Los funcionarios de Nueva York han anunciado el fin de la aplicación de pasaporte de vacunas anti-COVID del estado. La terminación de la aplicación, denominada por algunos críticos como discriminatoria, se dio tras una drástica disminución de su demanda.
El Excelsior Pass Plus (EPP) dejará de funcionar el 28 de julio, en medio de la caída en picado de la demanda de acceso a registros digitales de pruebas y vacunas y tras la finalización de la emergencia de salud pública por el COVID-19.
Lanzada por primera vez en 2021, el mantenimiento de la aplicación le cuesta al estado de Nueva York alrededor de USD 200,000 por mes, según Times Union of Albany.
La aplicación almacenaba el estado de vacunación contra el COVID-19 de una persona y se utilizaba para demostrar el cumplimiento de los requisitos de vacunación para acceder a determinados lugares.
La noticia del cierre inminente de la aplicación recibió elogios de los críticos que rechazaban los bloqueos pandémicos y otras medidas estrictas del gobierno durante la pandemia.
“Hoy, NY cerró su inútil y discriminatoria aplicación de covid ‘Excelsior Pass’. Se usó para excluir a los ciudadanos de bibliotecas, restaurantes y espacios públicos”, dijo en un tuit el Dr. Jay Bhattacharya, profesor de la Escuela de Medicina de Stanford.
Bhattacharya, epidemiólogo, fue una de las figuras clave detrás de la Declaración de Great Barrington, que fue una de las primeras declaraciones públicas que cuestionaron las políticas de confinamiento pandémico por ser dañinas para la salud física y mental.
Los funcionarios de Nueva York dijeron que los datos recopilados para el pase digital COVID-19 “siguen siendo privados y seguros”, al tiempo que insinuaron que la aplicación podría revivir en algún momento.
¿Reactivación futura?
Los funcionarios dijeron que la implementación de la aplicación ha brindado a las autoridades de Nueva York un conocimiento valioso sobre la acreditación digital y que sigue habiendo «interés en el potencial que este tipo de tecnología podría traer en el futuro», lo que sugiere que el entusiasmo por los pasaportes de vacunas y soluciones similares sigue siendo fuerte entre los funcionarios públicos.
“Puede dejar el pase en su teléfono en caso de que lo necesite en el futuro”, dijeron los funcionarios, y agregaron que los entusiastas de las vacunas aún podrán abrir la aplicación y “usarla” para demostrarles a otros que están vacunados.
“Sin embargo, si la aplicación falla, el soporte técnico ya no estará disponible”, agregaron los funcionarios.
Se suponía que la aplicación Excelsior costaría solo USD 2.5 millones cuando hizo su debut en la primavera de 2021, aunque los informes indican que el costo se ha disparado a alrededor de USD 64 millones.
“Lo que parece estar sucediendo es que una crisis de buena fe abrió la puerta para gastar mucho dinero fuera del radar sin los controles y equilibrios habituales, sin la supervisión habitual del contralor”, le dijo al Times Union en mayo Bill Hammond, investigador principal de política de salud en el Empire Center for Public Policy.
Los pasaportes de vacunas como la aplicación Excelsior han sido criticados por ser parte de un impulso más amplio hacia un sistema de vigilancia digital que, según advirtieron algunos críticos, marcaría el comienzo de un «gulag digital» en el que los que no cumplen las exigencias dentro de ese sistema se enfrentan a todo tipo de restricciones.
“Gulag digital”
El periodista Nick Corbishley, que escribe sobre tendencias económicas y políticas en Europa y América Latina, advirtió que los pasaportes de vacunas pueden conducir a la adopción de un esquema de identidad digital global que amenazará la privacidad y la libertad en todo el mundo.
“Es como una sociedad de controles. Allá donde quieras ir, tienes que mostrar tu teléfono móvil, tu identidad… aunque sólo sea para entrar en un supermercado o en una tienda», dijo en el programa «Crossroads” de EpochTV.
Corbishley describió los aspectos negativos de un esquema global de identificación digital como una especie de «gulag digital» en el que las personas podrían ser «efectivamente desterradas de la sociedad».
“Esa es una visión aterradora”, dijo.
Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo recientemente que asumirá el marco de pasaporte de vacuna digital COVID-19 de la Unión Europea como parte de una nueva red global de certificados de salud digitales.
La OMS dijo en un comunicado del 5 de junio que había entrado en una «asociación histórica de salud digital» con la Comisión Europea (CE), el órgano ejecutivo de la Unión Europea.
Como parte de esta nueva empresa conjunta, el marco existente de pasaportes de vacunas digitales en Europa servirá como el primer bloque de construcción de una red global de productos de salud digitales.
La OMS dijo que, como parte de la nueva iniciativa, se “retomará el sistema de certificación digital COVID-19 de la Unión Europea (UE) para establecer un sistema global que ayudará a facilitar la movilidad global y protegerá a los ciudadanos de todo el mundo de amenazas para la salud en curso y futuras”.
Apodada Red Global de Certificación de Salud Digital, el nuevo marco de pasaporte de vacunas ya ha generado críticas, y el senador australiano Alex Antic dijo en un comunicado que la medida es «solo otra teoría de la conspiración que se hace realidad».
Los pasaportes de vacunas, y otras formas de esquemas de identidad digital, han sido catalogados como una invasión a la privacidad y como un modelo que tiene el potencial de permitir que los gobiernos y las corporaciones coaccionen el comportamiento humano, por ejemplo, negando el acceso a la infraestructura o a los servicios.
El certificado de vacuna digital anti-COVID de la UE entró en vigor en julio de 2021, con más de 2300 millones de certificados emitidos. Pero a medida que la pandemia ha disminuido, su uso ha disminuido, al igual que el pase Excelsior de Nueva York.
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