El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció este martes el cierre de los negocios no esenciales en las zonas afectadas por importantes brotes del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como nuevo coronavirus, en el estado, y desveló un nuevo sistema escalonado que determinará las actividades permitidas en relación al número de casos de cada zona.
«Las aglomeraciones causan infecciones, las infecciones causan agrupaciones de casos, y las agrupaciones de casos causan la propagación por las comunidades», afirmó Cuomo en una rueda de prensa.
Las nuevas medidas del estado de Nueva York llevarán al cierre de negocios como gimnasios, bares o centros de cuidado personal en algunas zonas de Brooklyn y Queens, así como las áreas de Rockland, Orange, Nassau y Binghamton, donde el porcentaje de infección ha registrado un importante aumento en las últimas semanas.
Según el nuevo sistema anunciado por el gobernador, las áreas con brotes serán consideradas como zonas rojas, donde, además del cierre de negocios no esenciales, se decretará el cierre de todos los colegios, se prohibirán todas las aglomeraciones, los restaurantes sólo podrán servir comida para llevar y los centros religiosos sólo podrán estar a un 25 por ciento de su capacidad y hasta un máximo de 10 personas.
Las áreas que rodean la zona roja serán las naranjas, donde también tendrán que cerrar todos los colegios, las reuniones se reducirán a grupos de 10 personas, cerrarán los negocios que se consideren de alto riesgo (como gimnasios o establecimientos de cuidado personal) y los restaurantes sólo podrán recibir a clientes en zonas exteriores, en mesas de no más de cuatro personas.
En la zonas amarillas, que rodean a las naranjas y son consideradas áreas de contención, todos los negocios podrán permanecer abiertos, así como los centros educativos, donde se tendrá que hacer pruebas a estudiantes y profesores de manera aleatoria cada semana, mientras que en los restaurantes los grupos de comensales, tanto en interior como en exterior, se seguirán limitando a cuatro.
Cuomo, que este lunes anunció el cierre de colegios en las áreas que están registrando los brotes, volvió a señalar a la falta de acción de las autoridades locales para implementar las medidas de distanciamiento social y de uso de mascarillas en Nueva York.
«Los gobiernos locales deben implementar las leyes. Podemos pasarnos todo el día diseñando leyes y normas, pero sólo funcionarán si se hacen cumplir. (…) Y la falta de su ejecución ha contribuido a este problema», aseveró el gobernador ante la prensa, que señaló numerosos conciertos, fiestas y celebraciones religiosas que se han producido durante el verano.
Las nuevas normas empezarán a implementarse este viernes como tarde, y estarán en efecto durante 14 días hasta que el estado vuelva a evaluar la situación.
Cuomo también señaló que las comunidades más afectadas son aquellas en las que se acumulan los judíos ortodoxos, y afirmó que ha mantenido conversaciones con sus líderes para pedir que este sector de la población siga las normas.
«Entiendo la imposición que esto supone para ellos, pero les he dicho que necesito de su cooperación y de su colaboración», explicó.
En concreto, en las zonas de brotes la tasa media de positivos es de un 5.5 %, según el gobernador, una cifra media que baja hasta el 1.4 % a nivel estatal. Además, apuntó que en las últimas 24 horas, 9 neoyorquinos han fallecido de COVID-19 y que hay 700 hospitalizados, de los que 158 se encuentran en unidades de cuidados intensivos.
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