La senadora Elizabeth Warren (D-Mass.) dijo que no debería haber dicho que era nativa americana, el último mea culpa de este año después de presumir de los resultados de las pruebas de ADN realizadas en 2018.
Warren declaró en 2018 que una prueba de ADN demostró que tenía ascendencia indígena americana, diciendo al presidente Donald Trump que debía dinero a una organización benéfica de su elección. Trump había desafiado a Warren a hacerse una prueba, ridiculizando sus afirmaciones.
La prueba mostró que tenía tan solo 1/1024 de herencia nativa americana, que sería menos que la mayoría de las personas descendientes de europeos.
Warren, de 70 años, se disculpó en público por primera vez en agosto por su reivindicación de la herencia indígena americana, diciendo que lamentaba «el daño que he causado».
Cuando se le preguntó sobre el tema en un ayuntamiento de New Hampshire el 6 de diciembre, Warren dijo que no es una nativa americana.
«Crecí en Oklahoma con mis tres hermanos mayores y aprendí sobre nuestra familia de la misma manera que la mayoría de la gente lo hace, de nuestra mamá y nuestro papá. Mi familia es muy importante para mí y por eso, hace muchos años, a veces me identifico como nativa americana», dijo, afirmando que la identidad «nunca tuvo nada que ver con ningún trabajo que obtuve, ni con ningún beneficio».
Warren escribió «Indígena Americana» en una de sus solicitudes de trabajo y fue descrita como la «primera mujer de color» de la Facultad de Derecho de Harvard.
«Pero aún así, no debería haberlo hecho. No soy una persona de color, no soy una ciudadana de una tribu. Y me he disculpado por la confusión que he causado en la ciudadanía tribal, en la soberanía tribal, y por cualquier daño que he causado», añadió Warren el viernes.
Algunos líderes indígenas americanos han expresado su consternación por las afirmaciones de Warren, pero otros han dicho que la apoyan, especialmente después de sus disculpas.
Warren ha ido borrando poco a poco mensajes y vídeos de su sitio web de campaña y de los medios de comunicación social sobre sus afirmaciones anteriores, incluido un vídeo de tipo documental que la mostraba hablando de los resultados de su prueba de ADN con familiares a los que promocionó ampliamente justo después que se hiciera la prueba.
Antes de ese día, la campaña de Warren publicó un informe médico que mostraba a su médico describiéndola como una «mujer de 70 años muy saludable».
«La senadora Warren goza de excelente salud y ha sido durante los 20 años que he servido como su médico», dijo la Dra. Beverly Woo, profesora asociada de la Facultad de Medicina de Harvard y médica principal del Hospital Brigham and Women’s. «No hay condiciones médicas o problemas de salud que le impidan cumplir con los deberes de presidente de los Estados Unidos».
Cuatro de los principales candidatos a la presidencia —el ex vicepresidente Joe Biden, de 77 años, el senador Bernie Sanders (I-Vt.), de 78, y el presidente Donald Trump, de 73—, son septuagenarios. El exalcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, de 77 años, anunció su participación en la carrera el mes pasado.
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