Es un error que las corporaciones adopten posiciones sobre cuestiones políticas en el delicado clima político actual, dice el director ejecutivo de Whole Foods, John Mackey.
“No creo que las empresas deban adoptar una postura política. Deben actuar como buenos ciudadanos en sus comunidades en términos de tratar de ayudar a resolver problemas sociales, donde tengan competencia para hacerlo o donde puedan hacer contribuciones filantrópicas que ayuden a las comunidades de las que forman parte, pero si lo hacen tomando posiciones políticas, eso es, creo, un error”, dijo Mackey en una entrevista con el programa “American Thought Leaders” de EpochTV.
“No estoy de acuerdo con lo que he visto en los últimos años, con más y más corporaciones tomando ciertas posiciones de defensa sobre temas políticos, porque, en primer lugar, esa será la opinión de los líderes que dirigen esas empresas, que puede no ser la opinión de los inversores, puede que no sea la opinión de los empleados que trabajan allí, o de los clientes, o de cualquier otra persona. Son solo las opiniones de los líderes. Y están imponiendo esas opiniones a un grupo que es más amplio como lo son las partes interesadas (stakeholders) de la empresa. Y corren el riesgo de excluir a los clientes que no están de acuerdo con ellos; los clientes pueden dejar de hacer negocios con ellos porque están enojados con ellos. Es posible que encuentren alternativas, es posible que simplemente se sientan disgustados y pierdan el respeto por esa organización”, continuó.
“Y la realidad es que Estados Unidos está muy polarizado políticamente en este momento. Por lo tanto, tomar partido no es lo mejor para las partes interesadas, no es lo mejor para los accionistas. No redunda en el mejor interés de sus clientes”.
Numerosas grandes empresas en los últimos años han opinado sobre cuestiones políticas, incluida la manifestación en contra de una ley de reforma electoral que el gobernador de Georgia, Brian Kemp, firmó este año. Eso llevó a un enfrentamiento de alto perfil entre los republicanos en el estado y las empresas que se pronunciaron en contra del proyecto de ley, incluidas Delta Airlines y Coca-Cola.
Varias empresas también expresaron su apoyo el año pasado a Black Lives Matter, un movimiento contencioso que alega que el racismo es omnipresente en toda la sociedad estadounidense y promueve cambios radicales en instituciones.
Whole Foods ha intentado permanecer políticamente neutral. Mackey dijo que aprendió la lección sobre cómo expresar puntos de vista sobre temas políticos en 2009 cuando promovió alternativas a lo que se conoce ampliamente como Obamacare, el sistema de salud implementado a través de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio.
En un artículo de opinión, Mackey afirmó que la reforma sanitaria era claramente necesaria, pero se opuso a la implantación de un sistema que provocaría nuevos déficits no financiados y acercaría al país a la gestión del sistema por parte del gobierno. En este sentido, esbozó ocho posibles reformas que, según él, reducirían el coste de la asistencia sanitaria para todos.
“Whole Foods fue brutalmente atacada por personas que no estaban de acuerdo con mi punto de vista, aunque no era el punto de vista de Whole Foods, hice todo lo posible para decir que estas no eran ideas de Whole Foods, que eran mis ideas. No podían distinguir entre Whole Foods y yo, por lo que atacaron a Whole Foods por no estar de acuerdo con mis puntos de vista. Y esa fue una gran lección de aprendizaje para mí”, dijo Mackey.
“Así que no he mostrado una postura política al público desde entonces porque no quería que la empresa se viera perjudicada o dañada. Y por eso creo que los directores ejecutivos que están alzando la voz en realidad están dañando sus negocios a largo plazo”, agregó.
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