La supervisora del condado de Los Ángeles, Hilda Solís, habló el domingo en defensa del mandato de mascarillas recientemente restablecido en todo el condado, calificándolo de desagradable pero necesario.
El nuevo mandato, que entró en vigencia un minuto antes de la medianoche del sábado, requiere que todos los residentes usen mascarillas en espacios públicos interiores, independientemente de si han sido vacunados contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) que causa el COVID-19.
Según el departamento de salud pública del condado, el mandato está destinado a contrarrestar el aumento de la transmisión de la variante delta del virus. También busca que no circulen personas sin mascarillas cuyo estado de vacunación se desconoce.
«Yo diría que no es un castigo, es prevención», dijo Solís, quien preside la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, en «This Week» de ABC.
«No me complace que tengamos que volver a usar las mascarillas por este asunto, pero, no obstante, salvará vidas», le dijo a la presentadora Martha Raddatz. “Y ahora mismo, eso para mí, es lo más importante. Realmente lograr que más personas comprendan que tienen que vacunarse”.
El mandato de mascarillas reimpuesto fue recibido con críticas, ya que muchos cuestionan si es necesario exigir que las personas vacunadas usen máscaras en lugares cerrados. El Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles (LASD) anunció el viernes que, si bien la agencia espera que la comunidad cumpla voluntariamente con la orden, los agentes no la harán cumplir.
«Obligar a los vacunados y a los que ya contrajeron COVID-19 a usar mascarillas en espacios cerrados no está respaldado por la ciencia y contradice las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.», dijo el alguacil Alex Villanueva en un comunicado. «El Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles tiene fondos insuficientes y no gastará nuestros recursos limitados, en cambio, pedirá el cumplimiento voluntario [de la norma]».
Cuando se le preguntó sobre la respuesta del LASD, Solís dijo que no entiende por qué el departamento intervendría en el asunto.
«Nuestro departamento de salud pública suele ser el que sale a hacer las inspecciones. Así que no veo donde el sheriff realmente tiene que venir y opinar sobre el asunto», dijo.
“Además, solo está diciendo que permitirá que la gente haga lo que tenga que hacer. No me preocupa eso”, agregó. «Creo que el público en general es lo suficientemente inteligente como para comprender lo que se dice y cómo protegerse».
El sábado, el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles informó 1827 nuevos casos positivos, 462 hospitalizaciones y 11 nuevas muertes por COVID-19. El número marca un aumento de ocho veces en los casos desde el 15 de junio, cuando el estado de California levantó los límites de aforo en las reuniones sociales y los requisitos de distanciamiento físico en las empresas y en otros lugares. Sin embargo, la tasa de transmisión diaria solo aumentó levemente en un 0,5 por ciento durante el último mes.
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