El senador Rand Paul (R-Ky.) presentó el 28 de marzo una enmienda que, de ser aprobada, revelaría el papel que desempeñó el expresidente Barack Obama en la investigación de la campaña Trump y el uso del desacreditado expediente Steele.
La enmienda de Paul modificaría una resolución, que pide al fiscal general que divulgue el informe completo del fiscal especial Robert Mueller al Congreso y al público. La resolución fue aprobada por la Cámara de Representantes por 420 votos a favor y 0 en contra el 14 de marzo y ahora se encuentra en el Senado.
«Lo que necesitamos descubrir, y aún no lo sabemos, es si el presidente Obama estuvo involucrado. ¿Se hizo con fines partidistas? ¿Fue hecho para tratar de elegir a Hillary Clinton?», preguntó Paul en el Senado.
Según un resumen del informe final de Mueller publicado por el fiscal general William Barr, el fiscal especial no encontró ninguna prueba de colusión entre la campaña de Trump y Rusia. El hallazgo de Mueller plantea interrogantes sobre los orígenes de la investigación de la campaña de Trump y sugiere que la investigación se inició sin pruebas de conducta indebida.
Según el representante Devin Nunes (R-Calif.), el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes tiene suficiente evidencia para establecer que la investigación de la campaña de Trump comenzó mucho antes de finales de julio de 2016. Si Nunes tiene razón, la oficina se verá obligada a presentar las pruebas, si las hubiere, sobre las que actuó para iniciar la investigación.
En particular, la razón por la cual el FBI inició la investigación de la campaña Trump a finales de julio de 2016 ya es cuestionable. Según el relato actual, la investigación comenzó con la evidencia de que el asociado de la campaña Trump, George Papadopoulos, le dijo a un diplomático australiano que los rusos tenían algo sucio sobre Hillary Clinton. No hay pruebas de que Papadopoulos haya tenido contacto con funcionarios rusos. Papadopoulos fue condenado por mentir al FBI sobre los contactos con Joseph Mifsud, un profesor maltés con amplios vínculos con la inteligencia occidental, no con Rusia. En su nuevo libro, Papadopoulos afirma que fue atrapado en la mira de una operación de inteligencia occidental para derribar a Trump.
La enmienda de Paul también pide que se publiquen todos los documentos relacionados con las comunicaciones de varios funcionarios de la administración Obama, entre ellos el propio expresidente, el exdirector del FBI James Comey, el exdirector de la CIA John Brennan, el exdirector de Inteligencia Nacional James Clapper, Susan Rice, el exdirector adjunto del FBI Andrew McCabe, el exdirector adjunto del FBI Peter Strzok, la exfiscal del FBI Lisa Page, la exfiscal general Loretta Lynch y el exalto funcionario del DOJ Bruce Ohr.
La enmienda de Paul, si se promulga, también llamaría a Brennan y a Clapper a testificar ante el Congreso. Paul señaló que Brennan y Clapper han mentido al Senado.
«Además del informe Mueller, lo que necesitamos saber es si hubo malversación de fondos… ¿Hubo un mal uso del poder del gobierno? ¿Se involucró la administración del presidente Obama en las elecciones para tratar de manipular e infiltrarse en la campaña de Trump para atraparlos o para tratar de difundir información que era incorrecta? preguntó Paul. «Necesitamos saber eso».
Además de refutar las acusaciones de colusión, el informe de Mueller es el golpe final a la credibilidad del expediente Steele. La campaña de Clinton y el Comité Nacional Demócrata pagaron por el expediente y el FBI lo usó, sin la debida verificación, para obtener una orden para espiar al exvoluntario de la campaña de Trump, Carter Page. El exespía británico Christopher Steele compiló el expediente pagando a fuentes de segunda y tercera mano vinculadas al Kremlin.
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