La orden de uso de mascarillas o vacunación contra COVID-19 en todo el estado de Nueva York para las empresas y lugares cerrados se extenderá varias semanas más hasta el 1 de febrero, dijo la gobernadora Kathy Hochul el 31 de diciembre.
Hochul, una demócrata, presentó la orden, que requiere que las empresas y los lugares exijan que las personas usen mascarillas o presenten una prueba de vacunación contra COVID-19, a mediados de diciembre en medio de la propagación de la variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
“Agradezco a todos los condados y también a las propias empresas que han estado cumpliendo esto», dijo Hochul el viernes, y agregó que la orden será revisada el 1 de febrero. “He visto cumplimiento. He recorrido desde cafeterías y viajado al norte del estado y viajado por la ciudad de Nueva York. El cumplimiento es muy bueno para mí visualmente».
La orden cuenta con multas de hasta USD 1000 por cada infracción, según la oficina de la gobernadora.
Sin embargo, el 20 de diciembre en un aparente giro de la política estatal, la oficina de Hochul dijo que el estado no enviará inspectores para hacer cumplir su orden. Mientras tanto, una semana antes de eso, Hochul—quien asumió el cargo luego de que el exgobernador Andrew Cuomo renunciara en medio de varios escándalos—también dijo que los condados pueden optar por no participar.
«La aplicación será realizada por los departamentos de salud locales», dijo la portavoz de Hochul, Hazel Crampton-Hays, a los medios de comunicación en ese momento. “La gobernadora Hochul puso a disposición USD 65 millones hoy para las necesidades de los condados en materia de cumplimiento, incluidos los costos de personal relacionados con los controles aleatorios y otras medidas de cumplimiento. Estamos todos juntos en esto mientras luchamos contra esta oleada invernal».
Durante una conferencia de prensa el 14 de diciembre en Manhattan, Hochul explicó previamente que los condados por separado «siempre han tenido que hacer cumplir los requisitos de salud pública», lo que sugiere que el estado dedicaría pocos recursos para hacerlos cumplir.
Varios ejecutivos del condado de Nueva York dijeron que no harían cumplir la orden de Hochul.
«Mi departamento de salud tiene cosas críticas que hacer que son más importantes que hacer cumplir esto, y creo que las pequeñas empresas ya han sufrido bastante», dijo el ejecutivo republicano del condado de Orange Steve Neuhaus, a inicios de este mes. «Dios no permita que la gobernadora ordene a la policía estatal que salga a imponerla».
El ejecutivo del condado de Dutchess, Marc Molinaro, dijo al New York Post que su oficina simplemente no tiene los recursos o «ni siquiera el deseo» de hacer cumplir la orden del uso de mascarilla o de vacunación.
El Post citó al director ejecutivo del condado de Greene, ubicado en las montañas Catskill, diciendo que no tiene el «personal para su aplicación, así que ni siquiera vamos a intentar hacerla cumplir».
“¿Qué voy a hacer, colocar a alguien en un Walmart 24 horas del día, los 7 días de la semana? Es una tontería», dijo el ejecutivo, Shaun Groden. “Mi personal tendrá que usar mascarilla. Pero no vamos a convertirnos en la policía de las mascarillas».
En contra de la orden de Hochul, el gobernador de Connecticut y también demócrata, Ned Lamont, dijo recientemente a los medios de comunicación que no cree que las órdenes de uso de mascarillas funcionen y señaló el aumento de los casos de COVID-19 en el estado de Nueva York.
Las órdenes de uso de mascarillas «no están deteniendo el repunte en la ciudad de Nueva York, que probablemente sea la zona cero», dijo Lamont. «Si reflexiono en las cosas, ciertamente pienso en las residencias de ancianos y otros entornos de concurrencia donde creo que la vacuna de refuerzo es probablemente la prioridad número uno, para asegurarnos de que todos los que puedan [obtener vacuna de refuerzo] sean vacunados allí. Esa sería mi siguiente prioridad», añadió Lamont.
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