La sexta caravana migrante, la tercera formada esta semana, que partió el viernes desde la ciudad de mexicana de Tapachula, fronteriza con Guatemala, llegó a su fin este sábado tras avanzar 40 kilómetros y entregarse a los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) en el municipio de Huixtla.
Desgastados, con hambre, sed y sin ánimos para emprender la caminata, este grupo de cerca de 300 migrantes transitó desde Tapachula hasta Huixtla bajo un ardiente asfalto provocado por temperaturas superiores a los 36 grados.
Los migrantes, con incertidumbre y temerosos de ser encerrados en una estación migratoria, aceptaron el diálogo y la propuesta de entregarse y subir a las furgonetas que dispuso el INM para su traslado.
Los agentes de migración atendieron a las familias que llevaban niños luego de que habían caminado durante viernes y parte del sábado bajo el sol y fuertes lluvias.
Este grupo, que partió el viernes desde Tapachula, se dividió en el municipio de Huehuetán, luego de caminar 26 kilómetros.
El primer grupo abordó vehículos del servicio público y se dirigió al municipio de Huixtla, mientras que resto de las personas llegó domo de Huehuetán donde pernoctaron hasta este fin de semana.
Este sábado por la mañana, la caravana retomó su camino a las 6.00 horas (11.00 GMT) y avanzó a paso lento, seguidos por agentes de la Policía de caminos debido a que los migrantes cerraron ambos carriles de la carretera, provocando un caos vial.
Las caravanas de migrantes en la frontera sur de México se han vuelto imparables ya que sus integrantes buscan salir caminando todos los días de Tapachula en busca de otras oficinas de regularización migratoria donde puedan obtener sus documentos.
Llegar a la frontera norte
Un migrante de Nicaragua, Bayardo Castillo, quien viaja con su familia para llegar a Estados Unidos, dijo a Efe que lo único que buscan es obtener la visa por razones humanitarias y poder pasar a la frontera norte.
Su primer objetivo fue llegar al municipio de Huixtla para ver si las autoridades migratorias cumplen con los trámites migratorios que les prometieron.
Por su parte, Yanpier González Rodríguez, otro migrante centroamericano, indicó que ninguna de las personas que viajan en la caravana quiere quedarse en México, por eso, es necesario que las autoridades los atiendan.
«Nosotros caminamos porque no contamos con los recursos suficientes para poder esperar las citas ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el INM para poder hacer el trámite, ya que se necesita hospedaje y alimentos para esperar y sacar los papeles porque eso dura varios días», contó.
En Tapachula, pequeños grupos de migrantes ya se están organizando para emprender su salida, solo de manera ilegal o en caravana, pero siempre con la idea de llegar a Estados Unidos.
Desde enero hasta abril se han formado seis caravanas, tres durante esta semana, las cuales fueron disueltas por las autoridades luego de que los extranjeros alcanzaran acuerdos con el ente migratorio.
Ola migratoria
México deportó a más de 114,000 ilegales en 2021, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación del país.
Además, la Comar recibió un récord de 131,448 solicitudes de refugio en 2021. De estos peticionarios, más de 51,000 son haitianos.
El INM de México informó recientemente que desde el 1 de enero y hasta el 13 de abril de este año interceptó a 115,379 migrantes, de los cuales un 15 % eran menores de edad, principalmente de naciones de Centroamérica.
Mientras que en el año fiscal 2022, que arrancó el 1 de octubre de 2021, ya se han contabilizado 1,060,094 encuentros de migrantes en la frontera sur estadounidense, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
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