Northwell Health, el proveedor de atención médica más grande del estado de Nueva York, está negando algunos beneficios a los empleados que está despidiendo porque se niegan a cumplir con el mandato estatal de vacunación contra la COVID-19 para los trabajadores de la salud.
Los empleados despedidos pierden todas las contribuciones del empleador a sus planes de jubilación para este año, a menos que sean mayores de 62 años. También se les niega el pago de cualquiera de sus días libres remunerados (PTO), según una hoja de preguntas frecuentes enviada recientemente por correo electrónico a los empleados y obtenida por The Epoch Times.
Los empleados que abandonan la empresa normalmente reciben pagos de hasta 150 horas de PTO, dijo a The Epoch Times la persona que proporcionó la hoja.
“Retener los pagos de vacaciones no es ético y pondrá aún más presión financiera a los empleados despedidos de sus trabajos, ya que tampoco son elegibles para el desempleo”, dijo la persona por correo electrónico, solicitando el anonimato.
Su portavoz, Jason Molinet, dijo a The Epoch Times que la empresa «no puede comentar específicamente sobre cuestiones de personal» cuando se le preguntó sobre la cuestión de los beneficios.
Molinet proporcionó un comunicado diciendo que la fuerza laboral de Northwell, alrededor de 76,000 personas, está «casi al 100 por ciento vacunada».
«Northwell ha adoptado un enfoque rápido y agresivo para avanzar con éxito hacia el cumplimiento total de la vacunación mientras mantiene la continuidad de la atención y garantiza que nuestro alto nivel de seguridad del paciente no se vea comprometido de ninguna manera», dijo el comunicado proporcionado por correo electrónico.
«Lamentablemente, hemos tenido que despedir a algunos cientos de empleados, pero nos complace informar que la mayoría de los miembros del equipo están optando por vacunarse para evitar ser despedidos».
Miles de enfermeras y otros trabajadores hospitalarios han sido despedidos, ya que la fecha límite del mandato de vacunación del estado para el personal hospitalario pasó el 27 de septiembre. Al menos algunos sistemas hospitalarios le han dado a su personal algo de tiempo para cambiar de opinión y vacunarse para volver al trabajo.
Los trabajadores despedidos por el mandato podrían quedarse sin acceso al seguro de desempleo a menos que soliciten legítimamente una exención de salud o religiosa, «porque estos son lugares de trabajo donde un empleador tiene un interés imperioso en tal mandato», dice el Departamento de Trabajo del estado en su sitio web.
Nueva York, y la ciudad de Nueva York en particular, ha estado a la vanguardia en la imposición de vacunas en más y más áreas de la sociedad, incluidos maestros, trabajadores de la salud, empleados del gobierno, así como restaurantes y teatros.
Se sabe que las nuevas vacunas, desarrolladas en un tiempo récord y aún en proceso de ensayos clínicos, causan efectos secundarios graves como miocarditis, principalmente en hombres jóvenes, y coágulos de sangre, aunque las autoridades y los expertos dicen que son raros y presentan un riesgo menor que la enfermedad en sí. Las vacunas tampoco evitan necesariamente que uno contraiga y propague la COVID-19. Los ensayos clínicos indican que minimizan los síntomas.
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