Nicolás Maduro recomienda ver Netflix, pero el Internet en Venezuela no da abasto

Por Sabrina Martín - Panam Post
16 de abril de 2020 7:09 PM Actualizado: 16 de abril de 2020 7:09 PM

Mientras Nicolás Maduro les recomienda a los venezolanos ver Netflix en cuarentena, la red de telecomunicaciones está al borde del colapso en el país suramericano.

Además, el costo de la mensualidad mínima de Netflix para un usuario es de 8 dólares, sin embargo, el salario mínimo en Venezuela no supera los 5 dólares mensuales. Aun así, Maduro recomienda ver Netflix durante la cuarentena.

«Les recomiendo, a los que tengan Netflix, que son muchos en Venezuela, que vean Bolívar. Se las recomiendo especialmente. Cilia y yo ya la vimos y la vamos a volver a ver», dijo el tirano.

«Recomiendo muy especialmente La Casa de Papel, cuarta temporada. La vimos el fin de semana Cilia y yo. ¡Quisiera conocer a los actores, son como familia de uno!», exclamó.

Un migrante venezolano carga su equipaje antes de subir a un autobús para regresar voluntariamente a su país debido a la nueva pandemia de COVID-19, en Cali, Colombia, el 14 de abril de 2020. (LUIS ROBAYO/AFP vía Getty Images)

Maduro, que tiene el control de las comunicaciones en Venezuela, pareciera ignorar que la calidad de la señal de Internet en ese país es una de las peores del mundo; esto mientras los ciudadanos enfrenta escasez de combustible y una crisis humanitaria y sanitaria sin precedentes.

Venezuela posee 3.67 megabits por segundo de velocidad para navegar en la web y ocupa el puesto 175 de 176 en el estudio Speedtest Global Index, que mide la velocidad de Internet.


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


«Según Andrés Azpúrua director de VE sin Filtro, página web que reporta restricciones de Internet en Venezuela, desde que inició la cuarentena, los servicios de Internet han caído de forma dramática en la mayoría de los operadores de Internet», señala el portal de noticias Runrunes.

La mayor operadora del país, la filial de Telefónica SA Movistar, dijo que el aumento en el uso de datos durante la primera semana de cuarentena de los venezolanos fue igual al incremento completo para todo 2019. La empresa pidió a los clientes que «usen la red de manera responsable».

Hombres con mascarillas caminan en el barrio de Petare el 23 de marzo de 2020 en Caracas, Venezuela. (Carlos Becerra/Getty Images)

El país suramericano tiene la velocidad de Internet más lenta en América Latina. Los expertos dicen que años de baja inversión y negligencia, apagones recurrentes y estrictos controles de precios han dejado la infraestructura de Venezuela al borde del colapso.

Según Infobae, desde que comenzó la cuarentena nacional el pasado 17 de marzo, «cada día ha marcado un nuevo pico en el consumo de datos». «Los últimos datos de Speedtest para febrero de 2020 muestran que la velocidad de banda ancha móvil de Venezuela ocupa el puesto 139 a nivel mundial, por encima solo de Afganistán y Palestina. La velocidad de banda ancha fija ocupó el puesto 175 en todo el mundo, solo más rápida que en Turkmenistán», señala el reportaje.

A esto se suman las constantes fallas eléctricas que les impide a los venezolanos acceder a Internet y a otros medios de comunicación. Desde el 12 de marzo de 2020, un día antes de que Nicolás Maduro decretara cuarentena colectiva en seis estados del país, la organización Netblocks reportó que tres apagones afectaron la conectividad en el país y tres plataformas fueron bloqueadas.

Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


A continuación

La falsa felicidad del comunismo

Lee la serie completa Cómo el espectro del comunismo rige nuestro mundo

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.