Los funcionarios de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos no monitorearon adecuadamente las asignaciones de fondos a EcoHealth y, por lo tanto, no pudieron comprender completamente la investigación que la organización sin fines de lucro llevaba a cabo a expensas de los contribuyentes estadounidenses, según los investigadores de la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS-OIG).
“A pesar de identificar los riesgos potenciales asociados a la investigación que se realiza bajo las adjudicaciones a EcoHealth, descubrimos que los NIH no monitorearon de manera efectiva ni tomaron medidas oportunas para abordar el cumplimiento de EcoHealth con algunos requisitos”, dice el informe de la HHS-OIG.
El informe se hizo público el 25 de enero.
“Aunque los NIH y EcoHealth habían establecido procedimientos de monitoreo, nosotros encontramos deficiencias en el cumplimiento de esos procedimientos, lo que limitó la capacidad de NIH y EcoHealth para monitorear de manera efectiva las asignaciones de subvenciones federales [o] para comprender la naturaleza de la investigación realizada, identificar posibles áreas problemáticas y tomar medidas correctivas”, según el informe.
Es probable que el nuevo informe intensifique la controversia desatada a raíz de la pandemia de COVID-19 en 2020, cuando se supo que los NIH habían otorgado millones de dólares en subvenciones federales a EcoHealth Alliance, la organización sin fines de lucro de investigación de la salud con sede en Nueva York.
EcoHealth, a su vez, otorgó fondos al Instituto de Virología de Wuhan (WIV) en Wuhan, China, donde se llevó a cabo de forma rutinaria una extensa investigación de ganancia de función, incluso sobre COVID-19 y los coronavirus relacionados.
Muchos expertos en salud de Estados Unidos y miembros del Congreso sostienen que el virus COVID-19 se filtró del Instituto de Virología de Wuhan y se propagó desde allí por todo el mundo. Más de 1 millón de estadounidenses y más de 6 millones de personas en el mundo fallecieron como resultado del virus. Los funcionarios del Partido Comunista Chino ( PCCh) se negaron rotundamente a permitir que los investigadores estadounidenses e internacionales tengan pleno acceso necesario para determinar el origen y la propagación de COVID-19.
La auditoría de la Oficina del Inspector General se centró principalmente en tres subvenciones de NIH otorgadas a EcoHealth por un total de más de USD 8 millones. Al menos USD 3 millones de los fondos federales otorgados a EcoHealth desde 2014 se destinaron a investigaciones relacionadas con el Instituto de Virología de Wuhan, y la organización sin fines de lucro recibió recientemente otra subvención del Departamento de Defensa valorada en casi USD 3 millones.
El informe señaló además que «aunque el Instituto de Virología de Wuhan (WIV) cooperó con el monitoreo de EcoHealth durante varios años, la falta de cooperación de WIV luego del brote de COVID-19 limitó la capacidad de EcoHealth para monitorear a su receptor secundario. NIH debe evaluar cómo puede mitigar mejor estos problemas para supervisar el uso de fondos NIH por parte de receptores y subreceptores extranjeros.
El 25 de enero, la senadora Joni Ernst (R-Iowa) presentó un proyecto de ley para prohibir que los fondos federales se destinen a EcoHealth para cualquier propósito, o a cualquier subsidiaria u otra entidad vinculada con EcoHealth.
“Ningún fondo autorizado o apropiado por la ley federal puede ponerse a disposición de EcoHealth Alliance, Inc. para ningún propósito, incluidas las subsidiarias y organizaciones relacionadas que están directamente controladas por EcoHealth Alliance, Inc., incluidas las organizaciones on individuos subcontratados o subvencionados», dice la propuesta de Ernst.
El proyecto de ley también establece que la Oficina de Contabilidad del Gobierno, el brazo de investigación del Congreso, realice un análisis de todos los fondos federales que se destinaron a EcoHealth en la década anterior a 2023. El análisis se centrará en «la cantidad de fondos federales otorgados a EcoHealth Alliance, Inc. (directa o indirectamente a través de subvenciones, contratos, subvenciones secundarias, subcontratos o cualquier otro tipo de acuerdo o colaboración) (…) que se proporcionaron, ya sea deliberadamente o sin darse cuenta, a (1) la República Popular China; (2) el Partido Comunista Chino; (3) el Instituto de Virología de Wuhan; o (4) cualquier otro laboratorio, agencia, organización, individuo o instrumento” que sea propiedad o esté controlado directa o indirectamente por EcoHealth o cualquiera de las entidades enumeradas.
EcoHealth emitió una declaración extensa que afirmaba que el informe de la Oficina del Inspector General «no encontró problemas significativos con la supervisión y el cumplimiento de las subvenciones de la EHA, y resumió sus hallazgos de la siguiente manera: ‘EcoHealth tenía pasos establecidos para realizar evaluaciones de riesgo de sus subreceptores, y también había estandarizado listas de verificación para documentar el monitoreo de rutina de sus subreceptores’”.
EcoHealth también dijo que «acepta las recomendaciones de la Oficina del Inspector General sobre cómo garantizar que las subadjudicaciones cumplan con los requisitos federales; cómo garantizar el cumplimiento de la supervisión y los informes de los subreceptores; la financiación».
La organización sin fines de lucro también dijo que el informe de la Oficina del Inspector General (OIG) señaló que solo el uno por ciento de sus actividades financiadas por los NIH fueron rechazadas, lo que significa que «dicho de otra manera, la OIG descubrió que la EHA cumplió con los requisitos federales en un 99 por ciento».
El informe, sin embargo, dijo que EcoHealth “no se aseguró de que las sub-adjudicaciones cumplieran con los requisitos federales, no aseguró el cumplimiento de los requisitos de monitoreo e informes de los subreceptores, y no cumplió con ciertos requisitos de divulgación pública asociados con la presentación de informes de financiación de sub-adjudicaciones (…) Estas deficiencias ocurrieron porque los NIH y EcoHealth no siguieron las políticas y los procedimientos establecidos”.
El informe de la HHS-OIG fue solicitado originalmente por la senadora Ernst.
“Si bien los NIH ciertamente comparten la culpa, EcoHealth Alliance tiene la culpa en última instancia por no decirle al mundo lo que realmente estaba sucediendo en el Instituto Wuhan de China. Son culpables de complacencia o de encubrimiento, o tal vez un poco de ambos. EcoHealth recibió millones, prometiendo que su búsqueda de virus de murciélago protegería al mundo de una pandemia (…) bueno, el mundo tuvo una pandemia y EcoHealth sigue recibiendo millones», dijo la senadora en una declaración emitida el 25 de enero.
“Nosotros no podemos permitirnos más esfuerzos de ‘prevención’ de EcoHealth. Es por eso que debemos prohibirles permanentemente que vuelvan a recibir dólares de los contribuyentes”.
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