Los medicamentos anticonceptivos pueden dejar a algunas mujeres atrapadas en un ciclo de estrés que se autoperpetúa cuando deciden tomar la píldora diaria, en comparación con las mujeres que confían en su ciclo natural, sugiere un nuevo estudio.
Según un artículo que acaba de publicarse en Behavioural Brain Research, las mujeres que no tomaban anticonceptivos y que se sometieron a situaciones sociales diseñadas para reducir el estrés, como cantar en grupo o jugar a juegos de mesa, vieron descender sus niveles de ACTH, la hormona reguladora del estrés. En cambio, las mujeres que tomaban anticonceptivos orales con hormonas y se sometieron a las mismas situaciones sociales no experimentaron ninguna reducción de ACTH.
«Estar con otras personas es una de las formas más eficaces de reducir el estrés. Nuestros resultados son realmente importantes porque indican que las personas que usan píldoras anticonceptivas no experimentan la misma reducción de los niveles de la hormona del estrés en relación con la actividad social que las personas que no usan la píldora», afirmó en un comunicado de prensa Michael Winterdahl, coautor y profesor visitante de la Universidad de Aarhus (Dinamarca).
«Este estudio subraya la amplia influencia de los anticonceptivos orales más allá de la salud reproductiva», se lee en el documento.
Resultados por fase menstrual
Los autores dividieron a 131 mujeres en dos grupos diferentes. A ambos grupos se les pidió que dieran muestras de sangre al llegar al lugar de la investigación. La aguja actuó como fuente de estrés anticipatorio, además de su función como instrumento para extraer sangre.
Los participantes también respondieron a preguntas sobre su estado de ánimo actual y su nivel de cercanía con otras personas. A continuación, se les asignaron diversas actividades, como jugar a juegos de mesa, conocerse en pequeños grupos, cantar canciones juntos o asistir a un servicio religioso.
Después, se pidió a las mujeres de ambos grupos que volvieran a plantear las preguntas iniciales del estudio sobre el estado de ánimo y la cercanía, y se les extrajo otra muestra de sangre. Se colocó un catéter intravenoso al mismo tiempo que se recogía la muestra de sangre inicial para evitar causar estrés adicional debido a un segundo pinchazo.
Cuando se tuvieron en cuenta sus ciclos (fase menstrual, proliferativa o secretora), las actividades para reducir el estrés tuvieron éxito en las mujeres que no tomaban anticonceptivos y que estaban en su fase menstrual o en su fase secretora. Observaron una reducción del 13,5 y del 7,4 por ciento en la ACTH, respectivamente. Sin embargo, no hubo cambios en los niveles de ACTH en las mujeres que estaban en la fase de proliferación de su ciclo.
«Los niveles de progesterona son muy bajos durante la fase proliferativa de un ciclo natural». afirmó el Sr. Winterdahl. La progesterona se convierte en la hormona alopregnanolona, que por tanto regula el estrés.
Sin embargo, las mujeres que tomaban anticonceptivos tenían los niveles más bajos de progesterona.
Según el Sr. Winterdahl, las píldoras anticonceptivas hacen que la respuesta al estrés esté «desconectada», lo que significa que no puede adaptarse a una situación determinada.
La píldora, la ACTH, la progesterona y la alopregnanolona
Es demasiado pronto para saber por qué disminuyeron los niveles de ACTH en relación con las actividades sociales, y es necesario seguir desentrañando los complejos mecanismos que intervienen en la relación entre los niveles hormonales y la respuesta al estrés.
Sin embargo, los investigadores parten de la teoría de que las píldoras anticonceptivas pueden suprimir la producción de progesterona del propio organismo.
Los anticonceptivos contienen progesterona, que es la hormona que evita el embarazo. La progesterona se descompone en la hormona alopregnanolona, que interviene en una amplia gama de efectos calmantes y respuestas al estrés.
Se demostró que la administración a largo plazo de anticonceptivos induce una fuerte disminución de las concentraciones de alopregnanolona en ratas, señalan los autores. También se demostró que la píldora disminuye los niveles circulantes de alopregnanolona en las mujeres.
Efectos adversos habituales de las píldoras anticonceptivas
Aunque la mayoría de los efectos secundarios de los anticonceptivos son leves y de corta duración, las mujeres deben saber que la píldora puede provocar:
-Sangrado intermenstrual
-Náuseas
-Dolores de cabeza
-Calambres abdominales
-Sensibilidad en los senos
-Flujo vaginal
-Disminución de la libido
-Interrupción del metabolismo de la glucosa
Los efectos secundarios más graves incluyen el riesgo de ictus, infarto de miocardio, hipertensión y reducción de la densidad mineral ósea. Las mujeres con una enfermedad cardiaca preexistente o que fuman no deben tomar anticonceptivos orales.
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