La fulgurante candidatura de Nikki Haley a la Casa Blanca no parece tener visos de detenerse.
Esta semana, a medida que la otrora considerada candidata más remota recogía apoyos clave, se alzaba como ganadora de las elecciones generales frente al presidente Joe Biden en una nueva encuesta realizada en New Hampshire y ganaba un caucus simulado en Iowa organizado por la influyente Federación Nacional de Jóvenes Republicanos.
Los resultados del caucus simulado, publicados el 13 de noviembre, dieron a la exembajadora ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur el 37.8 por ciento de los votos del caucus, eclipsando incluso al favorito, el expresidente Donald Trump, que obtuvo el 23.3 por ciento de los votos en la contienda precursora.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, quedó en tercer lugar con el 16.7 por ciento.
«Estamos viendo mucho interés en torno a Nikki Haley y creo que realmente ha trabajado duro … para conectar con los votantes más jóvenes», dijo el vicepresidente regional del medio oeste de YRNF, Brett Barker, a We Are Iowa en respuesta a los resultados.
El 15 de noviembre, llegaron más buenas noticias para la campaña de Haley cuando una encuesta bipartidista la mostró superando al presidente Biden en las elecciones generales.
La hipotética victoria fue otorgada a Haley por 917 votantes bipartidistas registrados en New Hampshire.
Realizada por el centro liberal Emerson College, con sede en Boston, la encuesta muestra que Haley vencería al presidente Biden con el 45 por ciento de los votos frente al 39 por ciento de él, y que Trump perdería por cinco puntos.
Al centrarse en el presidente Biden y su candidatura para un segundo mandato, la ex embajadora de la ONU le denunció por cortejar al líder chino Xi Jinping —calificando de «vergonzosa» su reunión de esta semana en San Francisco con él— y por carecer de verdaderos debates sobre el espionaje chino en suelo estadounidense.
La encuesta de Emerson, sin embargo, también muestra que para que ella tenga un enfrentamiento con el presidente Biden por la Casa Blanca, primero tiene que superar al presidente Trump en las primarias de New Hampshire.
El presidente Trump fue nombrado vencedor de la nominación del partido en el estado «purpurino» clave en la batalla.
De momento, Haley ya ha captado su cuota de antiguos partidarios de Trump, como demuestran las encuestas realizadas por The Epoch Times en varias de sus apariciones de campaña en Nuevo Hampshire.
Incluso gusta a los partidarios del presidente Trump en los principales estados disputados.
En un mitin de Trump celebrado el Día de los Veteranos, Don Gorman, de Deerfield, New Hampshire, partidario de Trump, dijo que aunque él es de «Trump hasta el final», si «ocurriera algo» por lo que su elección número 1 ya no estuviera en la carrera, dijo que sería «Haley hasta el final».
«La razón es que ella se maneja bien. Ha demostrado que tiene las agallas y la inteligencia para dirigir este país», dijo Gorman, veterano de la Marina Mercante, quien añadió que le gusta que Haley tenga conexiones militares, ya que su marido, Michael, es veterano de combate del Ejército de EE.UU. y oficial en activo de la Guardia Nacional.
Gorman dijo que también le gusta que tenga experiencia en asuntos exteriores y en líderes mundiales que suponen una amenaza potencial para Estados Unidos.
John Trapp, partidario de Trump, dijo a The Epoch Times que se inclina por Haley como segunda candidata a la Casa Blanca porque ha presentado un esbozo exhaustivo de sus objetivos como presidenta.
«También explica cómo va a lograrlos», dijo Trapp, que, al igual que el marido de Haley, es veterano del ejército estadounidense.
Los votantes de Haley dijeron recientemente a The Epoch Times que creían que Haley podría cerrar lo que llamaban «la brecha de Trump» si conseguía el apoyo de los votantes jóvenes.
Sin embargo, los votantes hispanos que son partidarios de Trump tienden a ver a Haley de manera menos favorable que a Trump y DeSantis, según un sondeo de la encuestadora Cygnal, que indaga la perspectiva de este grupo de votantes.
Para los hispanos Haley es menos conocida que Trump y DeSantis. Aproximadamente un 21% de ellos dijo no haber escuchado hablar de Haley. Mientras que una tercera parte tiene una opinión desfavorable sobre la aspirante republicana, según la encuesta.
