los símbolos comunistas con fines políticos.
A Stalin, quien dirigió con mano de hierro la URSS durante más de un cuarto de siglo y fue responsable de millones de muertes, muchos rusos lo consideran un dictador sanguinario. Según una encuesta realizada en 2017, el 62% de los rusos considera a Stalin un personaje nada extraordinario.
«Si por una razón u otra, parte de la población lo ve como un personaje de culto, es cuestión de educación familiar y propaganda estatal», comentó este martes el historiador y miembro del Consejo de Derechos Humanos adscrito a la Presidencia rusa, Nikolái Svanidze.
Svanidze respondía así a una propuesta realizada esta mañana por el conocido periodista y director de la emisora «Govorit Moskva», Serguéi Dorenko, quien pidió a las autoridades rusas retirar la tumba de Stalin del pleno centro de Moscú.
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