La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo el 22 de mayo que no tenía una fecha para cuando los padres estadounidenses «podrían obtener fácilmente» las fórmulas de leche para bebés.
«El presidente entiende el esfuerzo de las mamás y los papás y de los padres y cuidadores, de asegurarse de que (…) un niño tenga (…) una forma saludable de comer», dijo Jean-Pierre durante un encuentro con la prensa en el Air Force One de camino a Tokio.
«Una fórmula saludable (…) una fórmula segura (…) es nuestra prioridad número uno (…) por lo que hemos sido muy, muy conscientes de (…) el proceso que nosotros iniciamos fue con el sobrevuelo y también el DPA [Ley de Defensa de la Producción]», añadió la secretaria de prensa.
El presidente Joe Biden, que se encuentra actualmente en Japón después de visitar Corea del Sur, invocó la DPA el 18 de mayo para acelerar la producción nacional de fórmulas de leche para bebés, ante la escasez en todo el país.
Un día más tarde, la Casa Blanca anunció una iniciativa titulada Operación Aérea de Fórmulas, para transportar el equivalente de hasta 1.5 millones de frascos de ocho onzas de fórmula infantil de Nestlé desde Suiza hasta Indiana, a través de una carga aérea comercial contratada con el Pentágono.
«Todavía no tengo un calendario para ustedes», dijo a continuación Jean-Pierre. «Nosotros queremos (…) asegurarnos de que va muy rápido, porque es muy crítico. Además sabemos (…) lo que las familias están pasando (…) pero no tengo un calendario exacto (…) claramente, queremos que esto ocurra lo más rápido posible, lo más rápido posible».
Un avión de carga militar estadounidense que transportaba 35 toneladas de fórmula de leche para bebés llegó a Indianápolis, Indiana, el domingo. El producto fabricado en la planta de Nestlé en Zurich, Suiza sería suficiente para alimentar a 9000 bebés y 18,000 niños pequeños durante una semana.
Jean-Pierre dijo que el cargamento de Zúrich sería «suficiente para más de medio millón de biberones».
«Esta fórmula fue fabricada en una instalación aprobada por la FDA y será inspeccionada a su llegada como todas las importaciones de alimentos», añadió. «Nosotros damos prioridad a este primer envío porque este tipo de fórmula sirve para un propósito médico crítico y escasea en Estados Unidos como resultado del cierre de la planta de Abbott Sturgis».
Las interrupciones en la cadena de suministro y la retirada de productos del mercado en febrero por parte de Abbott Nutrition provocaron la actual escasez de fórmulas para lactantes en todo el país. De acuerdo a Datasembly, la tasa de falta de existencias de fórmulas infantiles en Estados Unidos se mantuvo relativamente estable, entre el 2% y el 8%, en el primer semestre del año pasado. El índice se situó en el 43% en la semana que terminó el 8 de mayo.
El domingo, el director ejecutivo de Abbott, Robert Ford, se disculpó por la escasez y dijo que la planta de la empresa en Sturgis volvería a abrir durante la primera semana de junio.
Ronna McDaniel, presidenta del Comité Nacional Republicano, respondió en Twitter al comentario de Jean-Pierre sobre la ausencia de plazos, diciendo que los funcionarios de la administración Biden «fueron advertidos hace 7 meses».
«Se nos dijo que se avecinaba una escasez de fórmula de leche para bebés –él [Biden] no hizo nada», escribió McDaniel en otro posteo varias horas después.
En noviembre del año pasado, los medios de comunicación informaron de que los padres tenían dificultades para encontrar las fórmulas de leche para bebés en las estanterías de Walgreens, Target y Walmart. El 12 de mayo, AFP publicó una entrevista con una mujer en Washington que dijo que sabía de la escasez de suministros «desde hace casi siete meses».
El 19 de mayo, el senador Richard Burr (R-N.C.), miembro principal del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado, publicó una línea de tiempo que, según él, describía el fracaso de la administración de Biden y de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos por «crear la crisis de la fórmula de leche infantil». Un acontecimiento clave en la línea de tiempo fue cómo la tasa de desabastecimiento de fórmula infantil a nivel nacional alcanzó el 11 por ciento en noviembre, frente al 8 por ciento en julio.
«Hubo señales de advertencia de una inminente escasez de fórmula de leche infantil ya en el otoño pasado», dijo Burr según una declaración. «La Administración restó importancia a la escasez hasta que se convirtió en un lastre político para ellos».
«Cuando la escasez de preparados para lactantes se resuelva finalmente, la Administración Biden intentará atribuirse el mérito de haber resuelto una crisis que, primero, crearon y, segundo, ignoraron», dijo Burr.
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