La aspirante republicana a la presidencia, Nikki Haley, calificó el Senado de Estados Unidos como «la residencia de ancianos más privilegiada del país» después de que el senador republicano Mitch McConnell, de 81 años, sufriera una segunda parálisis o ‘congelación’
Tras congelarse brevemente en medio de una frase hace varias semanas en Washington, McConnell volvió a sufrir un episodio similar en Covington, Kentucky, el 30 de agosto. El miércoles, después de que un periodista preguntara a McConnell si se presentaría a la reelección en 2026, el legislador republicano pidió al periodista que repitiera la pregunta, antes de bloquearse y quedarse mirando al frente en silencio.
Un ayudante que se encontraba junto a McConnell le preguntó si había oído la pregunta y se la repitió y, cuando no respondió, el ayudante dijo a los periodistas: «Vamos a necesitar un minuto», mientras McConnell seguía inmóvil y mirando al frente sin pronunciar palabra.
El médico del Capitolio dice que el senador McConnell está «médicamente bien» un día después de la congelación
Tras el segundo episodio de congelación del líder republicano, la Sra. Haley fue preguntada durante una entrevista en Fox News sobre el incidente.
«Es triste», dijo Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y embajadora ante las Naciones Unidas, a Fox News.
«Nadie debería sentirse bien viendo eso, igual que no deberíamos sentirnos bien viendo a Dianne Feinstein, igual que no deberíamos sentirnos bien viendo muchas de las cosas que están pasando o viendo el declive de [el presidente] Joe Biden», añadió.
La senadora Dianne Feinstein (D-California), que a sus 90 años es la congresista de mayor edad, ha sufrido problemas de salud y ha recibido peticiones para que dimita antes de que termine su mandato.
«Hay que saber cuándo marcharse»
En su entrevista en Fox News, Haley pareció burlarse del Senado, calificándolo de «la residencia de ancianos más privilegiada del país».
Ella dijo que el Sr. McConnell «ha hecho algunas grandes cosas y merece crédito».
«Pero hay que saber cuándo marcharse», añadió.
El llamamiento de la Sra. Haley para que el Sr. McConnell dimita es uno que varios republicanos han hecho desde el incidente de congelación.
La Rep. Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) entró en X, antes conocido como Twitter, para decir que «los graves problemas de salud de envejecimiento y / o incompetencia de salud mental en los líderes de nuestra nación DEBEN ser abordados.»
«Biden, McConnell, Feinstein y []Fetterman son ejemplos de personas que no son aptas para el cargo y es hora de tomárselo en serio», añadió.
Otros que piden la dimisión de McConnell son el comentarista político Bill O’Reilly, que declaró a New Nation que «todos los estadounidenses deberían enviar mañana un correo electrónico a la oficina del senador McConnell, todos los estadounidenses, y decir: ‘Por favor, por favor, dimita por el bien de su salud'».
Mientras el Sr. O’Reilly pedía que se limitaran los mandatos de los congresistas, la Sra. Haley dijo en su entrevista en Fox News que debería haber pruebas de competencia mental para los congresistas de más de 75 años.
«No me importaría que los hicieran a partir de los 50 años», añadió, argumentando que los legisladores toman decisiones importantes sobre la economía y la seguridad nacional, por lo que deben estar «en la cima de su desempeño».
Por su parte, McConnell ha recibido el visto bueno del Dr. Brian Monahan, médico del Congreso, para continuar con su agenda según lo previsto.
«He consultado con el líder McConnell y conferenciado con su equipo de neurología», escribió el Dr. Monahan en una nota vista por The Epoch Times.
«Después de evaluar el incidente de ayer, he informado al líder McConnell de que está médicamente bien para continuar con su agenda según lo previsto», añadió el Dr. Monahan.
«Ser testarudo me ha venido muy bien»
Tras el primer incidente de congelación, un ayudante del Sr. McConnell dijo que el principal republicano en el Senado no tiene planes de renunciar.
«El líder McConnell agradece el continuo apoyo de sus colegas, y planea cumplir su mandato completo en el trabajo para el que le eligieron abrumadoramente», dijo el portavoz en un comunicado a los medios de comunicación.
Un ayudante dijo a los periodistas que, después de que el Sr. McConnell se congelara en Washington a finales de julio, «se sintió mareado», pero más tarde «fue agudo» cuando regresó.
Anteriormente, McConnell había sufrido una conmoción cerebral y una fractura de costillas tras una caída en marzo, que le obligó a permanecer brevemente en el hospital.
«Estoy muy contento de estar de vuelta», dijo McConnell en el pleno del Senado en Washington en abril, tras su regreso después de la caída. «Hay asuntos importantes que abordar en el Congreso».
«Baste decir que esta no ha sido la primera vez que ser cabeza dura me ha servido de mucho», dijo también.
Tras servir en la administración Ford como ayudante del fiscal general, McConnell fue elegido senador en 1984.
Finalmente, asumió el cargo de senador republicano de mayor rango en 2006.
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