El Estado de California está dando a las víctimas infantiles de abuso sexual más tiempo para decidir si quieren presentar demandas, lo último en una tendencia creciente entre los Estados a eliminar las leyes de prescripción en Estados Unidos.
El gobernador Gavin Newsom firmó la ley que entró en vigor el 13 de octubre para dar a las víctimas de abuso sexual infantil hasta la edad de 40 años, o cinco años a partir del descubrimiento del abuso, para presentar demandas civiles. Anteriormente, el límite era de 27 años, o dentro de los tres años siguientes al descubrimiento del abuso.
La nueva ley también suspende por completo la prescripción por tres años, a partir de enero del próximo año, permitiendo a las víctimas de cualquier edad la posibilidad de presentar demandas si así lo desean.
Una ley de prescripción impide que los fiscales tengan el poder de acusar a alguien una vez que han pasado un cierto número de años desde que se cometió un delito.
Nueva York y Nueva Jersey han firmado una legislación similar, haciendo de California por lo menos el tercer Estado este año que ha tomado tales medidas. Nueva York y Nueva Jersey elevaron sus estatutos de prescripción a 55 años. Nueva York también suspendió su estatuto de limitaciones por un año, lo que llevó a cientos de demandas contra hospitales, escuelas, la Iglesia Católica Romana y el recientemente fallecido agresor sexual Jeffrey Epstein.
En California podrían presentarse demandas similares.
«Muchas víctimas, debido al estigma, miedo o similares, que no presentaron sus historias de manera oportuna, ahora pueden obtener algún nivel de justicia», dijo a La Gran Época Julie Rendelman, una abogada de defensa criminal de Nueva York y exfiscal de homicidios.
Rendelman dijo que hay motivos de preocupación desde el punto de vista de la defensa.
Dijo que la nueva ley, hasta cierto punto, abre la puerta a demandas frívolas. Rendelman también cuestionó si la tan necesaria justicia para las víctimas «supera el potencial de ciertos individuos para tomar ventaja injusta de la nueva ley».
«Cuanto más tiempo un individuo tiene que buscar reparación civil por un supuesto acto criminal, más difícil es para el acusado defenderse», dijo. «Los testigos que podrían apoyar al acusado pueden morir o no recordar el incidente después de tantos años. El análisis forense, como el ADN, a menudo no existe».
Gran parte de la oposición a la ley en California proviene de los distritos escolares, que advierten que la ley va demasiado lejos. Las demandas presentadas hasta cuatro décadas después del hecho hacen que sea mucho más difícil reunir pruebas, porque es más probable que los testigos se hayan mudado o hayan muerto. Además, la ley cambia el estándar legal para la responsabilidad, haciendo más fácil que las víctimas ganen en los tribunales.
Laura Ahearn, una abogada de Nueva York que ha representado a víctimas de abuso de clérigos durante casi 20 años, dijo a La Gran Época que las nuevas leyes son una forma de reconocimiento por «el profundo impacto psicológico que el abuso sexual infantil tiene en un niño y las consecuencias a largo plazo de la victimización».
Las leyes más antiguas limitan la cantidad de tiempo que una víctima puede buscar reparación, lo que permite a los delincuentes y a las instituciones evitar la responsabilidad, dijo Ahearn.
«Predecimos que estos cambios estatutarios resultarán en más compañías de seguros que requerirán que las instituciones que aseguren eduquen a los profesionales que trabajan con niños y que creen políticas y procedimientos internos más proactivos que fomenten la rendición de cuentas y, en última instancia, eviten la victimización», dijo.
En promedio, las víctimas de abuso infantil no revelan ni tratan con su abuso hasta los 52 años de edad, según Mary McKenna, líder de la organización sin fines de lucro «The Survivors Network of those Abused by Priests» (Red de sobrevivientes para aquellos abusados por sacerdotes) de Nueva York.
«El cambio de ley me ha hecho muy feliz», dijo McKenna a La Gran Época por correo electrónico.
Varios Estados de Estados Unidos han anunciado que están investigando acusaciones de abuso sexual por parte de clérigos vinculados a la Iglesia Católica Romana.
Además, más de la mitad de las 187 diócesis católicas romanas de Estados Unidos han comenzado a investigar al clero por denuncias de abuso sexual a menores o han anunciado planes para hacerlo, lo que marca un cambio extraordinario y renovado para investigar un escándalo que azota a la iglesia.
Las diócesis también han dado a conocer los nombres de otros 1000 sacerdotes y otros clérigos acusados de abusar sexualmente de niños, según una investigación de Associated Press. Casi 20 investigaciones locales, estatales o federales, ya sean civiles o criminales, han comenzado desde que se publicó el informe del gran jurado en Pensilvania el año pasado. Las investigaciones podrían dar lugar a la publicación de más nombres y acusaciones.
«Por encima de todo, protegieron a su institución por encima de todos los costos», dijo el año pasado el Procurador General de Pensilvania, Josh Shapiro, al describir las conclusiones de su informe del gran jurado.
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