OTTAWA—Mientras la policía en Ottawa intensificaba las operaciones por segundo día consecutivo contra la protesta de los camioneros que se oponen a los mandatos del gobierno contra el COVID-19, un portavoz del movimiento llamado Convoy de la Libertad pidió una retirada pacífica, diciendo que no van a ser un «saco de boxeo para las fuerzas de seguridad».
Hablando en una conferencia de prensa en el Hotel Lord Elgin en el centro de Ottawa el 19 de febrero, el militar canadiense retirado Tom Marazzo dijo que muchos camioneros consideran que lo mejor para ellos y sus familias es retirarse para evitar más daños.
«Como movimiento, hemos optado por retirarnos pacíficamente de las calles de Ottawa. No ganaremos nada siendo brutalizados por la policía», dijo Marazzo.
La policía comenzó a intensificar su operación contra los manifestantes en Ottawa el 18 de febrero, anunciando a media mañana del 20 de febrero que hasta el momento han realizado 191 arrestos y habían sido remolcados 57 vehículos. La policía montada y los agentes a pie arremetieron contra los manifestantes y, en algunos casos, los caballos tumbaron a los manifestantes.
Algunos policías estaban fuertemente armados, incluso con rifles de asalto y lo que parecían ser lanzadores de balas de goma. Algunos blandían porras y gas pimienta, mientras que otros rompieron las ventanas de los camiones para sacar a los camioneros de sus vehículos.
«Es un día oscuro en nuestra historia», dijo Marazzo. «Nunca en la vida le creería a nadie si me dijera que nuestro primer ministro rechazaría el diálogo y optaría por la violencia contra los manifestantes pacíficos».
El primer ministro Justin Trudeau ha continuado negándose a reunirse con los organizadores del convoy de camioneros, que llegó a Ottawa los días 28 y 29 de enero.
El convoy comenzó como una protesta de los camioneros que se oponían al mandato federal de vacunación contra el COVID-19 para poder realizar viajes transfronterizos. Se convirtió en un movimiento mucho más grande luego de que muchos canadienses de todo el país comenzaron a unirse o expresar su apoyo para poner fin a los diversos mandatos y restricciones por COVID-19.
Antes de que llegara el convoy a Ottawa, en una conferencia de prensa del 26 de enero, Trudeau calificó a los manifestantes como una «pequeña minoría marginal (…) que tiene puntos de vista inaceptables».
El 14 de febrero, Trudeau se convirtió en el primer primer ministro de Canadá en invocar la Ley de Emergencias, con el objetivo de usarla como un medio para sofocar la protesta en Ottawa y otras similares en otras partes del país.
«La Ley de Emergencias se utilizará para reforzar y apoyar a las fuerzas de seguridad a todos los niveles en todo el país. Se trata de mantener la seguridad de los canadienses, proteger los puestos de trabajo de la gente y restablecer la confianza en nuestras instituciones», dijo Trudeau en una conferencia de prensa el 14 de febrero.
«La policía recibirá más herramientas para restablecer el orden en lugares donde las concentraciones públicas pueden constituir actividades ilegales y peligrosas, como bloqueos y ocupaciones, como se ha visto en Ottawa, en el puente Ambassador y en otros lugares».
La policía de Ottawa calificó la protesta en Ottawa de «ilegal«.
Varios de los organizadores de Freedom Convoy fueron arrestados, incluidos Chris Barber y Tamara Lich el 17 de febrero. Daniel Bulford, un exoficial de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, por sus siglas en inglés) que coordinaba la seguridad de la protesta, fue arrestado el 18 de febrero y posteriormente liberado sin cargos.
Marazzo, quien no sabe si existe una orden de arresto en su contra, dijo que la protesta en Ottawa no se ha involucrado en ninguna actividad ilegal.
«No hubo daños. Hubo un pequeño ruido inconveniente, lo siento, pero estamos aquí luchando por todas las personas que en definitiva también nos odia», dijo.
