Nueva Orleans espera recibir esta semana a más de un millón de visitantes para su festival anual de Mardi Gras, por lo que la ciudad solicita ayuda federal para garantizar que no se repita el atentado mortal que dejó al menos 14 peatones muertos y más de 30 heridos cuando un hombre arrolló con un vehículo a una multitud en Bourbon Street el día de Año Nuevo.
Después que el atentado se investigara inicialmente como un posible ataque terrorista, el FBI dijo que el sospechoso parecía haber actuado solo, a pesar de sus vínculos con el ISIS.
Cuando el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden viajen a Nueva Orleans el 6 de enero para acompañar en el luto junto a las familias y los líderes de la comunidad, escucharán a la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell y a otros funcionarios de la ciudad acerca de lo que el gobierno federal puede hacer para aumentar potencialmente los niveles de seguridad para el evento mundialmente famoso.
Cuando se produjo el atentado, la ciudad vivía ya una ajetreada temporada festiva.
Bourbon Street estaba llena de personas celebrando el Año Nuevo y la Allstate Sugar Bowl estaba programada para más tarde ese mismo día. Se pospuso inmediatamente tras el atentado.
Nueva Orleans también se estaba preparando para el Mardi Gras, cuyos festejos empezaban el 6 de enero.
El mes que viene, la ciudad acoge el acontecimiento deportivo más popular del país: la Super Bowl LIX.
Es probable que estos acontecimientos atraigan a un gran número de visitantes —tanto nacionales como extranjeros— y los comercios locales ya se están preparando para el flujo de turistas.
La afluencia de visitantes pone de relieve el grave problema de seguridad al que se enfrenta Nueva Orleans tras el atentado con el camión y el temor de que se repita el incidente.
El Gobernador de Luisiana, Jeff Landry, declaró el estado de emergencia poco después del atentado.
En el decreto, Landry dijo que permitiría a la ciudad desplegar más recursos ante los «cientos de miles de visitantes en las semanas previas a la Super Bowl y el Mardi Gras».
«Son necesarias amplias medidas de coordinación y seguridad para asegurar las zonas en torno a los acontecimientos y garantizar la seguridad pública frente a las amenazas asociadas a estos eventos», declaró.
Cantrell declaró durante una rueda de prensa celebrada el 5 de enero en la oficina del FBI en Nueva Orleans que la ciudad había solicitado ayuda federal para recurrir a un experto táctico que determinara los puntos débiles que requerirían un aumento de la seguridad.
Dado que el atacante eludió una barrera policial y condujo una camioneta directamente hacia los peatones, las autoridades pedirán al experto que determine si las medidas de seguridad existentes en la ciudad, incluidas sus barricadas viales, son adecuadas.
Aumentar la seguridad local
«Así pues, lo que queremos hacer es… determinar si estos bolardos son suficientes o no», dijo Cantrell.
«¿Cómo?, ¿qué y dónde hay que colocarlos?».
Ella agregó: «Este es un trabajo en progreso y estamos comprometidos a hacer todo lo necesario para garantizar las medidas de seguridad pública… endurecimiento de las zonas objetivo en la preparación no solo para el Super Bowl, sino también para el Mardi Gras».
La alcaldesa dijo que presentó una solicitud federal para que el Mardi Gras recibiera un nivel de seguridad federal mejorado, de SEAR 2 a SEAR 1.
La designación Special Event Assessment Rating (SEAR) del Departamento de Seguridad Nacional tiene un sistema de clasificación en cinco niveles para evaluar si los acontecimientos públicos necesitan asistencia federal en materia de seguridad, que podría incluir apoyo aéreo, inteligencia de campo y caninos detectores de bombas.
Los eventos SEAR de nivel cinco «pueden ser reconocidos a nivel nacional pero generalmente tienen importancia local o estatal», mientras que los eventos SEAR de nivel uno, como la Super Bowl, tienen «importancia nacional y/o internacional que requieren un amplio apoyo federal interagencias».
El alcalde tiene previsto discutir la petición de seguridad con los Biden cuando visiten el lugar del atentado.
El Departamento de Policía de Nueva Orleans (NOPD) también está reforzando la seguridad antes de los grandes acontecimientos de la ciudad.
«A la luz de los trágicos acontecimientos del día de Año Nuevo, estamos aumentando nuestra presencia de seguridad en colaboración con otros organismos encargados de hacer cumplir la ley. Este esfuerzo de seguridad reforzada continuará todos los días, no solo durante los grandes eventos», escribió el departamento en un comunicado publicado en X.
«A medida que se acerquen grandes eventos como el Superbowl y el Mardi Gras, proporcionaremos actualizaciones oportunas sobre el tráfico, los cierres de calles y las medidas de seguridad».
Barreras de seguridad
Un punto conflictivo en los puntos ciegos de seguridad de la ciudad en medio de las investigaciones locales y federales sobre el ataque del Día de Año Nuevo es por que no se erigieron grandes barreras para proteger a los fiesteros que estaban en la calle ese día.
En 2019, Interfor International, una consultora de seguridad privada, advirtió sobre los riesgos de ataques terroristas en el Barrio Francés.
«El riesgo de terrorismo —específicamente tiroteos masivos y ataques vehiculares— continúa siendo altamente posible mientras que moderadamente probable», escribió la firma en su informe.
«Interfor recomienda encarecidamente que la movilización de bolardos se arregle/mejore inmediatamente. La NOPD está en la mejor posición para supervisar esta medida».
Los bolardos son postes verticales que pueden proteger a los peatones en las calles de la ciudad, especialmente cuando una carretera está cerrada para eventos especiales.
En 2016, después que un simpatizante de ISIS condujera un camión contra la multitud que celebraba el Día de la Bastilla en la ciudad francesa de Niza y masacrara a 86 personas, los líderes cívicos se movilizaron rápidamente para instalar bolardos de acero para limitar el acceso de vehículos en Bourbon Street durante grandes eventos.
Aunque los bolardos podían replegarse para realizar entregas en la calle a bares y restaurantes, dejaron de funcionar de forma fiable tras años de acumulación de residuos, incluidas roscas de cerveza y cuentas de Mardi Gras.
La ciudad trabaja actualmente en la reparación de los bolardos de Bourbon Street.
Si el tiempo lo permite, se espera que las obras finalicen en febrero.
Como la ciudad aún estaba reparando los bolardos, no se utilizaron para proteger a los peatones en Nochevieja.
Se utilizó un único vehículo policial para bloquear Bourbon Street, pero el atacante lo rodeó antes de matar a los peatones la semana pasada.
Con informacion de The Associated Press.
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