El evento «Defender la libertad en la educación estadounidense», celebrado por una organización sin ánimo de lucro en Georgia el 23 de octubre, abordó cómo los padres pueden oponerse a la Teoría Crítica de la Raza (TCR), erradicar el adoctrinamiento perjudicial y preservar los valores y principios estadounidenses en las escuelas.
«Nos hacemos oír. Somos ruidosos. Somos tenaces. Debemos ser escuchados. Pero somos civilizados. Respetamos las reglas de la sociedad y la autoridad legítima. No renunciaremos. Somos la mayoría, los estadounidenses patrióticos que creen que una sociedad justa y equitativa solo puede lograrse cuando las mentes jóvenes maleables están libres del adoctrinamiento que suprime su pensamiento independiente», dijo la organizadora, la Dra. Elana Fishbein de No Left Turn in Education.
Fishbein fundó No Left Turn in Education en otoño de 2020 después de que su hijo recibiera clases de la teoría crítica de la raza en su escuela primaria de Pensilvania.
En el evento, Fishbein dijo que el primer paso es comprender los peligros de la TCR y cómo se ha infiltrado en nuestra cultura a través de los planes de estudio escolares, y que el objetivo de No Left Turn in Education es empoderar a los padres para luchar.
La teoría crítica de la raza comenzó a mediados de los años 70 en los escritos de varios juristas estadounidenses, como Derrick Bell y Alan Freeman. Fue revisada por Kimberlé Crenshaw en la década de 1980.
La teoría afirma que estudia el racismo en la sociedad, y presenta el racismo como el problema de fondo de una amplia variedad de males sociales. En los últimos años, ha sido respaldada por muchos en el mundo académico, así como por pensadores de los derechos civiles de Estados Unidos, que buscan examinar la intersección de la raza y la justicia legal, o como un enfoque de la justicia racial.
La Dra. Carol Swain, autora de un best-seller, señaló que el objetivo actual de los educadores de izquierda es extender la TCR al sistema escolar de 5 a 12 años, desde su bien establecida posición en los colegios y universidades de Estados Unidos, con el objetivo de mermar el orgullo americano.
Paul Lott, el fundador y presidente de la Sociedad Nacional para el Avance de los Negros Americanos dijo a The Epoch Times «que las estadísticas muestran que no hay discriminación en Estados Unidos».
«La pobreza promedio de los blancos subió en 2018», dijo. «Las estadísticas que comparan 1959 con 2018, muestran que los bebés blancos tenían tres veces más probabilidades de seguir siendo pobres que los bebés negros en Estados Unidos. (…) Si el racismo estuviera ocurriendo, esto nunca habría sucedido».
También dijo que cree que esta noción de inequidad basada en la raza es alimentada por los medios de comunicación de Hollywood que fomentan estas suposiciones de hechos en los jóvenes.
Una demanda reciente, tramitada por la Southeastern Legal Foundation, cuestiona la segregación obligatoria de los estudiantes que se ejerce en las escuelas de Illinois. Se dice que los alumnos blancos y los que no lo son están separados del mismo profesor y reciben planes de estudio diferentes.
Kimberly Hermann, consejera general de Southeastern Legal Foundation, aconsejó a los padres de los niños que se ven obligados a aceptar conceptos divisivos basados en la raza, que busquen ayuda legal. También dijo que cree que la historia debe enseñarse en la escuela y que a los niños se les debe educar en el amor, la amabilidad y el cuidado de los demás en lugar de odiarlos.
Un análisis realizado por NBC News a principios de este año reveló que han surgido al menos 165 grupos locales y nacionales que buscan «interrumpir o bloquear las lecciones basadas en la raza y el género».
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