Es posible que haya intervenciones más eficaces para controlar la propagación del virus del PCCh en Estados Unidos y en otros lugares que los decretos de usar mascarillas ordenados por el gobierno, señalan los autores de un nuevo estudio.
Los 25 condados de EE. UU. con el mayor número de casos oficialmente reportados de virus del PCCh, que causa la enfermedad COVID-19, tienen rigurosas órdenes de uso de mascarillas, al igual que 97 de los 100 principales, según el estudio de Heritage Foundation.
«Desde el 1 de octubre hasta el 13 de diciembre, EE. UU. vio un aumento de 8.8 millones de casos confirmados de COVID-19», informó el Centro de Análisis de Datos (CDA) de la fundación conservadora en un estudio hecho público el 28 de diciembre.
«De los 25 condados con los totales más altos de casos nuevos, todos los 25 tenían un mandato de mascarillas, y todos menos uno implementaron su directiva antes de octubre; 21 de los 25 condados implementaron sus mandatos antes de agosto», dijo el estudio del CDA.
«De los 100 condados con los casos más confirmados durante este período, 97 tenían un mandato de mascarilla a nivel de condado, un mandato a nivel estatal o ambos», dijo el CDA.
Entre este grupo de 97 condados, 87 implementaron su orden antes de octubre. En los 10 condados restantes, cinco emitieron su orden de uso de mascarillas en octubre, y cinco lo hicieron en noviembre.
Varias de las ordenes que entraron en vigor en octubre o noviembre representaban controles aún más estrictos que los que habían estado en vigor anteriormente en esos condados, según el CDA.
Los 100 condados representan un poco más del 39 por ciento de todas las infecciones por el virus del PCCh de EE. UU. y representan un poco menos del 40 por ciento de la población total de la nación.
El estudio se basó en datos suministrados por USA Facts, un compilador de datos no partidista utilizado por el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), entre otras agencias federales.
Los autores del estudio afirmaron que «estos hallazgos no niegan la eficacia del uso de la mascarilla per se. Tampoco deberían desalentar la práctica. En cambio, señalan la insuficiencia de las estrategias de salud pública que dependen predominantemente de los cierres y los mandatos de uso de mascarillas».
«Los gobiernos deberían emprender intervenciones más eficaces. Estas incluyen la adopción de mejores medidas para proteger a los residentes de las residencias de ancianos, permitir la realización de pruebas de detección en todo el país mediante el uso generalizado de autopruebas rápidas y establecer centros de aislamiento voluntario donde las personas infectadas puedan recuperarse, en lugar de exponer a sus familias a la infección».
El exvicepresidente Joe Biden ha expresado su entusiasmo por una orden de usar mascarillas a nivel nacional si llega a ser presidente, pero tal enfoque encontraría una oposición bipartidista en el Congreso, según el representante Ted Budd (R-N.C.).
«Aparte del hecho de que una orden de mascarillas a nivel nacional es inconstitucional, creo que el pueblo estadounidense es lo suficientemente inteligente como para saber cuándo necesita usar una mascarilla y cuándo no. Todos podemos caminar y mascar chicle al mismo tiempo», dijo Budd a The Epoch Times.
Actualmente, 14 miembros del Congreso son también médicos, incluyendo 11 republicanos y tres demócratas.
El representante Andy Harris (R-Md.), anestesiólogo activo, dijo a The Epoch Times el 29 de diciembre que también se opondría a un mandato.
«Me opondría por dos motivos. Uno es de carácter constitucional y el otro es de carácter científico. No hay ninguna evidencia de que una orden haga una gran diferencia», dijo Harris.
«El distanciamiento social y la protección de los vulnerables podrían ser mucho más importantes que las ordenes para usar mascarillas, y he firmado la Declaración De Great Barrington porque creo que probablemente sea la forma en que deberíamos empezar a pensar en esta pandemia», continuó Harris.
Se refería a la declaración hecha pública en octubre en la que se afirmaba que «Las actuales políticas de confinamiento (lockdown) están produciendo efectos devastadores en la salud pública a corto y largo plazo. Los efectos (para mencionar solo algunos) incluyen tasas de vacunación más bajas, empeoramiento en los resultados de enfermedades cardiovasculares, menores detecciones de cáncer y deterioro de la salud mental».
En la declaración se afirmaba que las actuales políticas de confinamiento también conducen a «un mayor exceso de mortalidad en los próximos años, siendo la clase trabajadora y los miembros más jóvenes de la sociedad aquellos sobre los que recaerá el peso más grande de estas medidas. Dejar a los niños sin escuelas es una grave injusticia».
La declaración fue escrita por el Dr. Jay Bhattacharya, la Dra. Sunetra Gupta y el Dr. Martin Kulldorff, quienes la escribieron juntos durante una reunión en el Instituto Americano de Investigación Económica en Great Barrington, Massachusetts.
Desde que se publicó en Internet el 4 de octubre, 39,544 médicos han firmado la Declaración De Great Barrington, así como 13,084 especialistas en salud pública y científicos médicos.
El representante Greg Murphy (R-N.C.), urólogo, dijo que «ha usado mascarillas en el quirófano durante más de 30 años. Son molestas, me pican, y lo primero que hago cuando salgo del quirófano es quitarme la mascarilla».
Aún así, Murphy dijo, «aunque no es de ninguna manera perfecta, es una de las piezas del rompecabezas que estamos utilizando, usando mi discurso de cirujano, ‘para salir de esta epidemia'».
Murphy reconoció que usar mascarillas puede ser inconveniente y «puede dar a algunas personas una falsa sensación de seguridad, pero todavía no he visto a nadie morir por una mascarilla y por qué no, si puede dar una pequeña oportunidad de ayudar a alguien más, ¿por qué no usar una?».
Aún así, Murphy dijo que se opone a un decreto nacional obligatorio sobre las mascarillas.
«No creo que deba haber una orden de mascarillas más de lo que creo que debe haber una orden de vacunas».
Los portavoces de los tres demócratas de la Cámara de Representantes que son médicos, los representantes Ami Bera de California, Paul Ruiz de California y Kim Schrier de Washington, no respondieron inmediatamente a la solicitud de The Epoch Times de comentarios sobre el estudio de Heritage Foundation o un potencial mandato de mascarillas a nivel nacional.
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