Por otra parte, la puntuación con los votantes republicanos jóvenes también sigue el sentimiento expresado por sus propios partidarios en un reciente desayuno en un restaurante de New Hampshire que la de 51 años de edad, necesita encontrar una manera de obtener más apoyo de los votantes más jóvenes con el fin de cerrar lo que el residente de Hampton Erin Murphy acuñó la «brecha Trump».
Murphy, que a sus 45 años estaba en el lado más joven de la abarrotada Poor Boy’s Diner en Londonderry, donde Haley habló recientemente, dijo a The Epoch Times que, si bien se da cuenta de que la mayoría de los republicanos atraen a un público mayoritariamente de 50 años, Haley tenía pocos jóvenes entre su público.
Mary Weston, presidenta estatal de la sección de Iowa de YRNF, dijo a Somos Iowa que cree que las actuaciones de Haley en los debates son en parte responsables de su creciente popularidad entre los votantes más jóvenes.
«En realidad, mucho tuvo que ver con el debate más reciente y creo que algunos de los comentarios que surgieron del debate», dijo Weston. «Los medios de comunicación que rodearon el debate influyeron en mucha gente».
Otra posibilidad puede ser la posición única de Haley sobre el aborto. Aunque se describe a sí misma como acérrima pro-vida, no cree en la prohibición total del aborto, y afirma que tiene que haber un «término medio» en esta cuestión.
En cuanto a la lucha política de Haley con Vivek Ramaswamy durante el último debate republicano, sin duda la puso en el punto de mira, y casi todos los titulares posteriores al debate hablaban de la escaramuza entre ambos.
Los ataques de Ramaswamy parecieron beneficiar a Haley y perjudicarle a él.
Aunque el propio Ramaswamy, el candidato más joven a la presidencia con 38 años, es miembro de la Federación de Jóvenes Republicanos, tuvo una actuación miserable en el caucus simulado de Iowa, recogiendo solo el 2.2 por ciento de los votos.
Al mariscal de campo de los New England Patriots, Tom Brady, le fue mejor y obtuvo el 4.4 por ciento de los votos como candidato por escrito.
El acaudalado empresario fue especialmente criticado por hacer una declaración sexista cuando se refirió a Haley como «Dick Cheney con tacones de tres pulgadas», un comentario que también aplicó a DeSantis.
Cheney, que fue vicepresidente durante la presidencia de George W. Bush, ha sido criticado por sus posturas a favor de la guerra.
Haley respondió a la indirecta de Ramaswamy diciendo: «Son tacones de cinco pulgadas», y ella los usa como «munición».
En el momento del debate, Haley ya había superado con creces otro comentario del excomentarista de la CNN Don Lemon, quien dijo en febrero que ya había pasado su mejor momento como candidata a sus 50 años.
Sus crecientes apoyos por sí solos han desafiado esa idea.
El 14 de noviembre, el día después de que se publicaran los resultados del caucus simulado, la campaña de Haley anunció que había recibido 72 apoyos de influyentes políticos y de la comunidad del Estado de Hawkeye, entre ellos el de Mary Kramer, exembajadora de Estados Unidos en Barbados bajo la presidencia de George W. Bush.
Justo a tiempo para su ascenso, Haley anunció esta semana que en diciembre empezarían a emitirse en Iowa y New Hampshire anuncios de campaña por valor de 10 millones de dólares para promover su candidatura a la presidencia.
El movimiento de Haley para cerrar la brecha con Trump la está poniendo en el punto de mira y la está convirtiendo en presa fácil para la competencia.
El 15 de noviembre, el mismo día en que se publicaron los resultados de la encuesta del Emerson College, DeSantis, en un post en X (antes Twitter), calificó de «peligrosa e inconstitucional» la propuesta de Haley de someter a todos los usuarios de las redes sociales a una comprobación de antecedentes antes de permitirles publicar en ellas, y la comparó con las políticas chinas de control gubernamental de la libertad de expresión.
Aparte de la puya sexista de Ramaswamy, algunos conservadores de extrema derecha y partidarios de Trump han caracterizado a Haley de belicista por decir que Estados Unidos debe respaldar militarmente a Ucrania e Israel.
Su antiguo aliado, el presidente Trump, también está atacando cada vez más su campaña.
En septiembre, cuando subió en las encuestas, Trump, que la nombró embajadora ante la ONU y la describió como una «persona fantástica» y «alguien que lo entiende» en una rueda de prensa en la que anunció su marcha del puesto de embajadora, empezó a llamarla «cerebro de pájaro» durante su campaña.
El presidente Trump ha hecho comentarios en apariciones de campaña sugiriendo que se siente traicionado por Haley por presentarse contra él.
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