La ciudad de Nueva York (NYC) está trasladando su ciudad de tiendas de campaña, que tiene cerca de 16,000 inmigrantes del Bronx, a Randall’s Island. El traslado se produce a causa de las inundaciones ocasionadas por las tormentas del fin de semana.
El alcalde Eric Adams, un demócrata, anunció la medida el lunes por la noche diciendo que la reubicación del Centro de Ayuda y Respuesta de Emergencia Humanitaria, de USD 150 millones, era el “camino a seguir más eficiente y efectivo”. El proyecto ya había comenzado a construirse antes de su pronunciamiento.
“La ciudad de Nueva York, por sí sola, ha brindado refugio, atención médica, educación y una serie de otros servicios de manera segura y eficiente a más de 16,000 solicitantes de asilo que buscan una vida mejor en los últimos meses”, dijo Adams en un comunicado.
Adams dijo que el refugio original en un estacionamiento en Orchard Beach, en el Bronx, se habría podido salvar si la ciudad hubiera tomado las medidas necesarias para mitigar las inundaciones. Pero finalmente, decidió trasladar el centro. Ya están en marcha los trabajos para erigir la ciudad de tiendas de campaña en Randall’s Island.
“Esta nueva ubicación es menos propensa a las inundaciones, está más cerca del transporte público y brindará un respiro temporal a 500 solicitantes de asilo”, dijo Adams.
“Esperamos que este sitio se abra aproximadamente en el mismo período de tiempo que la ubicación planeada originalmente, y continuamos desarrollando nuestras opciones y explorando sitios adicionales a medida que manejamos esta crisis humanitaria creada por manos humanas”.
La ciudad de tiendas de campaña podría costar hasta USD 1000 millones
Según el contralor de la ciudad, la ciudad podría gastar en el corto plazo entre USD 500 millones y USD 1000 millones para albergar temporalmente a los inmigrantes recientemente liberados en Estados Unidos por las autoridades federales después de solicitar asilo.
El contralor Brad Lander le dijo a Bloomberg News el 30 de septiembre que la ciudad no había presupuestado el gasto. Se espera que, una vez terminado, el campamento albergue a unas 1000 personas en cinco tiendas de campaña gigantes con calefacción.
La ciudad de tiendas de campaña está destinada a ser un centro de procesamiento temporal, proporcionando alojamiento durante cuatro días antes de que los inmigrantes sean procesados en el sistema de refugio de la ciudad, que se ha visto abrumado.
Debido a que NYC se autodenominó ciudad santuario está “obligada legal y moralmente” a proporcionar viviendas a corto plazo a las personas que necesitan un lugar para quedarse, dijo el 9 de agosto el comisionado del Departamento de Servicios Sociales de la ciudad, Gary Jenkins, durante una audiencia de emergencia.
Abrumada por la afluencia de inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo que son transportados en autobús desde ciudades y pueblos a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México, NYC ha recurrido a los hoteles para proporcionar alojamiento de emergencia.
Según reportajes, la ciudad de Nueva York también recurrió a un crucero noruego para albergar a las personas sin hogar y a los solicitantes de asilo de la ciudad durante un período de seis meses. Los defensores de los inmigrantes y las personas sin hogar han criticado esa opción, diciendo que podría dificultar que las personas accedan a trabajos y a otros servicios.
Entre Texas y Arizona, alrededor de 10,000 inmigrantes han sido transportados en autobús a NYC desde abril. El gobernador de Texas, Greg Abbott, republicano, ha dicho que las ciudades fronterizas del estado no pueden hacer frente a la afluencia continua. Él atribuye el número sin precedentes de entradas ilegales a las políticas fronterizas blandas de la administración Biden.
El alcalde Adams está bajo presión
Adams ha retratado a Abbott como un “villano” en el marco de la crisis migratoria, aunque El Paso, una ciudad dirigida por demócratas, también ha estado sacando inmigrantes ilegales de Texas.
Otros legisladores de la ciudad de Nueva York han criticado a Adams porque la ciudad no está preparada para cumplir con sus políticas codificadas de «derecho a la vivienda». Las críticas se produjeron a raíz de que una inmigrante se suicidó en un refugio de la ciudad de Nueva York el 18 de septiembre.
“Es una acusación de primer orden que esta mujer, en busca de refugio, llegó a la ciudad de Nueva York y estaba tan abrumada por la desesperanza que decidió quitarse la vida”, dijo en un comunicado la senadora estatal demócrata, Jessica Ramos, de Queens. “Su acto fue una respuesta directa a la falta de atención brindada por la Ciudad”.
“No hay excusa para un fracaso de esta magnitud”, agregó, sugiriendo que la ciudad reconsidere las leyes del derecho a la vivienda porque no está claro que, bajo el mandato de Adams, la ciudad “esté tomando en serio la responsabilidad que tiene con las personas bajo su cuidado”
Este es el mismo problema que enfrentan los estados fronterizos del sur, que han estado pidiendo ayuda y advirtiendo que las llegadas descontroladas de inmigrantes y solicitantes de asilo están sobrecargando el sistema y dando como resultado su mala atención. Han estado pidiendo que la ley y el orden sean una prioridad para que los verdaderos refugiados ingresen y permanezcan de manera segura en Estados Unidos, y para evitar que los inmigrantes ilegales ingresen y tomen recursos.
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