Decenas de miles de personas salieron a la calle hoy en Francia por noveno sábado consecutivo para protestar contra la obligación del certificado sanitario en muchos actos de la vida social y la imposición de la vacunación a ciertos colectivos profesionales, como los sanitarios.
Según los datos del Ministerio del Interior, el 4 de septiembre hubo 141,000 personas en los cortejos, después de los 165,000 contabilizados el 28 de agosto, 175,000 siete días antes y 215,000 el 14 de agosto.
En París, donde las fuerzas del orden estaban desplegadas en varios lugares de paso de las manifestaciones a primera hora de la tarde, se han convocado al menos cuatro manifestaciones.
En las últimas semanas se han producido algunos incidentes al final de las marchas tanto en la capital como en algunas otras ciudades, con enfrentamientos con la policía y detenciones.
Esta nueva jornada de oposición a la ley adoptada de urgencia en julio para luchar contra el covid-19 se produce a cuatro días de que entre en vigor una de sus disposiciones: la obligación de la vacunación para los sanitarios y otros colectivos que trabajan de forma cotidiana con personas frágiles como mayores.
Desde comienzos de agosto, el certificado sanitario -que acredita tener la pauta completa de vacunación, haber superado la covid-19 hace menos de seis meses o tener un test negativo de menos de 72 horas- es necesario para acciones habituales de la vida social como tomar algo en un bar o en un restaurante, ir al cine, visitar un museo o presenciar un partido en un estadio.
Los que trabajan de cara al público en todos esos lugares también tienen que presentarlo desde finales de agosto.
Hasta ahora, un 73.5 % de la población francesa ha recibido al menos una dosis y un 68.9 % ya ha finalizado la pauta de inmunización.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.