El oficial retirado criticó lo que describió como los «medios de comunicación dominantes” que han descrito a los manifestantes como “antigubernamentales”, y señaló que los organizadores del convoy han estado tratando de establecer un diálogo con el gobierno federal pero no han tenido éxito.
«Quiero dejar muy claro que nuestra intención siempre ha sido, y siempre será, hablar con el gobierno oficial de Canadá», dijo. «Me he parado en este podio, he realizado otros eventos con los medios de comunicación en los que he esbozado un plan, y he dicho ‘me gustaría hablar con ustedes'».
«La respuesta fue, policía antidisturbios—sin discusión, sin diálogo”.
Durante una conferencia de prensa el 17 de febrero, el ministro de Seguridad Pública, Marco Mendicino, se desvió de su respuesta cuando un reportero francófono le preguntó si el gobierno había recibido información de que se estaban trayendo armas a Ottawa o que ya estaban en Ottawa con el convoy, algo que el ministro había estado «insinuando durante días», según el reportero.
«No estoy diciendo que haya una inteligencia que diga que hay armas en Ottawa», dijo Mendicino. «Hay informes públicos que muestran que hay indicios de que hay posturas ideológicas extremistas y hay una relación entre los bloqueos».
Agregó que «hay una similitud en la retórica que surge en las redes sociales y en otros lugares».
En otra conferencia de prensa el 17 de febrero, Bruce Pardy, profesor de derecho y director ejecutivo de Rights Probe, dijo que la respuesta de Mendicino significaba que la base de las acciones del gobierno era la «retórica».
“Este es un gobierno que ha invocado un estatuto de emergencia por su propia cuenta sobre la base de algo que alguien ha dicho», dijo Pardy. «No tienen violencia real ocurriendo. No tienen información sobre amenazas de violencia».
Marazzo dijo que el intento del gobierno federal de «intimidar» a Freedom Convoy es inútil, ya que es un movimiento de base que, si se elimina, «otros ocuparán su papel».
«Se podría decir que inspiramos a las personas a tomar medidas, pero ciertamente no estábamos dando ninguna dirección», dijo. «Estos movimientos son simplemente orgánicos. Aparecen donde la gente quiere levantarse y hacer algo porque están hartos luego de dos años de ser tratados así».
Marazzo dijo que actualmente se está organizando asesoría legal y apoyo para los heridos y los arrestados por la policía. Agregó que «los camioneros iniciarán una impugnación de los estatutos para que la corte anule los mandatos de vacunas inconstitucionales que nos discriminan a todos”.
“Nunca pensé que llegaría el día en que los agentes de seguridad arrestaran a los ciudadanos por el delito de ejercer sus derechos constitucionales y libertades de libertad de reunión y libertad de expresión», dijo.
Marazzo también confirmó que su cuenta bancaria ha sido congelada y sus tarjetas de crédito fueron canceladas. El puntaje crediticio de su cónyuge también cayó 109 puntos el 18 de febrero, aunque ella no estaba con él en Ottawa, dijo.
En una conferencia de prensa el 14 de febrero, la viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, dijo que, en virtud de la Ley de Emergencias, el gobierno ha autorizado a los bancos a cortar los servicios tanto a los individuos como a los clientes empresariales que sospechan que están ayudando a los bloqueos.
En una sesión informativa el 19 de febrero, el jefe interino Steve Bell del Servicio de Policía de Ottawa dijo que la policía de Ottawa procesará a los manifestantes incluso después de que la protesta haya terminado.
«Si está involucrado en esta protesta, buscaremos activamente identificarlo y realizar un seguimiento con sanciones financieras y cargos penales. Absolutamente. Esta investigación continuará durante meses», dijo.
Marazzo dijo que el movimiento de base se reagrupará y planificará su próximo movimiento. «Esta es una batalla en una guerra mayor por nuestras libertades», dijo.
Agregó que todos los parlamentarios a nivel federal nos han «fallado».
«Elegimos a estas personas para representar nuestros mejores intereses, pero no para que se apropien de nosotros como reyes y reinas», dijo.
«¿Escuchan la democracia? La democracia ha muerto ahora. Suena más fuerte que las bocinas de los camioneros».
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