A raíz del aumento de las cifras de ómicron y COVID-19 en toda Florida, el gobernador Ron DeSantis dijo el 3 de enero que no hay necesidad de «histeria» como la que está «viendo en otros estados».
«Están dejando que la histeria les lleve a hacer cosas realmente perjudiciales. Pensamos que la gente había aprendido», dijo DeSantis sobre la reacción a la variante de ómicron.
El gobernador dijo que en otros estados se están cerrando escuelas y se están «haciendo cosas que no se deben hacer y esa no es la manera de lidiar con esto».
«Estamos 100 por ciento comprometidos con asegurar que la gente pueda vivir sus vidas, que nuestros niños puedan recibir una educación, que los negocios de la gente puedan operar y que la gente tenga trabajo, eso simplemente no es negociable», dijo DeSantis a los periodistas.
El gobernador dijo que ómicron es menos preocupante que la variante delta y que hay que tratarla «racionalmente».
DeSantis dijo que tener niños que prosperan en la escuela significa una «comunidad más saludable».
«Se ha comprobado que se obtienen peores resultados al cerrar las escuelas. Los niños necesitan estar en la escuela… déjenlos ser niños».
DeSantis dijo que ómicron simplemente «supera» cualquier esfuerzo de mitigación.
El gobernador recordó a la gente la Declaración de Derechos de los Padres, cuando se trata de la mitigación contra el COVID-19 y sus variantes.
«Los políticos no pueden anular los derechos de los padres. Eso significa que los padres son los principales responsables de la salud, la educación y la crianza de sus hijos, y obligarlos a llevar una mascarilla durante ocho horas al día es algo que la mayoría de los padres no quieren».
El año pasado, cuando algunos consejos escolares de Florida ordenaron el uso de mascarillas y la cuarentena de los niños asintomáticos, DeSantis dijo que vieron algunos de los «mayores descensos en el rendimiento».
Algunos distritos escolares de Florida impusieron órdenes de mascarillas al comienzo del año escolar en agosto, desafiando las órdenes del Departamento de Salud del estado de permitir a los padres elegir si sus hijos usaban mascarillas.
Los distritos escolares impugnaron la legalidad de esas órdenes, pero en noviembre la legislatura estatal aprobó una ley que consolida el derecho de los padres a tomar esa decisión.
Sin embargo, las escuelas pueden exigir a los empleados que usen mascarillas.
Así que cuando los maestros y otro personal de las escuelas públicas del condado de Alachua se reportaron a los campus el 4 de enero, tuvieron que usar mascarillas de nuevo.
El requisito también abarca a los voluntarios, vendedores y visitantes de los campus durante el horario escolar.
Un correo electrónico dirigido al personal decía: «Esperamos que esto no dure mucho tiempo, ya que se espera que ómicron alcance su punto máximo rápidamente, pero los mantendremos informados».
La decisión de exigir mascarillas se basó en un fuerte aumento de los casos de COVID-19.
«En las últimas dos semanas, el número de casos de COVID en el condado de Alachua ha saltado de 677 a 2072, y la tasa de positividad ha aumentado del 7.9% al 22.1%», dijo Jackie Johnson, portavoz del distrito.
«También tenemos gente que regresa de las vacaciones, durante las cuales habrá habido muchos viajes y reuniones que conducen a una posible exposición, en particular a la variante ómicron, altamente transmisible».
«El objetivo de reinstaurar las mascarillas para los empleados es reducir la propagación del COVID en nuestras escuelas, proteger la salud de los estudiantes, el personal y las familias, y limitar en lo posible que los empleados tengan que ausentarse debido al COVID, para que podamos mantener nuestras operaciones escolares en niveles óptimos.
«La ley de Florida ya no permite que se exija el uso de mascarillas a los estudiantes, aunque las recomendamos encarecidamente a las familias».
Johnson dijo que los empleados pueden recibir una exención de las mascarillas por razones médicas a través del departamento de recursos humanos del distrito.
La superintendente del distrito, Carlee Simon, ha escrito artículos de opinión para The Washington Post y ha sido entrevistada en programas de noticias de la televisión nacional desafiando la respuesta de DeSantis a la pandemia.
El Dr. Joseph Ladapo asumió el cargo de director de Salud de Florida en septiembre y renovó las políticas del estado en lo que respecta a los niños en la escuela durante la pandemia.
La puesta en cuarentena de los niños sanos fue descartada, ya que Ladapo fue en contra de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y cambió la política del estado.
«No hay lugar para el miedo cuando haces políticas; hay que tratar esto de forma racional», dijo Ladapo.
«Si eres sintomático te enviarán a casa, pero si estás sano tienes que estar en la escuela», dijo DeSantis sobre los cambios de Ladapo.
Con información de Nanette Holt.
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