La nominada por el presidente Joe Biden para el puesto de representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, se comprometió el 25 de febrero a trabajar con los aliados para hacer que el régimen chino rinda cuentas por sus prácticas comerciales desleales.
En sus declaraciones durante su audiencia de confirmación en el Comité de Finanzas del Senado, Tai describió al régimen chino «como un rival, un socio comercial y un actor de gran envergadura cuya cooperación también necesitaremos para abordar ciertos desafíos globales».
«Debemos recordar cómo caminar, mascar chicle y jugar al ajedrez al mismo tiempo», añadió.
Tai, que creció en Taiwán y habla mandarín con fluidez, es la principal abogada de comercio del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes. Anteriormente, también ejerció durante varios años como jefa de la aplicación de la normativa sobre China en la oficina del representante comercial.
«Sé de primera mano lo críticamente importante que es que tengamos un plan estratégico y coherente para hacer que China se responsabilice de sus promesas y compita eficazmente con su modelo de economía dirigida por el Estado», dijo.
La Administración Trump aplicó aranceles a productos chinos por valor de 360,000 millones de dólares en respuesta a la amplia campaña del régimen, sancionada por el Estado, para robar la propiedad intelectual (PI) estadounidense. También entabló negociaciones comerciales con el régimen en un intento de obligar a Beijing a reformar una serie de prácticas económicas injustas, como las fuertes subvenciones a las industrias nacionales, el hecho de obligar a las empresas estadounidenses a transferir la propiedad intelectual como condición para entrar en el mercado chino y la manipulación de la moneda.
Ambas partes llegaron a un acuerdo comercial de primera fase el pasado año, en el que el régimen chino se comprometió a comprar 200,000 millones de dólares adicionales en los próximos dos años. Pero Beijing no ha cumplido hasta ahora estos compromisos de compra. También se comprometió a llevar a cabo cambios estructurales, como la protección de la propiedad intelectual, el cese de las transferencias forzosas de tecnología y la transparencia en las prácticas de cambio de divisas.
El gobierno de Biden está revisando actualmente las políticas comerciales de la era Trump, y aún no ha dicho si mantendrá los aranceles o el acuerdo comercial de la fase uno.
Cuando le preguntaron si presionaría al régimen chino para que aplicara los cambios estructurales que prometió en el acuerdo de la fase uno, Tai respondió que Beijing tiene que cumplir esas promesas.
Dijo que las discusiones con Beijing para que cumpla con las reformas estructurales son «absolutamente dignas de ser exploradas con China», pero señaló que «esos son caminos que han sido bien usados por los representantes comerciales de Estados Unidos antes que yo».
«Tenemos que explorar todas nuestras opciones», añadió Tai.
Tai también hizo hincapié en la construcción de «un frente unido de aliados de Estados Unidos» para combatir las prácticas depredadoras de Beijing, aunque reconoció que trabajar con otros era «un trabajo duro».
«También debemos impartir los valores y las reglas que guían el comercio global, y debemos hacer cumplir esos términos con vigor», dijo.
Tai es respetada por miembros de ambos partidos, que han elogiado su capacidad para crear consenso por encima de las divisiones ideológicas.
Clete Willems, exsubdirector del Consejo Económico Nacional durante la Administración Trump, dijo a The Epoch Times hace unas semanas que Tai está altamente cualificada para el puesto.
«Ella realmente entiende a China, y pasó su carrera tratando de hacer que Estados Unidos y otros aliados trabajaran juntos para hacer frente a las prácticas comerciales injustas de China», dijo Willems.
Con información de Emel Akan y Reuters.
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