Testigos del tiroteo del Festival del Ajo de Gilroy en California dicen que una niña de 10 años salvó a un niño de 3 de ser lastimado después de que el pistolero hiriera a sus padres.
Candice Márquez dijo a The Associated Press el lunes 29 de julio, que estaba trabajando en un puesto con Cheryl Low cuando se alejaron para ir al baño.
Contaron que en el camino de regreso a la tienda de las Damas de la Miel, escucharon algo que sonaba como fuegos artificiales, antes de ver al pistolero recargar su arma. El pistolero supuestamente se dirigió hacia la tienda de campaña y abrió fuego, hiriendo a los padres del niño de tres años.
Márquez dijo que ella y Low corrieron por seguridad, mientras que la niña de 10 años de Márquez -que permaneció en la carpa- ayudó al hijo de su jefe a ponerse a salvo debajo de una mesa.
«Ella fue valiente», dijo Márquez sobre la niña. Márquez declaró que su sobrina le dijo que hizo contacto visual con el pistolero, pero que él no disparó.
«Mi sobrina es una heroína», destacó Márquez a ABC News, y agregó que «lo agarró y lo escondió bajo una mesa para que no le dispararan».
Márquez contó a la emisora que su sobrina estaba «un poco conmocionada» y «un poco asustada» porque había oído que un segundo pistolero podría estar involucrado y seguir en libertad.
El niño de 3 años no resultó herido en el incidente, informó ABC.
2 niños muertos en el ataque de Gilroy
Un hombre abrió fuego contra una multitud en un festival de comida popular en California el 28 de julio, matando a tres personas e hiriendo a otras 15 antes de que las fuerzas del orden le dispararan.
Las autoridades identificaron al presunto tirador como Santino William Legan, quien se cree tenía 19 años de edad. Las fuerzas del orden también estaban buscando a un presunto cómplice.
Según los informes noticiosos, entre las víctimas asesinadas se encontraban un niño de 6 años, un hombre de 20 y una niña de 13 años.
A los pocos minutos de abrir fuego en el último día del Festival del Ajo de Gilroy, Legan fue asesinado a tiros por agentes de policía que respondieron. Parecía haber atacado a sus víctimas al azar con un rifle.
El festival en Gilroy, ubicado a unos 30 kilómetros al sureste de la ciudad de San José, tenía una seguridad que requería que la gente pasara a través de detectores de metales y que sus bolsas fueran registradas. El agresor se coló a través de una valla que bordea un estacionamiento junto a un arroyo, dijo el jefe de policía de Gilroy, Scot Smithee, en una conferencia de prenssoloa.
Algunos testigos reportaron a un segundo sospechoso, dijo Smithee, pero no quedó claro si esa persona estaba armada o solo ayudó de alguna manera. La cacería para encontrar al presunto cómplice continuó el 29 de julio.
Smithee dijo que los investigadores «no tienen idea del motivo» detrás del ataque.
El presidente Donald Trump, por su parte, describió al agresor como un «malvado asesino», y añadió: «Lloramos por las familias. […]Rezamos por los que se están recuperando ahora mismo en el hospital».
Trump hizo los comentarios durante la firma de un proyecto de ley que autoriza la extensión de un fondo de compensación para los que respondieron por primera vez el 11 de septiembre.
«Continuaremos trabajando juntos como comunidades y como ciudadanos para detener al mal, prevenir la violencia y proteger la seguridad de todos los estadounidenses», dijo Trump en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
Los heridos fueron llevados a múltiples hospitales, con condiciones que van de moderadas a críticas, y algunos fueron sometidos a cirugía. Al menos cinco fueron tratados y liberados.
«Nada menos que horrible»
La policía registró la casa de dos pisos de la familia del pistolero el 29 de julio en Gilroy, ubicada a menos de un kilómetro de la escena del crimen. Los investigadores también registraron un coche aparcado fuera de la residencia.
El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó el ataque de «nada menos que horrible» en Twitter.
«Esta noche, CA apoya a la comunidad de Gilroy», escribió. «Mi oficina está monitoreando la situación de cerca. Agradecido por los esfuerzos de las fuerzas de seguridad y su continuo trabajo en esta situación».
Smithee dijo a los periodistas el 29 de julio en una conferencia de prensa que el sospechoso compró legalmente su rifle en Nevada a principios de julio. El arma fue descrita como un «rifle de asalto tipo SKS, AK-47».
El presunto pistolero pareció publicar una fotografía del festival poco antes del ataque a una cuenta de Instagram que se creía que le pertenecía, acompañada de leyendas de descontento. La cuenta solo parecía tener unos días de antigüedad y más tarde fue desactivada.
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