El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, estuvo a la defensiva sobre el manejo de su estado de los pacientes en los centros geriátricos durante la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), diciendo que asumiría «agresivamente» las «mentiras» mientras un número creciente de funcionarios pide una investigación.
Cuomo, un demócrata, ha sido criticado por miembros de su propio partido en las últimas semanas por cómo su administración eligió obligar en marzo a que los centros geriátricos acepten pacientes que se recuperaban del COVID-19. El viernes, Cuomo volvió a afirmar que esa era la mejor opción en ese momento para ayudar a liberar las camas que se necesitaban desesperadamente en los hospitales del estado, y agregó que la medida no causó más muertes.
Cuomo dijo el viernes que sentía que necesitaba abordar las críticas con más fuerza porque las «mentiras» sobre su manejo de la pandemia enfurecían a las personas cuyos seres queridos habían muerto.
«No voy a dejar que lastimen a los neoyorquinos mintiendo sobre lo que sucedió con la muerte de un ser querido», dijo Cuomo durante una conferencia de prensa en Albany, la capital del estado. «Así que voy a asumir las mentiras y a los actores sin escrúpulos, especialmente cuando causan dolor y daño a Nueva York».
En la conferencia, Cuomo elogió a su comité de salud «por un gran trabajo» realizado durante la pandemia.
“Lamento que tengan que hacerlo en un pésimo entorno político. Pero ahí es donde estamos”, dijo. “Lamento que hayan tenido que lidiar con el Covid, lamento que hayan tenido que lidiar con una pandemia. Lamento que tuvieran que extrañar a su familia trabajando los siete días de la semana y lamento que tengan que sufrir abusos en la política partidista del día».
En los últimos días, Cuomo ha estado bajo una gran presión luego de que un artículo del New York Post descubrió que una de sus principales ayudantes, Melissa DeRosa, dijo a los legisladores en una llamada privada que la administración retuvo los datos del virus del PCCh sobre las muertes en los centros geriátricos porque el estado estaba siendo investigado por el Departamento de Justicia bajo la presidencia de Donald Trump el año pasado.
En enero, la procuradora general Letitia James publicó un informe en el que se acusaba al gobierno estatal de subestimar deliberadamente las muertes por COVID-19 en los centros geriátricos hasta en un 50 por ciento.
El informe desencadenó una serie de pedidos para una investigación por parte de republicanos y también demócratas, incluida la representante socialista Alexandria Ocasio-Cortez (D-N.Y.) y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
«Miles de neoyorquinos vulnerables perdieron la vida en centros geriátricos durante la pandemia», dijo Ocasio-Cortez en un comunicado el viernes. «Sus seres queridos y el público merecen respuestas y transparencia por parte de su liderazgo electo, y las declaraciones de la Secretaria del Gobernador justifican una investigación completa».
Por otra parte, el asambleísta de Queens, Ron Kim, también demócrata, acusó a Cuomo de amenazar con «destruirlo» si no daba un giro más positivo a la declaración de DeRosa.
El asesor de Cuomo, Rich Azzopardi, dijo al New York Daily News que Kim fabricó detalles sobre su conversación con el gobernador.
“En ningún momento nadie amenazó con ‘destruir’ a nadie con su ‘ira’ ni se involucró en un ‘encubrimiento’”, dijo, según el periódico. «Eso está más allá de los límites y, desafortunadamente, es parte de un patrón de mentiras de años del Sr. Kim contra esta administración».
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