La candidata presidencial republicana, Nikki Haley, puso fin a su candidatura para 2024 el 6 de marzo, sin respaldar al presunto candidato del partido, el expresidente Donald Trump.
La Sra. Haley dio la noticia en un breve discurso ante sus seguidores en Charleston, Carolina del Sur.
“Estoy llena de gratitud por el gran apoyo que hemos recibido de todo nuestro gran país. Pero ha llegado el momento de suspender mi campaña”, afirmó la candidata. “Yo dije que quería que se escuchara la voz de los estadounidenses. Ya lo he hecho. No tengo arrepentimientos, y aunque ya no seré candidata, no dejaré de usar mi voz para las cosas en las que creo”.
El anuncio de la Sra. Haley se produjo un día después del Supermartes, el día en el que se celebra la mayor cantidad de primarias en el ciclo de elecciones presidenciales, en el que el presidente Trump arrasó en todas las contiendas menos una.
Al reconocer que el expresidente probablemente se convertiría en el candidato republicano, Haley lo felicitó por el logro y le deseó lo mejor, pero no llegó a ofrecer su respaldo.
«Yo siempre he sido una republicana conservadora y he apoyado al candidato republicano», dijo Haley. «Pero en esta cuestión, como lo hizo en tantas otras, Margaret Thatcher dio un buen consejo cuando dijo: ‘Nunca sigas simplemente a la multitud. Siempre toma tus propias decisiones'».
“Ahora le corresponde a Donald Trump ganarse los votos de aquellos dentro y fuera de nuestro partido que no lo apoyaron. Y espero que así sea”.
El presidente Trump respondió a la noticia del retiro de la Sra. Haley de la contienda con una declaración en su plataforma Truth Social.
Tras señalar que había “derrotado” a la Sra. Haley la noche anterior, el expresidente dijo que «a estas alturas, yo espero que ella permanezca en la ‘carrera’ y luche hasta el final”.
A la vez, invitó a los partidarios de Haley a unirse a él en sus esfuerzos por derrotar al presidente Joe Biden en noviembre, a quien llamó “el enemigo”.
“ÉL ESTÁ DESTRUYENDO NUESTRO PAÍS”, escribió el Sr. Trump. “¡¡¡HAGAMOS A ESTADOS UNIDOS GRANDE OTRA VEZ!!!”
Reduciendo el campo
La exgobernadora de Carolina del Sur lanzó su campaña en febrero de 2023, lo que la convirtió en la primera candidata importante del Partido Republicano en lanzarse a la contienda después del presidente Trump. También fue la única mujer candidata en la contienda republicana.
Entre los contendientes, la Sra. Haley tuvo dificultades al principio para ganar seguidores. Pero en el primer debate de las primarias, en agosto, tuvo un momento decisivo.
Su postura sobre el aborto, en particular, se ganó el apoyo de los más moderados. Señaló que sin una mayoría en la Cámara de Representantes, 60 votos en el Senado y la Casa Blanca, el Partido Republicano no puede promulgar una prohibición nacional del aborto. Según ella, hay que centrarse en alcanzar un consenso para que se reconozca de forma general que deben prohibirse los abortos en fases avanzadas de gestación, fomentarse las adopciones y facilitarse los anticonceptivos. También dijo que los profesionales médicos deberían poder ejercer según su conciencia, y las mujeres no deberían ser encarceladas por abortar.
Esta postura suscitó las críticas de algunos conservadores, que la consideraron incoherente con las afirmaciones de la Sra. Haley de ser «provida sin reservas». Pero para quienes tienen una postura más liberal sobre el tema, sus comentarios fueron vistos como una rama de olivo.
A medida que se acercaban las primeras primarias, la Sra. Haley fue subiendo en las encuestas hasta quedar codo con codo con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, por el segundo puesto. Y aunque quedó tercera en Iowa, era difícil saberlo por sus declaraciones.
«Puedo decir sin temor a equivocarme que esta noche Iowa ha convertido las primarias republicanas en una contienda de dos personas», declaró Haley al conocerse los resultados.
Sus palabras fueron pronto validadas por el empresario Vivek Ramaswamy y el Sr. DeSantis, que abandonaron la contienda antes de las primarias de Nuevo Hampshire, una semana después.
