Estados Unidos podría estar dirigiéndose a un cierre del gobierno si el Congreso no llega a un acuerdo esta semana sobre los proyectos de ley de gastos para el año fiscal 2024 que aún no han sido aprobados.
En una carrera contrarreloj, el Congreso aprobó un paquete de seis proyectos de ley de asignaciones a principios de este mes, evitando por poco un cierre parcial. La fecha límite para aprobar los seis proyectos restantes es el viernes 22 de marzo.
Se esperaba que el texto de un minibús legislativo que combinara esos proyectos de ley se publicara antes del 17 de marzo, pero no se ha llegado a ningún acuerdo.
Las normas de la Cámara exigen que los representantes dispongan de al menos 72 horas para examinar la legislación antes de someterla a votación. Si no se llega a un acuerdo el 18 de marzo, esto podría significar otra lucha de última hora para conseguir algo sobre la mesa del presidente Joe Biden.
El retraso se produjo en medio de la feroz oposición republicana a la gestión del presidente en relación con la crisis en la frontera sur, donde más de 7 millones de inmigrantes ilegales han cruzado desde que asumió el cargo.
Las asignaciones para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) están incluidas entre los proyectos de ley de gastos pendientes. Las negociaciones se interrumpieron el fin de semana tras las conversaciones sobre una posible resolución continua de un año de duración.
El 17 de marzo, un funcionario de la Casa Blanca declaró a Politico que «los republicanos quieren desfinanciar el DHS, lo que hace que la frontera sea menos segura y el país menos seguro», afirmando que los republicanos estaban tratando de «sembrar el caos en la frontera antes de noviembre».
Pero los republicanos supuestamente rebatieron esas afirmaciones, sosteniendo que la cuestión no era la cantidad de fondos solicitados, sino cómo se utilizarían.
No obstante, el 18 de marzo se retomaron las conversaciones. En una rueda de prensa, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que el DHS necesita más fondos para hacer frente a la crisis fronteriza.
«Las negociaciones continúan y estamos centrados, sin duda, en llegar a un acuerdo», dijo la Sra. Jean-Pierre. «Como ustedes saben, el cierre está previsto para el próximo viernes y queremos llegar a un punto en el que (…) el DHS tiene lo que necesita para continuar el ritmo operativo que han estado teniendo».
Es probable que cualquier acuerdo que se alcance se enfrente a la resistencia del flanco más derecho del Partido Republicano, que sigue presionando para que se lleven a cabo reformas fronterizas más estrictas.
«Congreso: estamos financiando un DHS que está liberando en masa a extranjeros ilegales en nuestras comunidades, algunos de los cuales cometen crímenes horribles», escribió el representante Chip Roy (R-Texas), miembro del conservador Freedom Caucus de la Cámara, en un posteo de X.
«Los republicanos NO DEBEN votar para mantener la financiación del DHS de Mayorkas, al mismo nivel, con cero cambios de la política la próxima semana. Nosotros tenemos el poder de parar esto».
Gracias a la exigua mayoría del GOP en la Cámara, el 6 de marzo, el presidente Mike Johnson (R-La.) se vio obligado a aliarse con los demócratas para aprobar el primer minibús de asignaciones. Es posible que se produzca una alianza similar para un segundo paquete legislativo.
Otros proyectos de ley pendientes incluyen la financiación de los departamentos de Defensa, Trabajo, Salud y Servicios Humanos, Educación y Estado, así como el poder legislativo, los servicios financieros y las administraciones públicas.
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