La próxima estrategia de defensa nacional de Estados Unidos no se centrará únicamente en China, sino que tratará de hacer frente a una amplia gama de amenazas mediante un mayor trabajo con los aliados, según una alta funcionaria del Pentágono.
«Reconocemos a China como el ‘desafío del ritmo’, como ha recalcado el secretario [de Defensa], y seguimos profundamente preocupados por Rusia, y también por otros temas», dijo Mara Karlin, secretaria adjunta de defensa para estrategia, planes y capacidades.
«Nos centraremos en muchos sentidos en perseguir ese desafío de China, al tiempo que nos aseguramos de trabajar responsablemente con nuestros aliados y socios más cercanos para hacer frente a muchos de los otros desafíos que también vemos que hacen metástasis o se desplazan y no desaparecen».
Está previsto que la estrategia de defensa nacional se publique a principios de 2022. La última edición, un documento cuatrienal, se elaboró en 2018 bajo el mandato del entonces secretario de Defensa, el general James Mattis. Esa estrategia cambió el enfoque de defensa de Estados Unidos de la Guerra Global contra el Terrorismo a la rivalidad de grandes potencias con China y Rusia.
Esa estrategia abordaba a China y Rusia como una especie de problema conjunto pero, según Karlin, la nueva estrategia romperá con eso en cierto modo para comprometerse con China y Rusia como asuntos propios.
Abordará las capacidades de conflicto de la zona gris de Rusia, el conflicto potencial en Ucrania, y reforzará la primacía de la presencia global de Estados Unidos centrándose en el papel de los aliados en su pensamiento estratégico.
«Somos una potencia global», dijo Karlin. «Estamos orgullosos de ser una potencia global. Creemos que eso es bueno para nosotros y para la comunidad internacional».
La estrategia también tendrá un elemento de planificación de la fuerza, que según Karlin se centrará en proporcionar recomendaciones «creíbles» para seguir desarrollando el ejército basándose en las amenazas reales y en las limitaciones de recursos.
«Francamente, puede ser demasiado fácil para nosotros pronosticar algo que no va a ser una realidad», dijo Karlin. «No creo que eso sea justo para nosotros. Tampoco creo que sea justo para nuestros sucesores y para la futura fuerza».
«Tenemos que ser sobrios y tener una visión clara de lo que pediríamos a la fuerza que hiciera y luego asegurarnos de que tiene las capacidades para hacerlo realmente».
Karlin también dijo que la estrategia trataría de abordar el «reto de China» en todos los ámbitos políticos, militares y económicos, y que aprovecharía las tecnologías disruptivas a través de la recientemente creada Reserva de Experimentación Rápida de Defensa, una iniciativa diseñada para fomentar la creación de prototipos y la experimentación para apoyar los conceptos de lucha conjunta.
«Si nos limitamos a estar sentados en una burbuja defensiva, o en la burbuja del Pentágono, y no contemplamos esas otras herramientas del conjunto, simplemente no seremos tan eficaces a la hora de afrontar [estos problemas]», dijo Karlin.
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