Una nueva oleada de casos del virus del PCCh estalló en China desencadenando pruebas masivas de ácido nucleico, cierres y temores en la población. Los nuevos brotes afectaron a Beijing, Shanghái, 11 provincias y tres regiones de minorías étnicas en el período de una semana.
Los datos muestran que los recientes brotes comenzaron el 17 de octubre y se transmitieron principalmente a lo largo de las rutas de viaje hacia Mongolia Interior, sin que se identificaran la fuentes. La Comisión Nacional de Salud de China informó de 39 nuevos casos confirmados el 24 de octubre. Este brote afectó a múltiples lugares y se expandió rápidamente hacia un mayor riesgo de proliferación, según los medios de comunicación estatales.
Sin embargo, los datos reales necesitan una mayor verificación debido a la falta de transparencia en la divulgación de la pandemia en China.
Las provincias afectadas son Hebei, Zhejiang, Guangdong, Yunnan, Guizhou, Hubei, Hunan, Qinghai, Shanxi, Gansu y Heilongjiang, además de tres regiones de minorías étnicas de Mongolia Interior, Guangxi y Ningxia.
A partir de las 9:00 horas del 24 de octubre, China destacó dos zonas de alto riesgo, incluyendo la ciudad de Dalaihob de Ejin Banner, en Mongolia Interior, y la comunidad de Hongfuyuan, en Beijing. Además, designó 16 zonas de riesgo medio, entre ellas cinco en Gansu, seis en Mongolia Interior, tres en Ningxia y dos en Guizhou.
El 23 de octubre, el ministerio de Cultura y Turismo de China realizó controles urgentes de los viajes a las regiones de riesgo alto y medio en un aviso de emergencia. Puso en marcha medidas estrictas, subrayando que para prevenir los casos importados, las agencias de viajes debían suspender la venta de paquetes turísticos al exterior, los billetes de avión y el negocio hotelero.
Respuestas locales
El 25 de octubre, el portavoz de Beijing y vicedirector del departamento de publicidad, Xu Jianxin, instó a los ciudadanos a minimizar los viajes fuera de sus territorios en los próximos días, salvo para fines esenciales. Deben evitarse especialmente los destinos situados en regiones de alto y medio riesgo, subrayó.
Un día antes, las autoridades de Beijing, en una conferencia contra el COVID, exigieron que las personas que tuvieran que viajar a Beijing presenten sus códigos verdes sanitarios y pruebas de detección de ácido nuclear negativas desde 48 horas antes de su llegada. Luego tendrían que someterse a 14 días de vigilancia sanitaria. Las personas llegadas desde otros puertos de entrada tendrán que someterse a un aislamiento completo de 21 días.
El 22 de octubre, el distrito de Changping de Beijing declaró el estado de emergencia y la comunidad de Hongfuyuan fue designada como región de alto riesgo.
Dos residentes confirmaron a The Epoch Times que las entradas y salidas del distrito estaban bloqueadas, todos los restaurantes cerrados y que a toda la población le practicaron pruebas de ácido nucleico durante la noche.
«El cierre se produjo a las 0:00 horas del 22 de octubre, sin previo aviso», dijo Xiao Li (alias). No se les dio tiempo suficiente para abastecerse de alimentos para los días de cuarentena, añadió.
La situación de la pandemia en China suscitó preocupación ya que los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing comenzarán el 4 de febrero de 2022.
La capital de la provincia de Hebei, Shijiazhuang, confirmó un nuevo caso el 24 de octubre. Los funcionarios locales cerraron unos 40 barrios, enviaron a casi 2000 personas a centros de cuarentena y ordenaron pruebas de ácido nucleico a más de 500,000 personas.
Una mujer de la localidad con apellido Wang, dijo que el extenso cierre no solo sirve como una fachada de la diligencia de parte de los funcionarios locales, sino que también se utiliza como excusa ante los malos resultados económicos.
«Los funcionarios están demostrando que trabajan duro en sus puestos», dijo Wang a la edición china de The Epoch Times. «Por otro lado, están eludiendo así su parte de responsabilidad en el crecimiento económico local».
Wang añadió que los habitantes de la zona no querían denunciar a los funcionarios por miedo a ser arrestados arbitrariamente.
En Ejin Banner, las autoridades locales ordenaron desde el 25 de octubre una cuarentena domiciliaria a los 35,700 residentes. Los infractores tienen que responder civil y penalmente, advirtieron.
Actualmente, cerca de 10,000 turistas están atrapados en una popular atracción forestal local, según informaron los medios de comunicación estatales.
Con información de Luo Ya
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