Novak Djokovic emitió una declaración en la que se disculpa por no aislarse tras dar positivo a COVID-19 en diciembre. El tenista dijo que se sintió obligado a hacer una entrevista pues creía que estando asintomático y socialmente distanciado no pasaría nada.
«Fue un error de juicio y acepto que debería haber reprogramado este compromiso», dijo Djokovic.
«Me sentí obligado a seguir adelante y realizar la entrevista de L’Equipe ya que no quería defraudar al periodista, pero me aseguré de distanciarme socialmente y de llevar una mascarilla, excepto cuando me fotografiaron».
En la declaración, publicada en Instagram el 11 de enero, Djokovic explicó que había estado en un evento de baloncesto en Belgrado el 14 de diciembre, donde numerosas personas contrajeron COVID-19 por lo que entonces se hizo una prueba rápida de antígenos el 16 de diciembre, que resultó negativa. Luego «por exceso de precaución» se hizo una prueba tipo PCR. Djokovic no recibió la notificación de su resultado positivo hasta el 17 de diciembre.
Djokovic también explicó que no recibió la confirmación de su resultado positivo de la prueba de COVID-19 hasta después de haber asistido a un evento de tenis en Belgrado el 17 de diciembre, donde entregó premios a los niños. Antes de asistir al evento se sometió a una prueba rápida de antígenos de COVID-19 para asegurarse de que no tenía el virus, la cual resultó negativa.
«Estaba asintomático y me sentía bien y no había recibido la notificación de un resultado positivo de la prueba PCR hasta después de ese evento».
La disculpa de Djokovic llega después de que se cuestionó su exitosa solicitud de exención médica para entrar en Australia como uno de los competidores para ganar el Abierto de Australia, al salir este domingo a la luz unas fotos de la ceremonia de entrega de premios en Belgrado.
Tennis Australiano y el gobierno de Victoria aprobaron la exención de Djokovic para jugar en el Open de Australia el 30 de diciembre, después de que el tenista masculino número uno del mundo presentara una solicitud de exención para el torneo en la que declaraba que había dado positivo a COVID-19 el 17 de diciembre, pero que no había tenido fiebre ni otros síntomas en las 72 horas anteriores.
Djokovic señaló que al hacer su declaración quería corregir la información errónea que circula actualmente en los medios de comunicación, lo que consideró importante para aliviar preocupaciones más amplias en torno a su presencia en Melbourne.
También explicó que el incidente de su visa fue el resultado de un error humano ya que uno de los miembros de su equipo administrativo marcó la casilla equivocada sobre su viaje anterior antes de entrar en Australia.
«Fue un error humano y desde luego no fue deliberado», explicó Djokovic.
El tenista también dijo que respetaba al gobierno australiano e indicó que no haría ningún comentario sobre los procesos de visa del país.
Djokovic fue liberado de un lugar de detención de inmigrantes en Australia el 10 de enero, después de que el juez federal Anthony Kelly restableciera la visa del tenista.
En la audiencia, Kelly consideró que la decisión de anular el visa de Djokovic era «irrazonable» porque no se había dado al tenista tiempo suficiente para «consultar a otras personas» y presentar más alegaciones en su propio nombre que pudieran haber aclarado cualquier malentendido.
Por su parte la ministra del Interior, Karen Andrews, presentó un escrito contra la apelación el 9 de enero, expresando que Djokovic podía seguir detenido a pesar de las órdenes judiciales.
«Una orden de puesta en libertad inmediata no impide que se le vuelva a detener si existe la facultad de hacerlo», dice el escrito.
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