Allí, la Sra. Haley perdió por 11 puntos, aunque, de nuevo, su discurso contó una historia diferente. Subrayando que la contienda estaba «lejos de terminar», dijo que su campaña «acababa de empezar».
Pero cuando el 3 de marzo logró su primera y única victoria en las primarias del Distrito de Columbia, ya hacía tiempo que se veía venir.
Cuando se contaron los votos el Supermartes, se esperaba que pronto se anunciara la suspensión de su campaña.
Obstáculos
Aunque la Sra. Haley llevó a cabo una campaña franca de tipo positiva, no estuvo exenta de polémica.
Uno de los mayores errores fue cuando no identificó la esclavitud como causa principal de la Guerra Civil en un foro ciudadano de New Hampshire en diciembre.
«Creo que la causa de la Guerra Civil fue básicamente cómo iba a funcionar el gobierno: las libertades y lo que la gente podía y no podía hacer», respondió Haley cuando un votante le preguntó qué pensaba al respecto.
Cuando se le insistió más, dio una larga explicación sobre el papel del gobierno y la importancia de la libertad individual. Pero, una vez más, olvidó mencionar la esclavitud, algo que el votante dijo que le parecía «asombroso».
La Sra. Haley aclaró más tarde que «por supuesto que la Guerra Civil tuvo que ver con la esclavitud», pero para entonces el daño ya estaba hecho.
La polémica aumentó al mes siguiente, cuando la Sra. Haley dijo que Estados Unidos «nunca ha sido un país racista». Cuando The Epoch Times le preguntó si el comentario había sido un desliz, la exembajadora estadounidense ante las Naciones Unidas respondió: «No».
«Escuche, yo nací siendo morena en un pequeño pueblo rural de Carolina del Sur. … ¿Nos enfrentamos al racismo? Sí», dijo la Sra. Haley, cuyos padres emigraron a Estados Unidos desde India.
«Pero lo que puedo decirle es que esa chica morena que creció en ese pequeño pueblo rural creció hasta convertirse en la primera gobernadora de una minoría de la historia, llegó a ser embajadora de la ONU y ahora se presenta como candidata a la presidencia de Estados Unidos. No quiero que ningún niño moreno, negro o de otra raza piense que vive en un estado racista».
La candidata dijo que aunque hay racismo en Estados Unidos, no es sistémico y hay igualdad de oportunidades para todos.
Pero para muchos votantes republicanos, otra desilusión fue la crítica al presidente Trump basada en la edad.
Aunque al principio de su campaña se abstuvo en gran medida de atacar al expresidente, eso cambió en las semanas previas al Caucus de Iowa, en enero. A partir de entonces, comparó con frecuencia al presidente Trump con el presidente Joe Biden —de quien se cree que se encuentra en un estado de deterioro cognitivo— argumentando que era hora de que una «nueva generación» tomara las riendas.
«Trump y Biden son dos ancianos que no hacen más que envejecer», dijo en un acto de campaña el 20 de febrero, mientras explicaba sus razones para seguir en la contienda.
«Todos los hemos visto hablar torpemente y confundirse sobre los líderes mundiales. Esa no es la persona que quieres en el Despacho Oval cuando Rusia lance un arma nuclear contra nuestros satélites o China apague nuestra red eléctrica».
Días después, en la Conferencia de Acción Política Conservadora de Washington, Barbara Burg, residente en Alaska, declaró a The Epoch Times que esas críticas le parecían injustas.
«Creo que está diciendo muchas cosas hirientes y quizá falsas sobre Trump», dijo la Sra. Burg, que inicialmente se planteó votar por la Sra. Haley. «Quiero decir, sí, es mayor. Sí, tiene casi la edad de Joe Biden, pero su intelecto sigue siendo fuerte en su campaña. Su mente es fuerte».
De cara al futuro, la Sra. Haley podría volver a postularse en 2028. Quizá después de cuatro años la polvareda se haya asentado lo suficiente como para que votantes como la Sra. Burg le den otra oportunidad. Pero dado que el presidente Trump sigue controlando el Partido Republicano, la probabilidad de que eso ocurra es incierta.
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