Una ley de California que impone multas más elevadas a los titulares de derechos de agua que cometan infracciones leves y desvíen ilegalmente agua de los sistemas fluviales durante una sequía fue aprobada recientemente por el gobernador Gavin Newsom.
La ley AB 460, promulgada oficialmente el 22 de septiembre, aumentará hasta 10 milx dólares diarios las posibles multas a quienes extraigan agua de ríos y arroyos sin autorización.
Otras multas previstas en el proyecto de ley incluyen 2500 dólares por cada acre-pie de agua extraído y 2500 dólares por cada día que se ignore una orden de cese de bombeo de agua de un río.
En virtud de la AB 460, las personas que infrinjan un permiso o un requisito de notificación de desvío de agua para la recarga de aguas subterráneas también se enfrentarán a una sanción civil de hasta 1000 dólares diarios a partir de 2026, el doble de la cuantía actual.
Hace solo dos años, un grupo de ganaderos del condado de Siskiyou desviaron agua del río Shasta y fueron sancionados con una multa de 4000 dólares, unos 50 dólares por persona. En aquel momento, los ganaderos dijeron que tenían que sopesar la amenaza para su ganado y los gastos de la ganadería con agua inadecuada frente a la amenaza de las multas.
El grupo conservacionista California Trout, que copatrocinó el proyecto de ley, afirmó en un comunicado publicado el 24 de septiembre en la plataforma de medios sociales X que el proyecto de ley faculta ahora a la Junta Estatal de Control de los Recursos Hídricos a imponer multas cuando se desvíe ilegalmente agua de ríos o arroyos.
«Necesitamos que por nuestros ríos fluya el agua adecuada para promover la salud y el funcionamiento de las cuencas hidrográficas. Cuando un río no tiene agua suficiente, no puede satisfacer las necesidades de las personas que dependen de él», afirma el grupo.
«Del mismo modo, las especies de peces autóctonas no pueden sobrevivir sin agua para nadar. La AB 460 ayudará a que el agua siga fluyendo por nuestros ríos, satisfaciendo las necesidades tanto de los peces como de las personas».
Según Analise Rivero, directora asociada de política del grupo conservacionista, las multas eran tan bajas que podían ignorarse fácilmente, pero la nueva ley cerrará «esa laguna y hace más fuerte la ley existente, es un paso importante para desincentivar el robo de agua».
La AB 460 fue redactada por la asambleísta Rebecca Bauer-Kahan y aprobada inicialmente en mayo de 2023. El proyecto de ley sufrió varios cambios, pero fue aprobado el mes pasado y llegó a la mesa de Newsom el 22 de septiembre.
La mayor parte de las revisiones consistieron en la eliminación de una disposición que habría permitido a la junta del agua de California emitir órdenes provisionales de alivio, lo que permitiría una acción legal inmediata contra los infractores.
Una coalición de asociaciones agrarias y agencias del agua temían que se produjeran consecuencias punitivas sin una revisión judicial adecuada, y presionaron con éxito para que se eliminara esa parte antes que el proyecto se convirtiera en ley.
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