El gobernador de Colorado, Jared Polis, dijo que descarta que el sospechoso del tiroteo masivo de Boulder tenga vínculos con grupos terroristas.
«Desde un punto de vista preliminar, el hermano y la familia han manifestado su preocupación por la salud mental de este individuo», dijo Polis en una entrevista televisada el miércoles, añadiendo que la investigación está en curso.
«De nuevo, no hay motivos para sospechar de ninguna conexión con el terrorismo», dijo. «Creo que es probable que sea un caso en el que se encuentre en una edad en la que, ya sabes, la gente podría desequilibrarse. Así que lo averiguaremos. No queremos concluir nada antes de que termine la investigación».
Ahmad al Aliwi Alissa, de 21 años, fue identificado por las autoridades como el sospechoso del caso. El martes fue acusado de 10 cargos de asesinato.
Sus antiguos compañeros de equipo de lucha libre en la preparatoria dijeron que Alissa tenía mal genio y que le preocupaba que lo atacaran debido a su fe musulmana.
Pero Ali Aliwi Alissa, el hermano del sospechoso, de 34 años, dijo el martes a los medios de comunicación que no cree que su hermano tuviera una motivación ideológica, diciendo que parecía tener problemas mentales y estaba paranoico.
El tiroteo no fue «en absoluto una declaración política, es una enfermedad mental», dijo su hermano al Daily Beast. «El chico sufría mucho acoso en la preparatoria. Era un chico extrovertido, pero después de ir a la preparatoria y de que le acosaran mucho, empezó a volverse antisocial», añadió el hermano.
Alissa, un ciudadano estadounidense naturalizado de Siria que se graduó de la escuela secundaria Arvada West en 2018, se declaró culpable de agresión en tercer grado por golpear a un compañero de clase a finales de 2017. El compañero de clase dijo que el ataque no fue provocado, una versión respaldada por entrevistas con varios testigos, según un informe de incidentes del Departamento de Policía de Arvada. Alissa le dijo a un oficial que el compañero de clase le había llamado «terrorista» y con nombres racistas.
Durante una conferencia de prensa el martes, las autoridades dijeron que no han atribuido un motivo al tirador.
Las víctimas del tiroteo en el supermercado fueron identificadas como Denny Stong, de 20 años; Neven Stanisic, de 23; Rikki Olds, de 25; Tralona Bartkowiak, de 49; el agente de policía Eric Talley, de 51; Suzanne Fountain, de 59; Teri Leiker, de 51; Kevin Mahoney, de 61; Lynn Murray, de 62; y Jodi Waters, de 65.
La cuñada del sospechoso dijo a la policía el lunes por la noche que él había estado «jugando con» un arma de fuego que ella describió como parecida a una «ametralladora» dos días antes, lo que molestó a los miembros de la familia, según una declaración jurada de arresto presentada por la policía en el caso.
Con información de Reuters.
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