Nueve de las principales naciones europeas se unieron a Estados Unidos y a las principales naciones sudamericanas para reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela el 4 de febrero, lo que intensificó la presión sobre el dictador socialista Nicolás Maduro para que dimita.
Gran Bretaña, Alemania, Francia, España, Portugal, Suecia, Dinamarca, Austria y los Países Bajos coordinaron el anuncio al vencimiento de un plazo de ocho días para que Maduro convocara a una nueva elección.
España fue el primer país en hacerlo oficialmente con el anuncio de su jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, de que reconocía a Guaidó como «presidente encargado» de Venezuela durante una comparecencia en el Palacio de la Moncloa, sede del Ejecutivo.
“Es en definitiva el pueblo de Venezuela quien tiene que decidir en exclusiva su futuro. Venezuela debe ser dueño de su propio destino”, dijo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
El presidente (E), Juan Guaidó, agradeció la postura de Sánchez.
“Agradecemos al presidente Pedro Sánchez y a todo el Gobierno español por su reconocimiento y su apoyo a nuestra ruta de lucha por la democracia. Gracias por su respaldo y compromiso. Venezuela entera agradece este gesto”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también anunció el reconocimiento de su país a Guaidó como «presidente encargado» de Venezuela, con la misión de «implementar un proceso electoral».
«Los venezolanos tienen el derecho de expresarse libremente y democráticamente. Francia reconoce a @jguaido (Guaidó) como ‘presidente encargado’ para implementar un proceso electoral», tuiteó en un mensaje en francés y español.
Desde Tokio, donde se encuentra de visita, la canciller alemana Angela Merkel expresó el reconocimiento de su país a Guaidó como «presidente interino legítimo».
«Guaidó es la persona con quien estamos hablando, y quien esperamos que inicie un proceso electoral lo antes posible», afirmó.
En América del Sur, la mayoría de las naciones están apoyando a Juan Guaidó. Brasil, Argentina, Chile, Perú, Colombia, Paraguay, Ecuador, Guatemala, Costa Rica, Honduras y Panamá anunciaron su apoyo al líder interino. México, Bolivia y Cuba se pusieron del lado de Maduro.
Israel y Canadá también se pusieron del lado de Estados Unidos para reconocer a Guaidó.
Maduro, un dictador socialista acusado de empobrecer a una nación de 30 millones de personas, una vez rica en petróleo, desafió a los líderes europeos diciendo que están siguiendo el ejemplo del presidente Donald Trump.
La Asamblea Nacional de Venezuela, debidamente elegida, destronó a Maduro el mes pasado. Guaidó, en su condición de presidente de la Asamblea asumió como presidente (E). Esta decisión enfrentó a las naciones libres contra los regímenes socialistas y llevó al pueblo venezolano a las calles para apoyar al nuevo presidente.
Trump, que había incrementado la presión sobre Maduro desde que asumió el cargo, reconoció inmediatamente a Guaidó. Trump es un crítico del socialismo y el comunismo, y ha mencionado a Venezuela como un ejemplo de los fracasos de estas ideologías.
Rusia y China inyectaron miles de millones de dólares en inversiones y préstamos en Venezuela. Ambos están apoyando a Maduro.
El secretario de relaciones exteriores británico, Jeremy Hunt, dijo que los venezolanos ya han sufrido bastante.
Maduro reemplazó al líder socialista Hugo Chávez en 2013, después que Chávez muriera de cáncer. Las políticas socialistas defendidas por Chávez y Maduro, provocaron el actual colapso económico, el hambre y la indigencia generalizadas que existen en el país, y provocaron el éxodo de más de 3 millones de venezolanos.
Como es usual en los dictadores socialistas, Maduro culpó del fracaso de la economía a Estados Unidos, acusando a Washington de tramar golpes de estado y controlar el mercado petrolero. Venezuela tiene las mayores reservas del mundo, pero la producción se ha desplomado bajo Maduro.
Rusia, un antiguo régimen comunista, acusó a las naciones europeas de injerencia extranjera.
«Creemos que imponer algún tipo de decisión o tratar de legitimar un intento de usurpar el poder es una interferencia directa e indirecta en los asuntos internos de Venezuela», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El gobierno de Maduro está pagando con petróleo tanto los préstamos rusos como chinos.
Maduro ganó la reelección el año pasado, pero los críticos dicen que fue una farsa. Dos rivales de la oposición con buenas posibilidades de ganar fueron excluidos de la carrera. Las donaciones de alimentos y otros subsidios a los venezolanos hambrientos se vincularon con el apoyo político.
En el seno de la Unión Europea, Italia frustró una decisión unánime del grupo para reconocer a Guaidó debido a la oposición del Movimiento de 5 Estrellas de izquierda de Italia, que constituye la mitad de la coalición gobernante.
Mientras tanto, el partido de la Liga de derechas italiana, el mes pasado apoyó a Guaidó.
«Estamos con el pueblo venezolano contra regímenes como el de Maduro, basado en la violencia, el miedo y el hambre», dijo el líder de la Liga, Matteo Salvini, el mes pasado.
Además de la presión europea, el bloque de naciones latinoamericanas más Canadá que integran el Grupo de lima, están reunidos este 4 de febrero para tratar de mantener la presión sobre Maduro.
“Solo el esfuerzo conjunto de nuestros países podrá contribuir al desarrollo de una transición pacífica hacia elecciones libres, justas y democráticas en Venezuela”, aseguró desde Canadá, el canciller peruano Nestor Popolizi durante esta reunión.
(Con el aporte de IVAN PENTCHOUKOV de La Gran Época)
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