Es posible que una nueva normativa sobre etiquetado de alimentos llegue pronto a la ciudad de Nueva York. Esta nueva ley, que se prevé que entre en vigor a finales de este año, podría obligar a colocar etiquetas de advertencia junto a los alimentos y bebidas azucarados en las cadenas de restaurantes y cafeterías de toda la ciudad.
La ley se dirige específicamente a los negocios de alimentación con 15 o más establecimientos. Estos negocios tendrán que exhibir un icono de advertencia consistente en una cuchara blanca y negra cargada de azúcar, que deberá colocarse junto a cualquier plato del menú que contenga al menos 50 gramos de azúcar añadido.
La etiqueta de advertencia también tendrá que ir acompañada de una nota escrita que diga:
«Advertencia: El contenido de azúcares añadidos de este artículo es superior al límite diario total recomendado de azúcares añadidos para una dieta de 2000 calorías (50 g)».
«Consumir demasiados azúcares añadidos puede contribuir a la diabetes tipo 2 y al aumento de peso».
Una lata de refresco normal contiene unos 40 gramos de azúcar añadido.
La modificación de la norma, prevista para entrar en vigor el 19 de junio en el caso de los alimentos preenvasados, fue propuesta por el departamento de sanidad municipal la semana pasada, con una audiencia pública prevista para finales de mayo. La norma entrará en vigor el 1 de diciembre para otros productos.
La ley fue aprobada el año pasado por las autoridades municipales y el alcalde Eric Adams. En una entrevista radiofónica con 1010 WINS el 25 de abril, el alcalde expresó su firme apoyo a la medida.
«Tenemos la obligación y la responsabilidad como ciudad, no solo de reaccionar ante la crisis sanitaria, sino de ser proactivos para prevenir algunos de los problemas sanitarios. El azúcar es una de las principales causas de problemas y enfermedades relacionados con la salud», afirmó Adams.
«Yo repito una y otra vez en mi camino personal hacia la salud: ‘la comida es medicina'», añadió el Sr. Adams, quien varía entre el veganismo y el pescetarianismo.
El azúcar procesada se ha relacionado con diversos problemas de salud importantes, entre los que destacan la diabetes, así como afecciones hepáticas, obesidad y ciertos tipos de cáncer.
Varios estudios recientes han demostrado que el consumo excesivo de azúcar en sujetos de prueba aumenta el riesgo de recurrencia y mortalidad por cáncer entre un 45 y un 65 por ciento. También puede alterar el perfil metabólico, desencadenando inflamación y resistencia a la insulina, ambos factores de riesgo para el desarrollo de tumores.
Sobre la norma propuesta, no es la primera vez que un alcalde de Nueva York se implica en la política de salud pública. Anteriormente, el exalcalde Michael Bloomberg prohibió las grasas trans artificiales en las cadenas de restaurantes y exigió a estos establecimientos que indicaran el recuento de calorías en sus menús.
Otro ejemplo fue el del predecesor de Adams, Bill de Blasio, que impulsó una norma que notifica a los clientes el alto contenido de sodio en los alimentos.
Sin embargo, este planteamiento no convence a todo el mundo. Los críticos sostienen desde hace tiempo que este tipo de normativas suponen una extralimitación del gobierno, y que los funcionarios electos convierten la ciudad en un «estado niñera».
«Es el Estado niñera convirtiéndose en la ciudad niñera», afirmó el presidente del Partido Conservador, Gerard Kassar.
No obstante, la legislación propuesta ha sido bien acogida por los defensores de la salud, que han expresado su firme apoyo a la misma.
Con información The Associated Press.
De NTD News
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