Un nuevo asesino ha aparecido en el mercado de las drogas ilegales, dejando un rastro de cadáveres a su paso. Los opioides sintéticos denominados nitazenos —hasta 20 veces más potentes que el fentanilo— se están infiltrado en las drogas callejeras, desde la heroína hasta las benzodiacepinas, atrapando a consumidores desprevenidos en una red de adicción y muerte por sobredosis.
Estos opioides han evadido a las autoridades y han fomentado una epidemia silenciosa, presentando nuevos peligros que las fuerzas del orden apenas empiezan a comprender.
Sin uso médico y alto riesgo de adicción
Los nitazenos pertenecen a una clase de opiáceos sintéticos llamados isotonitazenos o ISOs. Estos compuestos han llamado la atención por sus potentes propiedades analgésicas. Los nitazenos, desarrollados por primera vez en la década de 1950, nunca se aprobaron para uso médico y durante mucho tiempo permanecieron en la oscuridad, siendo conocidos únicamente en círculos académicos.
Uno de los rasgos que definen a los nitazenos es su altísima potencia, entre cientos y miles de veces superior a la de la morfina y otros opiáceos más antiguos, y entre 10 y 20 veces superior a la del fentanilo, que ya está alimentando la actual crisis de drogas en el país.
Aunque se especula que estos compuestos proceden de China, «nadie lo sabe con certeza», declaró el Dr. Jarid Pachter, especialista en medicina familiar y adicciones de Stony Brook Medicine, a The Epoch Times.
Hasta la fecha, se han detectado 20 tipos distintos de nitazenos en drogas ilegales que aparecen cada vez con más frecuencia. Clasificados en las drogas de la Lista I en Estados Unidos, una clase que incluye las drogas sin uso médico aceptado y con un alto potencial de abuso y adicción, todos los nitazenos son ilegales.
Según la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA), los nitazenos se utilizan para potenciar y reforzar las drogas ilegales y abaratar su producción. Pero esta manipulación química ya ha provocado sobredosis mortales.
Voz de alarma en Reino Unido por adición de nitazenos a suministros de drogas
Al igual que Estados Unidos, el Reino Unido enfrenta su propia crisis de drogas. Recientemente, se han detectado nitazenos en sustancias que se venden como otros opiáceos, benzodiacepinas o productos derivados de la marihuana.
Los datos del sistema escocés de alerta temprana Rapid Action Drug Alerts and Response (RADAR, por sus siglas en inglés) mostraron que los nitazenos causaron directamente 25 muertes entre 2022 y 2023 —en comparación con ninguna antes-— que se identificaron en toxicología postmortem.
«Debido a que se han encontrado nitazenos en diversas drogas callejeras como las benzodiacepinas y en productos farmacéuticos falsos, es posible que las personas no sean conscientes que están tomando nitazenos o del incremento del riesgo», declaró la Dra. Tara Shivaji, asesora en medicina de salud pública de Public Health Scotland, en un comunicado de prensa. Para agravar el riesgo, la concentración de fármacos en pastillas, polvos y secantes puede fluctuar drásticamente incluso dentro del mismo lote, señaló.
Nitazenos requieren varias dosis de naloxona
Los opioides sintéticos, incluida la clase de los nitazenos, se encuentran entre los opioides de más rápido incremento que están causando hospitalizaciones de urgencia por sobredosis.
Sin embargo, las pruebas sugieren que los nitazenos tienen efectos más graves sobre la salud. La mayoría de los pacientes con sobredosis de nitazenos u otros opioides nuevos necesitan dos o más dosis de naloxona, mientras que las sobredosis de fentanilo solo requieren una, según una investigación publicada en JAMA Network Open.
Su extrema potencia y perfil farmacológico también elevan el riesgo de sobredosis y muerte, especialmente cuando se combinan con otros depresores del sistema nervioso central como benzodiacepinas o alcohol.
«El riesgo es que no solo se puede sufrir un horrible trastorno por consumo de sustancias, sino que se puede morir de una sobredosis», dijo el Dr. Pachter.
Más de 100,000 muertes por sobredosis tan solo en 2023
Los opioides han provocado un porcentaje cada vez mayor de muertes por sobredosis desde 2009, y representaron casi el 71% de todas las sobredosis mortales en 2019. Los datos provisionales de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reflejan más de 106,000 muertes por sobredosis en todo el país hasta septiembre de 2023, un recuento insuficiente debido a informes incompletos.
Más del 40% de los adultos estadounidenses conocen a alguien que ha sufrido una sobredosis mortal, según una encuesta reciente de un grupo de expertos de RAND Corporation. Además, el 13% declaró que una muerte por sobredosis había alterado sustancialmente su vida.
Con tantas drogas sintéticas y combinaciones impredecibles, los compradores nunca pueden saber con exactitud qué están adquiriendo realmente, aseguró Maura Gaffney, analista de inteligencia de la DEA, en un comunicado de prensa.
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