El propietario de X, Elon Musk, desató una tormenta la semana pasada cuando pareció respaldar una publicación en su plataforma que algunos consideraron antisemita, lo que llevó a muchos anunciantes a abandonar el sitio.
Pero si esos anunciantes esperan influir en sus opiniones o hábitos de publicación, se llevarán una decepción.
“No tengo ningún problema en que me odien”, dijo Musk cuando se le preguntó sobre la controversia en la Cumbre DealBook del New York Times, en Nueva York, el 29 de noviembre.
La reacción rodea la respuesta de Musk a una publicación de X del 15 de noviembre que afirmaba que las comunidades judías “han estado impulsando exactamente el tipo de odio dialéctico contra los blancos que, según afirman, quieren que la gente deje de usar contra ellos”.
En una breve respuesta, Musk escribió: «Has dicho la verdad absoluta».
Más tarde aclaró en publicaciones posteriores que se refería principalmente a la Liga Antidifamación (ADL), que, según él, “ataca injustamente a la mayoría de Occidente, a pesar de que la mayoría de Occidente apoya al pueblo judío y a Israel”.
Añadió que ese comportamiento no se extiende a todas las comunidades judías, “pero tampoco se limita sólo a la ADL”.
Las publicaciones provocaron que algunos anunciantes importantes detuvieran el gasto en la plataforma, incluidos Apple, Disney e IBM.
Pero Musk no pareció preocuparse por eso el miércoles y afirmó que no quería su dinero.
«Si alguien va a intentar chantajearme con publicidad, extorsionándome con dinero, que se vaya a la [improperio]», dijo, antes de agregar deliberadamente: «Hola Bob, si estás entre la audiencia».
Ese mismo día, el director ejecutivo de Disney, Bob Iger, había hablado en el evento.
Sin embargo, Musk reconoció que la pérdida de ingresos por publicidad podría perjudicar y potencialmente incluso «matar» a su empresa. Pero en ese caso, sostuvo, el mundo culparía a los anunciantes por la caída de X, no a él.
“Dejemos que las fichas caigan donde puedan”, dijo.
Pero incluso aunque adoptó una postura firme contra sus críticos, Musk añadió que se arrepentía de haber hecho la publicación que inició la controversia, calificándola como “una de las cosas más tontas” que había hecho en la plataforma.
Para aclarar aún más su posición, enfatizó que su respuesta sólo pretendía dar a entender que consideraba “imprudente” que el pueblo judío apoyara a grupos que quieren su aniquilación, como Hamás.
Musk también habló sobre su viaje a Israel a principios de esta semana, durante el cual recorrió uno de los lugares del brutal ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre.
Al señalar que el viaje no pretendía ser una “gira de disculpas” por su reciente publicación, llamó la atención de la audiencia sobre un collar que llevaba.
«Dice: ‘Tráiganlos a casa’, a los rehenes», dijo. “Me lo dieron los padres de uno de los rehenes y dije que lo usaría mientras todavía quedara un rehén. Y así ha sido».
Musk también expresó su apoyo a Israel en su guerra contra Hamás. Su respaldó se dio el 27 de noviembre durante una charla de X Spaces con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“Aquellos que tienen la intención de asesinar deben ser neutralizados. La propaganda debe dejar de entrenar a la gente para que sean asesinos en el futuro”, afirmó.
Añadió que una vez que se haya logrado ese objetivo, espera ayudar a reconstruir Gaza y convertirla en una región próspera.
«Si eso sucede, creo que será un buen futuro», afirmó.
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